(Narra Shinji)
Cada mañana, tarde y noche son los mismos papeles en cada rol jugado. Para mi, mi padre, compañeros de salón y maestros.
Cada amanecer, al abrir los ojos y posar mi mirada sobre el techo de mi habitación, el primer recuerdo en mi mente son aquellos ojos recorriendo mi cuerpo desnudo, esas manos suaves viajando alrededor de mi espalda, mi cadera y hasta llegar a mis muslos. Sentir la temperatura de su piel contra la mía. Me estremecía el solo hecho de pensar en su boca, en sus labios.
Durante todo el transcurso que trace desde mi cama, llegando al baño para ducharme y después, acto seguido, al salir de casa para dirigirme a la escuela no pude parar de pensar en cada parte de su cuerpo. A cada paso que daba recordaba aún mejor la sensación de sus manos rozando mi piel, sus dedos dibujando el contorno de mis labios, su mirada penetrante que ahora era solo mía. Incluso la sensación de su cabello en mi pecho, mientras él con su boca recorría mi torso. Todo él era tan embriagante; su aroma, el sabor de sus labios, la sensación de su piel contra la mía, su respiración agitada, recordar sus ojos en aquellos momentos, tan llenos de éxtasis.
No había forma en la que no pudiera parar de pensar en su presencia, su figura, su rostro tan intacto, su manera de moverse.
Para el momento en que quise salir de mis pensamientos ya había llegado al instituto. Me dirigí a mi salón con la sensación de incomodidad por no tenerlo cerca. Porque lo que ambos sentíamos era mucho más fuerte y escapaba de nuestro control.
Sabía que aun estando en la misma habitación, a pocos metros de distancia, ambos estábamos tan alejados en realidad. Había una distancia entre ambos que no podíamos ignorar, algo invisible pero tan tangible. Entre justo a tiempo al aula para tomar la primera clase y me sorprendí al no verlo en su sitio. Lo que más anhelaba esta mañana era poder siquiera mirarle al cruzar aquella puerta, intercambiar miradas juguetonas, una sonrisa y simular que todo estaba bien. Que nadie se enterara lo que estaba sucediendo. Era algo solamente entre él y yo.
Camine hasta llegar a mi lugar, me senté y no pasando más de 10 segundos, todos se levantaron de sus asientos, observando al frente y al unísono pronunciaron un "Buenos días". Aquella mirada rápidamente se posó en mí, aquellos ojos color carmesí jugaban conmigo en aquel momento. Reconocí que dentro de él, me estaba desvistiendo lentamente con el recorrer de sus ojos. Nunca me sentí tan completo como en aquel momento, donde todos se desvanecieron y solo estábamos nosotros dos.
-Buenos días, clase – exclamo él desde su escritorio
Lo que ambos nos dijimos, lo que había pasado, el sentir de nuestros cuerpos, todo, en ese momento, volvía a la normalidad, a la vida rutinaria de un alumno y su maestro.
![](https://img.wattpad.com/cover/156475743-288-k945961.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Only Letters (ONE SHOTS)
AléatoireDesde un romance en el instituto, un amor prohibido, un impacto que cambiara el rumbo de la historia de la humanidad, un ángel con las alas cortadas, relaciones por la red, pesadillas de media noche y citas con amigos al cine son solo algunas de las...