Tu alma es mía[Editando]

Capítulo 20. ( Penúltimo capítulo) "Te esperaré"

Ambos estaban dispuestos a pelear sin miedo a morir; pero cuando se abrieron las puertas, se quedaron inmóviles; mientras comenzaba una nueva guerra entre los rebeldes y nuestros aliados. Un alivió sacudió mi ser al saber que ya no estábamos solos...

– ¡Ataquen! Imbéciles– gritaba Frizer; ese momento se inicio la batalla entre esos dos seres de extraordinaria fuerza; Goku y Vegeta, mientras yo, ya con un poco más de energía, atacaba sin piedad a los traidores.
En pequeños momentos desviaba la mirada para ver quien iba victorioso en aquel enfrentamiento; los dos eran demasiado fuertes, no sabía quién sería triunfador, pero cualquiera que fuera el ganador, no sería feliz. Apesar que Goku no había hecho lo correcto, no podía juzgarlo; somos demonios que fueron creados para desatar la ira y el odio. Durante muchos años él se había convertido en mi única compañía; mi consuelo cuando era humillada y golpeada por el rey Bardoock; crecí a su lado.Sabía que todo era culpa de mi padre, por heredarme su traición.

Por otro lado Vegeta me había enseñado lo que es el amor, un sentimiento demasiado escaso en mi mundo; si algo le sucedía, yo preferiría morir antes que una vida sin él.

Cualquiera que fuera el resultado yo no estaría conforme. De pronto se escuchó un grito demoniaco; aquel ruido se disipó por toda la habitación, lastimando los oídos de los presentes. El rey había echo acto de presencia, marcaba firmemente quien era él que tenía el mando en ese momento.

– ¡Alto!– dijo Bardock.

– No interrumpas padre– respondió Goku.

– Si lo matas, el consejo irá tras de ti; a quien deberías matar es a esa traidora– dijo Bardok señalandome con la mirada hecha fuego– Por ella le has dado la espalda a tu padre– Goku se acercó lentamente a Bardock.

–Yo...no podría matarla padre, sería como matarme a mi mismo; no se qué clase de maldito sentimiento es este pero...es el peor de todos.

– Hijo mío, no puedes mostrar piedad, eres el príncipe del infierno, ella es una  maldita traidora al igual que su padre.

Vegeta se acercó a donde yo me encontraba; se colocó en frente de mí de modo sobreprotector.

–¡No te acerques insecto o te mataré!

Miré el panorama, en él solo podía observar los cadáveres de Frizer y los súbditos de Raditz manchando el suelo de sangre; mientras que los sobrantes se limitaban a ver qué es lo que sucedía.

–¡Yo seré el que te maté!– dijo Goku.

Los tres eran miembros del consejo, pero Vegeta era él de más jerarquía; así es que si intentaban matarlo, los demás miembros se los harían pagar.

– Tenemos que irnos hijo– en ese momento Goku entro en razón y acercó a mi.

–Está vez él gana, pero no lo dejaré salirse con la suya; tú eres mía aunque quieras negarlo; siempre esperaré tu regreso como cuando éramos pequeños y acudías a mi consuelo– sentí tristeza al oírlo, apesar de que se portó terrible.

Guarde silencio; y al no recibir una respuesta, se dio la vuelta y se retiró junto con su padre...