8.- Konoha caliente

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La noche avanzaba y la gente dormía en sus camas, unos cuantos más aún seguían despiertos, por misiones, guardias o noches de fiestas y otros tantos que regresaban de una para ir directo a la cama. Entre ellos se encontraba Sakura, que toda mugrienta y con grandes ojeras entró a su casa arrastrando los pies.

Era tan claro que estaba muy cansada al punto de desfallecer cuando entró y dejó sus botas llenas de lodo sin cuidado en la entrada, la mochila de viaje ligeramente chamuscada en la sala de estar, los calcetines (si se le podía decir así a aquellas cosas hediondas) a media escalera y su kit medico frente a la entrada de su cuarto. Una vez dentro ni se molestó en quitarse su ropa llena de barro, sudor y sangre (y eso es decir demasiado para ella), se tiró a la cama boca abajo con los pies colgando directo a dormir.

—*Tú te lo buscaste* —incluso la irritada voz de inner Sakura salió como un quejido de lo igualmente cansada que estaba Sakura.

¿Por qué estaba cansada? Bueno, a decir verdad, se debían a misiones que realizaba, desde hace casi tres meses para acá ha estado muy ocupada que apenas y tenía tiempo para dormir o incluso, tener 1 hora de sueño era un lujo. Sus labores se triplicaron desde que regresó a la misión con el equipo ANBU de Itachi Uchiha.

Su tiempo se dividía entre el hospital, ayudar a su shishou en su oficina, el laboratorio de venenos con Shizune, que Tsunade le enseñe alguno que otro jutsu médico, entrenamientos con el equipo 7 y sobre todo las misiones con el equipo 7 y el equipo Zero de ANBU, si así así es, estaba trabajando en el mejor equipo ANBU de toda la aldea y no, no es parte de ANBU, simplemente ayudaba como ninja médico porque al parecer no hay muchos ninjas médicos y tal parece que no existe un ninja médico como tal que sea parte de ANBU.

Sin embargo, lo que ella en un principio creyó que sería una forma de probarse a sí misma que podía hacer las cosas resultó ser su perdición. Notó que había perdido un poco de peso, tenía unas grandes ojeras por largas horas de desvelo por ponerse al día con sus actividades y su mejor amiga en la actualidad eran las píldoras soldado, que ahora estaba tratando de hacer una fórmula en la que no tenga un efecto secundario tan potente como las de ahora que a pesar de ayudarle un momento la dejaba más cansada, y claro como necesitaba más energía se tomaba otro par de pastillas para compensarse.

El cómo empezó esta lluvia de misiones donde su tabla de misiones donde saltaba de una a otra misión en cuestión de casi nada, no lo sabía, pero tenía la ligera sospecha de que tiene que ver con el día en que regresó con el equipo Zero de la misión y al dar el informe se encontraron al equipo 7 con su Shishou peleando, justo después de que sorprendentemente el capitán Uchiha la llamara por su nombre, algo que naturalmente no se esperaba, no de el al menos.

—Sakura superó mis expectativas.

Giró su cabeza de golpe a mirar a su capitán Itachi, sus ojos se abrieron enormemente como sus labios se despegaron ligeramente. La había llamado por su nombre.

Incluso entre la impresión creyó ver que Kakashi enarcaba la ceja, Sasuke entornaba los ojos como confundido sin creer lo que acaba de escuchar, Naruto miraba como si no entendiera lo que pasa (como casi siempre) y a Sai se le abrieron ligeramente los ojos.

Estaba tan pasmada que no escuchó el informe que le dio Itachi a su maestra hasta que ella le felicitó y entonces, su cerebro volvió a funcionar.

—Bien hecho Sakura. No esperaba nada mas de ti.

Se sonrojó ligeramente ante el halago, normalmente saltaría en su mente de euforia al recibir un halago de ella, pero con la habitación llena de gente poderosa, maestros y amigos se sintió un poco cohibida, además aun no salía del todo de la impresión.

Al límite del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora