𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 𝐒𝐀𝐍𝐀𝐓𝐎𝐑𝐈𝐔𝐌.
Dos semanas.
Dos largas semanas habían transcurrido desde la última vez que Jungkook había visto a Taehyung, estaba desecho físicamente como también mentalmente. La culpa lo acechaba y podía jurar que aún muertos, sus padres lo atormentaban.
Por otra parte, la policía estaba sobre sus talones. Se había convertido en tendencia sobre toda la cuidad de Seúl, incluso el padre de Taehyung salió en televisión acusándolo como un desequilibrado mental y además acosador por estar detrás de su hijo. Aunque lo único que torturaba el subconsciente de Jungkook era la idea de que la única persona que quería se enterara del terrible ser que era, ¿Le tendría miedo? ¿Ya no le querría más?
—¿Por qué sigo pensando en lo mismo? Tae me quiere mucho, es mi amigo. Debería dejar de pensar. —Se repite una y otra y otra vez mientras cierra sus párpados en un intento de que sus tortuosos pensamientos se fueran.
Pero es inevitable no pensar en ello, hace más de una semana que no lo veía y eso lo lastimaba mucho al no saber si se había enterado o no.
Jungkook camina por las calles con la capucha cubriéndole el rostro, eso no lo hacía lucir tan sospechoso porque estaban en una época de invierno que recién comenzaba. Puede notar el hogar de Taehyung rodeado de policías, justo como lo imaginaba.
Pero él esperaba verlo en aquel lugar secreto al que solían ir después de clases para ver el río, un lugar del que nadie sabía más que ambos.
—Te volveré a ver, Taehyung. Te lo prometo.
𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 𝐒𝐀𝐍𝐀𝐓𝐎𝐑𝐈𝐔𝐌.
—¡Yah, Taehyung! ¿Viste las noticias? Tu amigo el emo asesinó a sus padres, ¿Cómo se llamaba? ¿Junko?
El adolescente pálido trataba de hacer memoria sobre el nombre pero nada venía a su mente, se encoge de hombros restándole importancia al asunto y levanta la mirada encontrándose con la del castaño.
—¡No he visto nada pero todo eso es mentira, Yoongi! Jungkookie no lastimó a nadie, son mentiras de la televisión. —Defiende muy seguro, sus labios tiemblan por el enfado, no le gusta como hablan sobre su amigo pelinegro.
—Está bien, Taehyung. No te enojes, si tú dices que el emo no es así entonces te creo. —Bufa con pesadez dándole la razón, no quería ver al castaño enfadarse con él por ningún motivo.
Taehyung asiente sin quitar su expresión enfadada y se marcha del lugar, camina de vuelta a su casa a pasos lentos. Su madre se estaba tardando más de lo normal en pasar por él, eso era raro ya que solía pasar todos los días sin falta. ¡Ella había convencido a su papá de que los policías no fueran a la secundaria por él! ¡Su mamá era grandiosa!
—Creo que se entretuvo de nuevo mirando ese bonito vestido de la señora Choi, estoy seguro de que esta vez lo comprará. —Susurra en voz bajita únicamente para él, soba sus brazos levemente en busca de calor, las calles de Seúl eran muy frías.
Iba tan distraído mirando a su alrededor que se asustó cuando sintió una mano tapar su boca mientras era arrastrado a un callejón, trató de darle manotazos en el rostro.
Jungkook se quejó soltándolo y sobando su frente con indignación.
—Taehyung-ah, ¡soy yo, soy yo!
Sus ojos brillaron al observar al adolescente de cabello negro frente a él.
—¡Jungkookie! ¡Estás aquí!—Grita abrazándolo con entusiasmo, Jungkook correspondió de la misma manera.
—No hables tan fuerte, Tae. Nadie puede saber que estoy aquí contigo, uhm. —Le pide deshaciendo el cálido abrazo para posteriormente tomarlo de la manita y caminar hacia al parque.
—Lo siento, es que te extrañé mucho, ¡Faltaste a la semana de videojuegos!—Vuelve a quejarse fuertemente pero rápidamente se avergüenza cuando nota que alzó la voz de nuevo.
Jungkook se ríe de manera tierna tomándole de las mejillas con suavidad, deja besitos en ellas imposible de resistirse a esas masitas.
—Te extrañé mucho, lo siento, no quería faltar a la semana de videojuegos. —Menciona apenado por no ir como siempre lo hacía, pero esta vez era imposible para él. Jungkook traga saliva y tartamudea un poco antes de hablar nuevamente. — Taehyung-ah, ¿tú has visto las noticias?
—No, pero mi papá dijo que tú lastimaste a tu familia. —El castaño le responde tímidamente mientras rasca su nuca nervioso, no sabía si estaba bien decírselo. —¡Pero yo sé que nada de eso es verdad! Tú no podrías lastimar a alguien.
—Jamás me atrevería a lastimarte, ¿Sabes eso, Tae?—Le pregunta apretando con suavidad la mano del castaño, Taehyung asiente y le aprieta de vuelta.
—¡Claro que lo sé, tonto! Tú no lastimarías a nadie, Koo.
Y era verdad, Jungkook no lastimaría nunca a la única persona que tiene en el mundo.
O eso es de lo que él quería convencerse a diario porque no existen los nunca.
—Te quiero, Taehyung. Gracias por ser mi amigo. —Fue lo único que sus labios pudieron formular y que mejor sabía expresar, no habían más palabras por decir.
—¡También te quiero, Koo!
Y Jungkook le besó las mejillas sin saber que ese sería el último día que lo vería, sin saber que sería descubierto por la policía. Tampoco sin saber que todo fue idea del padre de Taehyung y los estaba siguiendo desde el inicio.
Probablemente algo se rompió en él pero no porque sintió las esposas en sus manos, se rompió algo cuando vió a su persona más querida llorando desconsoladamente mientras dice su nombre.
Pero no podía hacer nada.
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⌦ 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 𝐒𝐀𝐍𝐀𝐓𝐎𝐑𝐈𝐔𝐌. | JJK + KTH.
Terror𝘁𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿/𝘀𝘂𝘀𝗽𝗲𝗻𝘀𝗼. Jeon Jungkook ha escapado del sanatorio mental y está de vuelta por Kim Taehyung. portada por: ❝@DanielaNavarro5❞ ♡ LA ÚNICA PLATAFORMA AUTORIZADA PARA LEER MIS OBRAS ES WATTPAD. No es un historia de amor.