padre soltero Marco Asensio

capítulo 33

Hoy tengo que irme a Granada, ya que es la firma de allí, preparo las cosas de Maria para estar unos dos días, le echo bastante ropa ya que vaya que se ensucie y varios pijamas, el paquete de pañales y me la llevo en el porta bebés, mi tia dice que me dejara allí el carrito de mi prima, así no tengo que ir por toda la estación cargando con el carro.
Marco y yo nos despedimos con muchos besos
- Marco: OS voy a echar mucho de menos.
- yo: y nosotras a ti, ya mañana estamos aquí es un día y medio lo que vamos a estar fuera, cariño.
- Marco: se me va hacer eterno.
Le da un beso a Maria y otro a mi.
- yo: nos vamos ya, te quiero.
- Marco: mas te quiero yo, cuidaros.
Nos da un beso a ambas y me monto en el tren.
Granada uno de los sitios que mas se ha vendido, cuando llego salgo y veo a mi padre y mi madre esperarme, voy abrazarlos corriendo los e echado de menos me ayudan con las maletas y en el coche monto a Maria en la silleta que han traído.
Me llevan hasta donde se hace la firma de libros, que es fnac en el nevada, allí se quedan con Maria mientras yo firmó y me hago fotos.
Acabo agotada, cojo a Maria que ya estaba un poco desesperada, por que la cogiera, vamos a cenar en el Riff.
Llego a casa y baño a Maria, luego le pongo el pijama y voy al comedor junto a ella para llamar a Marco.
- Marco: hola mis amores
- yo: hola cariño, que haces?
- Marco: aqui, echándolas de menos estoy sordo sin vosotras.
- yo: bueno, ya mañana estamos allí para mimarte, cojo el tren de la tarde ya que vamos a comer toda la familia junta.
- Marco: y como lo esta pasando Maria?
- yo: muy bien, súper tranquila aunque cuando e acabado la firma ya buscaba desesperada mente mis brazos, ha sido cogerla y no había niña.
Marco se echa a reír después de hablar un poco más, nos despedimos y me voy a dormir, junto a Maria que ya se había quedado dormida.
En la mañana me despierto con su llanto, le cambio el pañal y voy a prepararle un biberón, mientras se lo doy mi madre despierta.
- mamá: buenos días
Pasamos una mañana de risas, como con la familia todos están encantados con Maria que pasa de brazo en brazo, llega el momento de despedirme, muchas lágrimas corren por nuestras caras pero pronto nos veremos.