Narra María
Es noche buena, Marquito ya tiene 8 días no hemos puesto ni árbol de Navidad no nada, ya que no hay ganas de celebrarla nadie tiene ganas, seguimos viviendo en casa de Marco, el no sale aún de la habitación, los niños no quieren que nos movamos de allí, así que aún seguimos aquí, si nos viese Nerea, diría que aquello es gran hermano, María no le hace mucho caso a Marco, ninguno por más que se lo intentamos acercar niega.
Miro a Marquito, que está dormido, así parece un angelitoPero cuando llora, madre mía, le doy un beso en la frente, Daniella y Sara se están sacando leche, para poder dársela.
Cojo al niño, ya le toca comer, le meto el biberón, mientras come lo miro, suspiro.
- yo: que falta me hace tu mami, era mi mejor amiga, yo soy tu madrina, así lo eligió ella, pero mi vida tú me vas a tener aquí, para lo que necesites
Mis lágrimas caen, las limpio como puedo, Luca llega me da un beso, también llegan, Sara, Daniella y Nayara todas han ido a buscar el regalo para los niños, María está dormida con Isquito y Paula en su cama, subo para ver cómo están, me asomo antes al cuarto de Marco, está allí abrazado a la urna de Nerea, con una camiseta suya en la mano, me acerco a el y acaricio su pelo, no voltea ni nada, sigue en la misma posición, suspiro pobre Marco lo que está pasando.
Dejo al niño en la cama junto a él, voy a por los niños, María está despierta Paula y Isquito igual.
Los visto, bajamos abajo, les preparo el desayuno.
Están desayunando cuando siento un llanto muy grande, en ese momento me acuerdo que había dejado a Marco en la cama, junto a su padre subo arriba corriendo, lo cojo en brazos y lo mezo, el bebé empieza a calmarse, mientras Marco sigue en la misma posición.
Todos llegan y les cuento, Gilberto niega con la cabeza.
El bebé empieza se nuevo a llorar pero no hay nada que lo consuele, ninguno de los brazos que lo coge, damos vueltas con el, pero sigue en su pataleta, estamos algo desesperados por qué los únicos brazos que podrían calmarlo no estánNarra Marco
Una semana, una maldita semana y sigo sin poder creerlo, la casa está llena de gente, atendiendo al niño y María, mis hijos.
Siento a alguien entrar al cuarto, no me volteo a mirar
- pequeña María: papi, papiiii.
Siento que empieza a llorar, me doy la vuelta y cojo a mi pequeña poniéndola en mi pecho, hay sigue llorando pero abrazada a mi
- yo: cariño.
- pequeña María: vamos papi, abajo no tes tiste, te quiero.
Me sorprendo con las palabras de mi hija, le doy un abrazo, los dos lloramos, no puedo dejarlos más, mi dulce princesa.
Me levanto con ella, en mis brazos siento como el niño llora sin consuelo, al llegar abajo todos se sorprende, veo que el niño está colorado de tanto llorar, si sigue así se pondrá malo.
Pido que me lo den, así lo hacen pero en modo automático.
Dejo a María, con Rocío, pongo al niño en mi pecho, empiezo a mercerlo el empieza a calmarse, todos se quedan callados, al vernos.
- yo: ya está aquí papá mi vida.
Le doy un beso en su cabeza
Veo como el niño sonríe
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padre soltero Marco Asensio
RomansaCuando Marina deja a Marco ninguno de los dos sabia del embarazo, 9 meses después Marina da a luz una niña que deja abandonada en la puerta de la casa de Marco, Marco le pone Maria en honor a su madre