Balas de nieve,
mi pulso se acelera sin comprender tanto odio de dónde viene.
Balas de nieve,
palabras frías que cuando me rozan ardo.
Balas de nieve,
ser de luz que vive en la oscuridad imaginando cómo será el día que entre un rayo de sol
en la tormenta de su ser.
¿Será eso cierto de que existe la felicidad?
Ella sueña
con escapar de las miradas de hielo
de aquellos que cometieron la estupidez de confundir el titanio con el cristal,
de ver en su bondad un gesto de debilidad.
Ella sueña
con derretir la escarcha de sus corazones
porque tiene mil razones
para demostrarles que ella vale un montón.
Pero vuelve a sentir las malditas balas de nieve,
y se desmorona
preguntándose qué pinta en un mundo tan gélido.
Lo que no sabe, es que no pinta nada
porque ella es una estrella.
