Brinca, de un cuadro de la cerámica al otro.
Brinca, por los peldaños de la escalera.
Brinca y por favor sálvame.
Escuché que me gritaban, pero quién; me siento extraña, esta vez yo no soy el peligro, al contrario, me están pidiendo ayuda y tengo la rara sensación de querer ayudarla.
Cuando llego al siguiente piso me encuentro una escena horripilante, una mujer con el rostro tapado con una funda, desnuda, amarrada con las manos en la espalda y un hombre sobre ella violándola, me acerco a ellos y le doy un fuerte puñetazo al hombre en la cabeza pero para mi sorpresa él ni me ve, lo vuelvo a intentar, ésta vez empujándolo con todo mi cuerpo mientras le grito que pare, pero él otra vez ni se inmuta; al contrario, le agarra los muslos a la chica con tal fuerza que los deja rojos y luego le da un cachetada, yo me quedo impactada y asqueada pero sobre todo me duele ver sufrir a esa mujer, aunque eso no tenga mucho sentido.
La bestia le coloca las manos en sus hombros y las desliza hasta sus caderas ejerciendo presión con las uñas dejándole unas marcas muy notorias.
Los gritos de ella son cada vez más fuertes hasta el punto de cansar al troglodita así que la agarra por el cuello y le levanta la cabeza para estrellarla contra el suelo, una, dos y tres veces hasta que dejó de gritar, pero sigue llorando. Él la sigue golpeando a lo largo de todo su cuerpo; en el abdomen ya se pueden observar muchos hematomas y le da un último golpe con el puño en el rostro haciendo que pare de defenderse, ya no tiene más fuerzas.
Él agarra un cuchillo y comienza haciendo pequeños cortes en su cintura, ocasionando que vuelvan los gritos; luego de hacer diez cortes pequeños enterró el cuchillo treinta veces a lo largo de todo su torso, matándola de una manera muy dolorosa, siento como si esas puñaladas me las hubiesen hecho a mí, no entiendo por qué me duele tanto, hasta que él le quita la funda de la cabeza, ahí todo tiene sentido, no puede ser— Noooo— grito y siento como mi garganta se desgarra pero eso no me duele tanto como verla a ella, al amor de mi vida, a mi Alessia tendida en el piso.
Me levanto de un tirón y miro la cama, no está Alessia, grito su nombre y no escucho respuesta, en lugar de eso siento como tocan la puerta y me la imagino afuera, con el desayuno que fue a comprar, diciéndome que otra vez se le quedaron las llaves, eso le pasa todo el tiempo, me paro de la cama con una sonrisa enorme, que voy a hacer yo con esa señorita y esa memoria tan mala que tiene. Pero al abrir la puerta mi sonrisa se borra por completo al ver a la policía— ¿Qué ocurre?— le pregunto al oficial mientras lo invito a pasar.
—¿Aquí vive Alessia Salvatore?— asiento con la cabeza ya que el nudo que tengo en la garganta no me deja hablar— ¿Qué relación tiene usted con la señorita Alessia?— me interroga mientras toma asiento en el sofá de la sala justo al frente de mi lugar.
—Es mi...—se me quiebra la voz al hablar— es mi novia.
—Lamento informarle que el cuerpo de su novia fue hallado sin vida a tres calles de aquí— no puedo controlar más mis lágrimas y me hago un ovillo en el sofá. No sé cuanto tiempo he estado llorando pero el oficial espera paciente a que me recupere para seguir con la investigación.
—¿Qué le pasó?— susurro con la esperanza de que el oficial me escuche.
—Fue violada, golpeada y apuñalada. Trate de mantener la calma, se que es difícil pero mientras más rápido nos diga todo lo que sabe, más rápido encontraremos al asesino—. El seguía hablando pero yo no podía escuchar más, la mataron igual que en mi sueño, ¿quién era ese hombre? Y ¿Por qué le hizo esto a ella?
Le dije todo lo que sé al oficial (sin contar la parte de mi sueño) y me dijo que me iba a llamar al recibir cualquier noticia, espero que lo encuentren muy rápido, necesito respuestas.
Me pasé todo el día llorando; por qué, por qué a ella, si es la persona más buena que conozco y así me di cuenta que en nuestra vida siempre existirá la persona pulmón... Puedes vivir sin él pero nunca vas a respirar de la misma manera.
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Dedos teñidos en sangre de unicornio
Short StoryJudith Johnson es una joven morena obsesionada por el orden, las listas y lo colorido; vive con su novia Alessia Salvatore, una escritora muy famosa, Judith está experimentando extraños episodios en su vida que la inducen a ir al psicólogo ¿Qué será...