Las mañanas ya eran rutinas, ir al trabajo muy temprano y encerrarme en mi oficina sin darme cuenta que luego llegaría Lydia y Robert en cualquier momento. Miraba el traje de Adrien en el maniquí que poco a poco estaba empezando a tomar la forma que quería. Las horas pasaban al igual que los días y Adrien no se había aparecido por mi oficina para comprobar cómo iba todo, ni siquiera una llamada, y yo no podía estar mejor con eso. Después de aquella llamada en mi departamento todo había sido como quería, profesional, y eso era lo mejor.
El traje le faltaba solo pequeños detalles para estar listo y mi felicidad era grande, el traje estaría listo mucho antes de lo prometido.
Lydia apareció en mi oficina después de haberme tomado mi tercera taza de café.
—¿No te cansas de ser tan correcta? —Cuestiono mientras me regalaba una sonrisa y cerraba la puerta.
Mire hacia ella un poco cansada. Estaba segura que si me miraba en un espejo las ojeras debajo de mis ojos resaltarían.
—No siempre lo soy. Al menos no con mis padres.
Asintió comprendiendo la situación.
—Aún no entienden tu decisión.
—No, y tal vez nunca lo hagan.
—¿ Y Adrien?. No hemos recibido ninguna llamada de él.
—No losé. Simplemente desapareció. Pero yo lo volveré a llamar cuando su traje esté listo.
Lydia observo el traje y luego dirigió su mirada hacia mí con una mirada cómplice.
—¿No es extraño?. Dice que iba a llamar y no lo hace. Tiene ese deseo de que le atraes pero luego simplemente se aleja y desaparece.
Frunció el ceño. —Algo debe estar mal en él.
Negué con mi cabeza confusa. No había nada extraño para mí, simplemente estaba haciendo lo que le había pedido desde un principio.
—Es mucho mejor para mí. Y a pesar de esta ridícula atracción que él tiene hacia mí y la que probablemente me harás admitir que tengo hacia él, es simplemente eso. Aquí es todo profesional, a parte no quiero involucrarme con alguien como él. Tiene algo en sus ojos que me hace pensar que tiene muchos secretos de fondo y que hay algo mal en él.
Lydia asintió.
—Tienes razón. Su vida es muy complicada para que entres.
Aquello llamo mi atención pero no quería parecer tan interesada de como realmente lo estaba.
—¿Qué quieres decir?.
—Es solo que Robert ama su amigo internet que siempre busca cosas por ahí, y cuando supo que Adrien era el que vendría por su traje y después de esa pequeña no cita que tuviste con él, averiguo más de él y se enteró que su vida es un poco complicada. En sí no sé qué problemas tendrá pero la prensa dice cosas de él y hay rumores.
La mire sin saber cómo procesar aquella información, no porque quisiera ser parte de su vida, pero el hecho de que no estaba equivocada con él cuando dije que había algo mal, eso me hacía sentir extraña. Parte de mí solo quería dejarlo pasar pero la otra parte aún estaba llena de curiosidad y mientras más lo pensaba más me atraía la idea de averiguar que era.
—No importa. Solo quiero terminar este traje y que este tema de Adrien se acabe. Por ahora, ¿Podrías sacarme de aquí a un lugar para distraerme?.
—¿Enserio lo estás pidiendo?. Por favor, mi respuesta es un rotundo sí.
Sonreí feliz con su respuesta. Ya era el final para seguir hablando de Adrien y su vida, era el final para seguir preocupándome de mi trabajo por esta noche, necesitaba un respiro de mis problemas y de mi misma, si es que eso era posible.
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No Eres Mi Secreto
RomansaTrabaja duro, esfuérzate y vive tu sueño. Aquellas palabras era el lema de Melek. Una chica que no pensaba nada más en lo que debía demostrar a los demás, sobre todo a sus padres. Con su vida planeada y sueños por convertir en realidad, Melek nunca...