𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 3

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Mientras hablaba por medio de la bocina del pequeño teléfono, pensaba en lo atractivo que era, y en las ganas que tenía de llevarlo a mi cama y poseerlo; pero la verdad no deseaba dar la impresión de verme tan desesperada ni mucho menos me atrevía...

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Mientras hablaba por medio de la bocina del pequeño teléfono, pensaba en lo atractivo que era, y en las ganas que tenía de llevarlo a mi cama y poseerlo; pero la verdad no deseaba dar la impresión de verme tan desesperada ni mucho menos me atrevía a pedírselo directamente. .

- Uno muy sencillo cariño- su voz era agradable de escuchar, pero a la misma vez exasperante, era irritante e imprescindible - solo tienes que deshacerte de un licántropo que ya se a convertido en una verdadera molestia. El pequeño canino está cazando humanos en el bosque cercano al pueblo. Sé que sabes muy bien lo que haces y sé puedes localizarlo con facilidad, pero si tú quieres yo podría ayudarte, solo si tú me lo pides con amabilidad - dijo con una voz provocadora y atrayente, una muy difícil de rechazar.

-¡No gracias! Yo misma me desharé del problema- respondo lo más convincente posible mientras me muerdo los labios para no arrepentirme de rechazar su tentadora oferta- pero después de engargarme del maldito perro, realmente espero que el consejo sepa cómo recompensarme debidamente.

- Por supuesto, sabes que en cuanto esté resuelto el problema, obtendrás la recompensa acordada- una pequeña risa se escucha del otro lado de la línea - lo digo en serio, llámame si necesitas de mi ayuda... Y realmente espero verte pronto mi belleza demoníaca - tan pronto como dijo aquella última frase, el constante y desesperante tintineo de la línea telefónica se escuchó. Aún no podía creer que sus provocaciones estuvieran afectandome de tal manera. Sí, claro que quiero follarmelo, pero sé con claridad que no es correcto combinar el trabajo con el placer. Borró todos aquellos pensamientos y tan pronto como eso sucede me dirijo inmediatamente al sitio en donde sabía que estaba aquel lobo, que en el pasado ya nos había dado un par de problemas.
Al llegar al lugar me percató de un gran percance, ya que no era solo uno, si no se trataba de cinco licántropos jugando con su presa; un pobre humano que al parecer ya se encontraba muerto.
No podría yo sola con aquellas bestias, así que de inmediato saqué mi teléfono y llamé a Vegeta. Tan pronto como sostengo el pequeño aparato en mis manos, sé que voy a arrepentirme por darle a conocer que necesito de su ayuda, pero prefiero perder una mínima cantidad de dignidad a perder la vida haciéndome la heroína.

- ¡Estás loco! hay cinco lobos ¿Acaso quieres que me maten?

- Estoy cerca del lugar; me preocupe por tí , y también intuí que no podrías con esta clase de trabajo.

- Son demasiados, no podrías tú solo con ellos, así que no seas demasiado presuntuoso- pero sabía perfectamente que él sí podría encargarse de ellos. Él era un maldito vampiro de sangre pura y tenía más de 800 años ¡Claro que era más fuerte que yo!... Y lógicamente tenía mucha más experiencia.

- Sé perfectamente que te mueres por verme...

- No digas estupideces ¿Vendrás o no?- sí deseaba verlo, como quizá nunca había deseado algo en toda la puta vida.

- Está bien preciosa, estoy verdaderamente complacido cuando escucho tus súplicas implorando por mi ayuda. No te preocupes, llegaré pronto.

-¡No estoy supli...! - el imbécil acabó por colgarme. Si no fuera por qué es miembro del consejo, y sin dejar de mencionar que me pone un poco nerviosa, no tendría la necesidad de soportar sus idioteces.

Realmente me encantaba ese hombre, me tenía locamente obsesionada; pero no sabía si él correspondía los mismos pensamientos lujuriosos que me invadían.

Espere un poco más de cinco minutos a que llegará, cuando sentí unas grandes y fornidas manos rodear mi cintura...

Espere un poco más de cinco minutos a que llegará, cuando sentí unas grandes y fornidas manos rodear mi cintura

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Tu alma es mía[Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora