CAPITULO 9

47 3 0
                                    

Los días pasaron y nunca recibí una llamada de Adrien. Para mí eso significaba que ya todo había terminado ese mismo día y no podía estar más agradecida con eso, pero lamentablemente ese día también algo en mí había cambiado y la decepción de no saber nada de él me inundaba curiosamente.

Tampoco trate de ponerme en contacto, al contrario seguí con mi rutina en mi trabajo y con mi vida. Lydia y Robert cuestionaron un poco mi comportamiento y un sinfín de preguntas llegaron a mí ese día, pero luego de responder todas con orgullo, ellos finalmente comprendieron que Adrien había sido como una pequeña hoja de otoño que llega y luego se va con el viento. No había duda alguna para nadie que ya estaba superado, solo había un pequeño detalle, el traje de Adrien aún seguía en mi oficina en espera de ser retirado.

No quería llamarlo primero, no porque tuviera un orgullo, simplemente necesitaba saber que él estaba preocupado con esto tanto como yo, a pesar de que ya me había depositado el dinero, así que decidí mandarle un mensaje para informarle, recordando que la Melek profesional aún existía.

"Buenos días. Señor Jones, aún tenemos su traje en la tienda y su depósito fue entregado con existo, es por eso que necesitamos saber una fecha estimada para su retiro, en otra ocasión si así lo desea puede ser enviado a domicilio.

Muchas gracias, que tenga un buen día."

Suspire luego de pulsar la tecla de enviar, ese había sido el mensaje más profesional que había tenido con él así que me sentía orgullosa de aquello.

Seguí con mis deberes hasta que termine mi jornada. Lydia y Robert esta noche irían a mi departamento así que teníamos una gran noche por delante. Cuando ordene todos mis papeleos de mi escritorio, mire por última vez aquel traje que estaba en mi oficina esperando por ser recogido, apague las luces con una media sonrisa y cerré la puerta dejando atrás aquella sensación que se había instalado en mí.

Cuando llegamos a mi departamento inmediatamente me puse mi pijama, a pesar de que mis amigos aun estuvieran aquí, necesitaba un respiro, a ellos no pareció importarles así que nos instalamos en mi living para tomar una copa de vino y un trozo de pizza.

Ya sentando en un sillón me acomode con mi pizza en mano, devorándola lo más rápido que mi mandíbula me lo permitiera, me encontraba realmente hambrienta, mi mal habito por trabajar y olvidarme de la comida se me había ido de las manos que ahora las consecuencias eran evidentes.

Terminamos nuestra pizza con gusto y empezamos a conversar sobre las cosas que nos habían sucedido, Lydia como la buena amiga que era quiso sacudir un poco el corazón de Robert y menciono a Jason en la conversación.

—Creo que se ven lindos juntos pero por una extraña razón siento que Robert no quiere involucrarse con él.

Robert negó con su cabeza mientras que con una mano llevaba su copa de vino hacia su boca.

—No quiero que me lastimen como la última vez. Solo estoy siendo precavido, es mejor ir lento.

Lydia le dio una sonrisa cómplice y lanzo su mirada directo hacia mí.

—Melek sabe lo que es eso.

Gruñí porque sabía que de alguna manera la conversación giraría en torno a mí.

—Lo mío es muy distinto. —Me defendí.

Lydia rodo los ojos divertida. De alguna manera pensé que me había salvado de aquellos comentarios sobre Adrien, pero ya veo que no era así, Lydia y Robert siempre se encargaban de recordármelo.

Me levante del sillón ya que mi celular sonaba al otro lado de la habitación. Lydia y Robert siguieron conversando mientras que yo me iba a mi habitación para atender el llamado.

No Eres Mi SecretoWhere stories live. Discover now