DOLOR. (Poesías)

MÁSCARAS.

Capítulo 3.

Gritos, mentiras, lágrimas, hachazos en el corazón, puñaladas en el ama, envidia disfrazada de alegría, celos disfrazados de felicidad...

Máscaras, grandes y asquerosas máscaras de ciervo que por dentro tienen a una hiena riéndose... Cuentos, patrañas, mitos que vienen y van, ahuyentando a personas verdaderas, clavos afilados y listos para matar...

Máscaras llenas de odio, cosidas a personas interesadas, esas criaturas que solo beben tu sangre para saciarse y cuando dejas de servirles, tiran tu cadáver.

Meros monstruos que no tienen espíritu, alimentándose de la luz de ángeles, vacíos por dentro, con ganas de arrojar piedras a toda buena persona que se acerque.

Diablos con un fondo oscuro, un alma negra, queriendo matarte por dentro, dejarte sin aliento, destruirte, llenándote de malos momentos, recordando tus penas, saciándose ellos. Llevando máscaras de cuerpo entero creando reflejos de buenas personas llena de inocencia, queriéndose llevar almas a su infierno.

Y mientras tanto, hermosa criatura, llena de inocencia, en medio de la oscuridad, extrañando un poco de luz, aferrada a su corazón para que no sea despegado de su cuerpo. Pequeña asustada, atemorizada, nerviosa... Latidos vienen y van, mientras sus ojos observan todas las máscaras con una sonrisa despiadada, intentando matarla por dentro...

Tranquila, dulce niña, poco a poco, hasta las máscaras mejores pegadas salen, poco a poco a los lobos se les va despellejando la piel de oveja.

Tranquila mi amor, aférrate en tu corazón, alienta a tu alma, levántate, tú y solo tú tienes la conciencia tranquila, cree en ti, el karma tarde o temprano les llega a todos.

Tarde o temprano no habrá más máscaras.