Mudanza por sorpresa

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Iba de camino a la cafetería, donde había quedado con Jennie Kim. Me puse los auriculares, le di al play y comenzó a sonar "God is a woman" de Ariana Grande. Observaba cada detalle, cada cosa que sucedía a mi alrededor. Entré en la cafetería y busqué con la mirada a mi chica. Nada, aún no había llegado. Me senté en nuestra mesa y seguí escuchando música con los ojos cerrados echada sobre la mesa.

 Me senté en nuestra mesa y seguí escuchando música con los ojos cerrados echada sobre la mesa

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-Lisa. -No le escuchaba con la música.- ¡Lisa! -Me tocó el hombro y me sobresalté.

-¡Qué! -Levanté la cabeza y mi mirada se cruzó con la de Jennie.- Anda, hola. Perdona, no me di cuenta...

-No lo sabía.

Se sentó en frente mía habló con la camarera mientras yo la miraba fijamente. La notaba un poco distante. Una vez que terminaron de chalar, me miró.

-¿Qué tal el ensayo?

-Bastante cansado la verdad. -Tenía la barbilla sobre la mesa. Mis labios mostraban una mueca seria y miraba mi dedo haciendo circulitos en la mesa. Quizás la que estaba distante era yo.

-¿Estás bien? Te veo decaída...

-No sé. Quiero mimos...

Me miró poniendo los ojos en blanco. Se acercó a la barra y pidió que le pusieran los dos batidos para llevar, los pagó y marchamos a mi casa en la acera de enfrente. Una vez dentro, cogió algo de comer y lo puso en la mesa con los batidos. Me tumbé en el sofá y ella hizo lo mismo abrazándome.

-¿Qué atormenta a esa cabezota? -Me acariciaba el pelo y me besaba la cabeza.

-No es nada. -La besé.

Nos quedamos toda la tarde en el sofá viendo pelis y dándonos mimos. Mi teléfono comenzó a sonar y al ver que era Rosé le colgué. "Siempre en el mejor momento". Llamó un par de veces más y repetí el gesto. No era el mejor momento para ponernos con los dramas. Al rato volvió a sonar y esta vez llamaban desde el teléfono de Kim Jisoo. Pensé que sería ella, que le habría pedido que le prestase el teléfono porque yo no le cogía así que volví a colgar.

Jennie, que estaba sobre mí, comenzó a besarme el cuello.

-Sh, para... -solté una risilla.

Ella siguió besándome el cuello haciendo que me excitase. La cogí en brazos y subimos a mi habitación. Una vez allí, le quité la sudadera y besé su pecho, la tumbé en mi cama, bajé sus pantalones y metí mi cabeza entre sus piernas haciendo maravillas. Justo cuando iba a llegar sonó el timbre.

-Por favor, sigue. -Me susurró.

Le hice caso y llegó tapándose la boca con la almohada para que no se la oyera. Me abrazó super fuerte y la besé durante unos minutos. El timbre volvió a sonar un par de veces, así que, me levanté, me lavé la cara y bajé a abrir la puerta mientras Jennie me esperaba arriba. No esperaba visita. Abrí y para mi sorpresa eran Jisoo y Rosé. Entraron como Pedro por su casa y se fueron a la sala.

-¿Por qué no contestas? -Me preguntaba Jisoo preocupada.

-Estaba dormida. -Contesté nerviosa.

-Pues ve espabilando y llamando a Jennie que tenemos muchas cosas que hacer.

-¿Qué cosas?

-Nos mudamos todas juntas. Ve llamándola mientras te ayudamos a empacar.

Subieron las escaleras directas a mi cuarto y cuando llegaron se encontraron a Jennie en mi cama vestida y un poco despeinada mirando el móvil. Rosé miró a otra parte y abrió mi armario.

-Empezaremos por aquí.

Jisoo me miró un poco desconcertada.

-¿Qué pasa?

-Nos vamos a una casa todas juntas. Jisoo, acompaña a Jennie a su casa y ayúdale a empacar.

-Claro. Vamos. -Se fueron abrazdas por el hombro. 

Una vez a solas con Rosé, nos pusimos manos a la obra. Saqué la maleta y metí la ropa que ella me iba entregando. Una de las veces, mis manos agarraron las suyas sin querer y paramos en seco mirándonos a los ojos.

-Déjame explicarte, yo...

-No me incumbe, Lisa. Solo espero que no me des de lado con tus caprichos.

Esa frase me heló la sangre. Me di cuenta de que me estaba olvidando de mi mejor amiga por una chica, estaba rompiendo nuestra promesa. En ese mismo momento, solté la ropa que tenía entre mis manos y la abracé muy fuerte.

-Cómo voy a dar de lado a mi persona favorita del mundo.

-Te quiero.

-Yo a ti también.

Cuando terminamos de empacar avisé a Jisoo, la cual ya venía de camino con Jennie en la furgo. Una vez en casa, metimos todo el equipaje, cogí a Leo, nos montamos en la furgo y emprendimos la marcha hacia nuestro nuevo hogar.

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