Frustración y arrepentimientos

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Yuki abrió los ojos con lentitud. Su mente se sentía mucho más ligera después de haber dormido. Clavó su mirada en el techo desconocido por unos instantes hasta que la información llegó a él como un balde de agua fría. Realmente había esperado que se tratara de un simple sueño que seguramente olvidaría conforme avanzara el día, ¿cómo se suponía que viera ahora a su superior o compañeros?

Le habían indicado capturar a Two M, no hacerlo con él.

Suspiró.

No se había atrevido a mover su campo de visión del techo porque sentía el claro peso de la cabeza del terrorista sobre su pecho. «Momo», quiso sacudir la cabeza para olvidar el nombre, pero sabía que eso podría despertar al contrario, además de que dudaba que funcionara como método de olvidar cosas. Por fuera el sol continuaba elevado, por supuesto, después de todo había ido en pleno amanecer. «¿Por qué me dejé llevar en primer lugar?». No había pensado con claridad en lo absoluto, ¿dónde estaba su profesionalidad? Simplemente actuó sin pensar en lo que podría pasar, y ahora estaba metido en eso. «Me van a despedir».

Pensó que lo mejor sería no volver a despertar jamás por lo que volvió a cerrar los ojos. Quizá si cuando los volvía a abrir Momo «no, Two M», se movería de posición, dejándole un modo de escapar y fingir que nada de eso sucedió. Esperaría una semana, quizá con la excusa de haberse enfermado, para regresar a la rutina de intentar capturarlo. Hasta un día conseguirlo y poder disfrutar del reconocimiento ignorando que había sucedido algo como eso. Ignorando que su primera vez había sido con un terrorista... demonios, ¿cómo se había dejado llevar de ese modo?

—¿Qué...? —no pudo contener la pregunta cuando se dio cuenta de que su cabeza había sido rodeada por los brazos del otro—. ¿Por qué?

—No me dejes... —murmuró el otro al parecer lo suficiente dormido todavía—. Yuki... eres el único que me queda —el de cabello plateado se sorprendió un poco al darse cuenta que el otro parecía haberse acostumbrado demasiado rápido a llamarlo por su nombre. Aunque incluso él lo había comenzado a hacer.

Ya no eran "Detective-san" y "Two M", ahora eran Yuki y Momo. Dos personas que además de compartir sus nombres habían compartido un momento demasiado íntimo como para ser mencionado... Una cosa había sido observado desde la ventana, pero era muy distinto haber terminado en vuelto. ¿No era una pésima acción acostarse con un desconocido después de terminar con tu amante? Yuki no tenía modo de saberlo, pero igual cargaba la mitad de la culpa, ¿todavía podían llamarse desconocidos? Bueno, nunca lo habían sido en cierto sentido, sólo que cuando se encontraban uno perseguía al otro con la intención de meterlo tras las rejas.

—No te dejaré —murmuró sin pensarlo demasiado, acariciando el cabello del otro como pudo.

—¿En serio? —Momo se levantó de inmediato cambiando el tono adormilado por uno más enérgico.

«Así que estaba despierto», pensó Yuki viéndolo por unos minutos antes de moverse hacia un lado para poder sentarse. Nuevamente la frustración con la que despertó se apoderó de él. En verdad, ¿qué había hecho? Decir que se sentía apenado de la situación del otro no era una excusa para lo que habían hecho. No se le ocurría ningún tipo de explicación para sus acciones.

—Luces como si estuvieras planeando quitarte la vida —mencionó el otro mientras se estiraba, aparentemente comprobando el estado de su cuerpo—. Descuida, no tenemos que terminar nuestra relación detective-terrorista por esto... Antes que nada déjame aclarar que es la primera vez que lo hago con alguien que no es... con otra persona —suspiró no dejando que el desánimo le ganara—. Es mejor si ponemos las cartas sobre la mesa de una vez, ¿no?

MISSION (Re:vale) (Yaoi) (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora