padre soltero Marco Asensio

capitulo 120

Una semana después.
Narra Marco
Hoy nos volvemos a casa, después de pasar el año nuevo más triste, que el primer beso no fuese para ella, pero estuviera donde estuviera allí allí lo mandé, fueron para mis hijos, mis dos pequeñines, solo ha pasado dos días de año nuevo, ahora quedan los reyes, ya acababan estás Navidades nesfactas, ahora volvemos a casa donde Nerea quería criar a nuestros hijos, Marquito que a pesar de ser prematuro, está cogiendo peso muy bien, nació a las 36 semanas, pero este niño es un tragón y ya alcanzado los 3 kg 20 crece y cada día es más bonito y tiene una mezcla de su madre y mia
Hoy ya todos vuelven a su casa, viven cerca de nosotros asi, que por cualquier presicion se quedan con los niños, o me pueden ayudar.
Al llegar aquella casa, todo me recuerda a ella, miro a Mis niños y empiezo a llorar, aquí tendríamos que estar los 4 juntos.
- María: papá.
- yo: dime cariño.
- María: mamá, no ta
- yo: no cariño
María hace un puchero, le doy un abrazo, subimos arriba y me recuerda más aún, pongo todas las cosas en los armarios, mientras María juega y Marco duerme.
El bebé empieza a llorar, lo cojo y bajo por el biberón, es su hora de comer, le doy el biberón, mientras lo miro, el me mira con esos ojitos que tiene, le doy un beso en su frente, este va a tener los ojos marrones, María los tenía algo más claros, pero van hacer igual de bonitos los dos.
Acaba de comer le saco sus gases, lo echo en la cuna y se queda a sus anchas, le hago una foto

- María: papi, hambre.
- yo: vamos abajo.
Cojo a María y con el otro brazo a Marco, ella va riéndose.
Mientras le preparo algo de comer, pienso que en unos días viajo con el equipo, para jugar un partido de Champions y no estoy listo para dejarlos no se cómo haré para irme a los partidos con la selección, que son más días, hablare con el entrenador haber si puede darme algo de flexibilidad por los niños.
Acabamos de comer, María tiene sueño la cojo y la duermo, me echo en el sofá con la mano en la cara todo sería tan diferente con ella aquí, mi padre llega a casa lo saludo, se extraña al ver tanta paz
- papá: y los niños?
- yo: dormidos, pero hay que cambiar el pañal de Marco.
Voy a cambiarle el pañal al niño.
- papá: como ha sido llegar aqui?
- yo: complicado, me gustaría elegir la habitación para Marco.
- papá: yo te ayudo.
Sonrió y abrazo a mi padre, mi Pilar fundamental, miro a mis hijos pensando que yo soy el suyo, que si yo caigo ellos caen, que tengo que estar bien por ellos y entre los 3 ser la fuerza que nos levantemos, como lo fuimos mi padre, mi hermano y yo cuando paso lo de mi madre, pero ellos son tan pequeños, María la disfruto más, Marco ni estar en sus brazos ha podido.
El niño empieza a llorar, lo cojo y empiezo a cantar aquella Nana, que a Nerea le gustaba, se la cantaba a María, Marco sonríe ella se lo cantaba en la barriga.
El niño se duerme, le doy un beso en su cabeza miro a mi padre y nos mira con orgullo.
- papá: hijo mío, que buen padre eres que orgulloso estoy.
- yo: aprendi del mejor del mundo
Mi padre sonríe.
Esa misma noche, me tengo que arreglar tengo que ir a por el premio en nombre de Nerea, se lo merecía por ser la mejor escritora, su último libro será publicado, el editor me llamo hace unos días, para comunicarme lo, parte de las ganancias de los libros irán para padres solteros, que le hayan pillado la misma situación que a mí, pero hay gente que no tiene medios a la gente que quiero ayudar en su nombre.
Me llevo a María
Va muy mona

Mi padre se queda con Marco, todas las chicas y el equipo vendrán a la entrega del premio.
Llegó allí, el mundo se me cae encima, aquí tendría que estar ella y yo aplaudiendo orgulloso.
Después de unos discursos, de los editores en homenaje de Nerea, me toca a mí, estoy de los nervios.

Bueno este premio lo recojo en nombre de Nerea un sueño que se cumplió al llegar aquí, a Madrid después de días y días de escribir, llena de ilusiones por recoger el premio, emociones juntas gracias a cada lector por dedicar un tiempo y leérselo, gracias a todos por apoyar a la lectura, en nombre de Nerea, de mis hijos y mío gracias.

Todos empiezan aplaudir, yo no dejo de llorar, bajo y todas me abrazan entre lágrimas.
Nos dan champán y brindamos por ella, que donde esté, ella esté orgullosa de este premio.