CAPITULO 3

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Trabajar en el pedido de Adrien era lo único en lo que pensaba en estos dos días que habían pasado. Me acostaba hasta tarde tratando de que el pedido terminara antes de lo planeado por lo que tenía que adelantar muchas cosas. Dos días en los que me acostaba pensando si estaba haciendo las cosas bien o no. Muy lamentable para mí, yo tenía la tendencia de ser muy perfeccionista, y el hecho de que Adrien no llamara o se presentara como había prometido me ponía aún más nerviosa. Por lo menos necesitaba su opinión del progreso.

Me encontraba en mi oficina cuando Lydia y Robert entraron.
Mire hacia ellos cansada. De verdad es que me estaba sobre exigiendo mucho en tan pocos días. Suspire y me estire un poco en mi silla que para mí mala suerte ya no estaba tan cómoda.

Lydia frunció el ceño.

—Melek, deberías descansar. Luces cansada.

Robert asintió de acuerdo con ella.

—Deberías. Jones dijo que ese traje debía estar listo al terminar el mes. Aún no estamos a mitad de mes y ya te estas sobre exigiendo.

Gruñí molesta conmigo misma, ellos tenía razón.

— ¿Irán a almorzar?—Pregunte. Ambos asintieron.

— ¿Quieres venir?—Sugirió Robert con una sonrisa reconfortante.

—Por supuesto que sí. —Sonreí. Ya era tiempo de un descanso.

Llegamos a un restaurante que se encontraba cerca de donde trabajábamos. La comida era muy buena y el ambiente del lugar era muy cálido. Cuando llegamos tomamos nuestros lugares y pedimos nuestro habitual almuerzo.

Lydia sonrió con complicidad.

— ¿Y Adrien?—De repente pregunto. Detuve el viaje de comida del tenedor a mi boca.

La mire estupefacta.

—¿Qué ocurre con él?.—Cuestione. Robert miro de Lydia a mí con una sonrisa cómplice.

—Es muy guapo. Es una lástima que no venga a ver como esta su traje.

Rodee mis ojos y seguí comiendo.

—Lo que menos me importa ahora es ver su encanto. Estoy muy presionada con su pedido que no tengo tiempo para nada más.

—Aún no puedo creer que le dijiste que estaba comprometido.—Robert rió.—Se nota que pasas mucho tiempo trabajando. Ese hombre es todo un donis en las empresas. Es muy famoso en su vínculo y es muy deseado y a la misma vez es tan reservado que eso lo hace aún más atractivo.

Fruncí el ceño procesando toda la información.

— ¿Quién te dijo eso?—Pregunte dudosa.

—Internet. Y si hubieras buscado su nombre en internet antes de decirle si estaba comprometido, creo que te hubieras ahorrado tu vergüenza.

Lydia rió divertida.

—Está bien que ella no supiera de él. Eres tan dedicada en lo que haces que ciertamente te olvidas de todo y todos.

Deje de comer para mirar a ambos.

—¿Qué se supone que debo hacer?. Trabaje tan duro para cumplir mi sueño que necesito mantenerlo. Los hombres o cualquier obstáculo en mi trabajo está bloqueado.

Lydia asintió mientras se acomoda sus anteojos que la hacían lucir aún más agradable. Ella tenía un aura muy reconfortante.

—Es por eso que estamos diciéndote esto. Somos tus empleados, pero también somos tus amigos y hemos visto como luchas por lo que quieres, y eso es bueno. Pero ahora que lo tienes casi todo también deberías aprender a concentrarte en ti. Y tratar de no ser tan dura.

No Eres Mi SecretoWhere stories live. Discover now