padre soltero Marco Asensio

capítulo 112

Después de la visita de mi niña, al fin estoy feliz de haberla visto, mi princesa cuanto a crecido a este bebé le ha encantado, oírla y tenerla cerca, María y Daniella me han prometido traerme la mas.
Marquito está algo inquieto, hoy tengo posibilidad de parto prematuro, debido a unas contracciones que me dieron a los 6 meses bastantes seguidas, me pillo sola en casa, tuve que llamar a una ambulancia para que me llevasen al hospital, tenía la sensación que me pondría de parto, por muy poco no me puse, me pincharon algo para que el bebé desarrollará los pulmones antes.
- yo: bebé aguanta hay todo lo que puedas mi vida.
Marco patea, sonrió acarició mi barriga, voy a la editorial.
Camino por la calle, alguien choca conmigo bruscamente, tiro lo que llevaba en la mano, me agachó y lo cojo y sigo mi camino.
Cuando llegó a la editorial, voy con el editor Víctor, también es uno de los que sabe mi problema, con el he hablado muchas veces, es mucho mayor que yo, pero con solo escucharme me hace sentir bien.
- Víctor: Nerea...
- yo: dime
- Víctor: vas a recibir un premio a uno de los mejores libros, el premio de Cervantes.
Me llevo las manos a la boca, sorprendida, tantos años luchando por esto.
- yo: enserio.
- Víctor: después de los meses, que llevas no podía gastarte una broma así, ya mismo será la entrega.
Empiezo a llorar, de emoción y alegría Víctor me abraza, cuando salgo de la editorial llamo a mi madre no me coge el teléfono, llamo a María, pero no coge el teléfono, llamo a Nayara y a Rocío pero tampoco, ninguna lo coge, llamo a Daniella y tampoco, empiezo a llorar, no me queda nadie para celebrar esto.
Me encuentro a Sara, con María, Martina y Isquito, mi hija al verme sonríe y empieza a llamarme.
- pequeña María: mamiiiiiiiiiiiii, Sara con mi mamá con mi mamá.
- Sara: no vamos María, que te espera tu padre
- pequeña María: mamaaaaaaaaa.
Me escondo en un callejón para romper en llanto

Narra Marco
4 meses, 4 malditos meses sin ella, sin sus besos, sin sus te quiero para ella no me los diría de verdad, pero los mios sin eran sinceros, en el fútbol me va de maravilla, pero mi corazón sigue roto echo añicos, María mi niña, no deja de llamarla, no puedo creer que me engañara de verdad que yo creí, que ese bebé era mío, que en su vientre llevaba un hijo mío, ahora debe estar de unos 7 meses de embarazo dos meses, para que lo tenga, dos malditos meses, el próximo mes es su cumpleaños en el cual yo pensaba pedirle matrimonio, pero ahora no puedo mi vida se me escapa, toda la casa se me cae a pedazos todo se vuelve oscuro, ahora estoy viviendo en la anterior casa, la otra me recuerda a ella, todo su olor su tacto, aún guardo una camiseta de ella, e conseguido mantener el olor, duermo toda la noche abrazado a ella, vivo y respiro sueño con ella.
María llega y veo que está llorando, ha ido con Sara a comprar lo que sea, no había puesto mucha atención cuando me lo dijo.
Sara me cuenta lo que ha pasado, mientras mi niña llora en mi hombro sin consuelo y llamando a su madre
- pequeña María: mamá...
- Sara: la hemos visto a distancia no se cómo he podido sujetarla.
María la amiga de Nerea llega, ella dice que no sabe nada de Nerea, mi intuición dice que si, que lo sabe pero no quiere decir nada
- María: que te pasa princesa.
- pequeña María: tata con mi mami, vamos con mi mami
- María: ya te dije que no se donde está, quieres venir con la prima Paula y conmigo vamos a comer helado cariño
- yo: voy con vosotras así también me despejó.
María y Sara asienten con la cabeza, me voy con ellas y con María, ya que llevo mucho sin estar con ella.