—Mark...
Llamó el menor al pelirrojo que descansaba sobre sus piernas.
—¿Qué sucede?
—Tengo que ir a ducharme, necesito mis piernas.
Respondió el azabache con cierto humor, el mayor se quejó y muy a la fuerza se quitó.
—¿Por qué tienes que trabajar?
Jinyoung rio ante la actitud infantil que tomó su mayor, sonrió y comenzó a buscar su ropa interior.
Al azabache no le molestaba para nada aquel comportamiento, adoraba cuidar de su mayor, y más cuando este se comportaba como niño y no como el adulto de 24 años que es.
Hace ya más de 7 años que se conocían, hace poco más de 5 que salían, pero siempre se sentía igual.Igual de enamorado.
Unos minutos más escuchando a Mark hacer todo tipo de berrinches decidió salir de la habitación e ir al respectivo cuarto de baño, cuando todo estuvo listo dejó su ropa de lado y se introdujo en la tina dejando que el calor de esta relajara todos sus músculos.
Jinyoung cerró sus ojos un momento disfrutando su silencio, su momento de descanso.
No duró mucho su concentración pues de inmediato le vino a la mente el chico delgado que se encontraba enojado en el cuarto de al lado.
Sabía que la actitud de Mark era normal pero también sabía que era parte cierta pues en los últimos días casi no habían pasado tiempo juntos. El ascenso del más joven implicó muchos sacrificios, tiempo, esfuerzo, salidas entre amigos y visitas a la familia.Podía con ello, podía soportar la falta de todo lo anterior, menos la de su novio. Amaba a Mark, siempre estuvo con él, siempre se han apoyado. Amaba cada momento a su lado, amaba que lo consintiera y le comprara dulces, amaba que lo mimara como el menor que es y pensando en todo aquello, de repente sintió que el calor de la tina no era suficiente para mantenerlo cálido.
A quien quería engañar, odiaba su empleo, odiaba no tener un puesto fijo, odiaba que consumiera su tiempo, odiaba el ascenso, ni siquiera era tan bueno y la paga no mejoró mucho.
Entonces se vio a sí mismo saliendo lo más rápido que pudo de la ducha y corrió por el pasillo para entrar a la habitación.Mark lo miró sorprendido, aún seguía recostado en la cama cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas. Estaba a punto de preguntar qué sucedía pero Jinyoung se movió rápidamente y se arrojó sobre él.
Se abrazó a su cuerpo como un koala y restregó su nariz en el cuello del pelirrojo.—Jin...¿estás bien?
—No...
Tras la negativa del azabache el silencio reinó unos minutos en la alcoba, Mark envolvió el cuerpo de su novio con sus brazos y comenzó a dejarle caricias por toda la espalda sintiendo la humedad que el agua de la ducha había dejado en él.
—¿Qué sucede bebé?
Jinyoung no respondió, sólo se giró sobre la cama atrayendo el delgado cuerpo de su amado, este quedó sobre él mirándolo, mirándose.
No hubo necesidad de palabras, simplemente entendió, comprendió a la perfección lo que aquella mirada transmitía, lo que su chico necesitaba.Bajó lentamente hasta encontrarse con esos esponjosos labios y los unió a los suyos, los unió en un suave beso.
Jinyoung correspondió el acto, envolvió sus brazos en la espalda de Mark y siguieron degustando la boca del contrario.Tras una ronda de dulces besos, el mayor bajó sus caricias al cuello de Jinyoung, dejaba besos que terminaban en pequeñas succiones. Paseaba una de sus manos por la delgada cintura y se abrió pasó hasta el glúteo del azabache. Este soltó diversos suspiros que iban desde el aire escapando de sus pulmones hasta ligeros gemidos.
Cada toque era eléctrico, enviaba todo tipo de sensaciones por su cuerpo, Mark sabía exactamente dónde tocar y como. Sin mencionar que el hecho de que ambos estuvieran desnudos lo hacía mejor, más íntimo.
Roses inconscientes, toques inocentes, besos llenos de ternura y miradas que dejaban en claro todo lo que sentían por el contrario.
Mark masajeó el muslo del menor y deslizó su mano por el cuerpo del ya mencionado, partiendo desde el muslo siguiendo por su pelvis, subiendo por su abdomen, rozando todo su pecho y arribando al delgado cuello. Se detuvo ahí, dando una ligera caricia, sonrió contento cuando su mirada se encontró con la de Jinyoung.
—Jinnie, no sabes cuánto te amo. Quiero que sepas que no importa que tan malo sea, siempre voy a estar aquí para ti, ¿de acuerdo?
El azabache se perdió por un momento pues las dulces palabras de su novio lo hicieron sentir en una suave nube. Sonrió y se inclinó para poder besar al mayor.
No hubo más que decir, simplemente se aislaron en su mundo, compartiendo todo tipo de mimos, caricias, era un mundo al que sólo ellos dos pertenecían y que por nada del mundo sacrificarían.
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30 Days of Smut Challenge [Markjin]
FanfictionDiferentes escenarios, misma pareja, sólo smut. 🔞Advertencias 🔞 -Historia yaoi (chico por chico) -Para mayores de edad, lenguaje vulgar y explícito, escenas de sexo, consumo de alcohol y/o tabaco, violencia moderada. #40 en Markjin 13/11/18 💕 #2...