— Será mejor que vayáis saliendo, vamos a cerrar.
El limpiador se dirigía hacia Ivonne y Rush, que estaban sentados en un despacho tecleando en el ordenador.
— Enseguida saldremos— Ivonne no se molestó en despegar la vista de la pantalla.
El limpiador, que llevaba una carretilla, se les quedó mirando por unos segundos para ver si se levantarían, pero no fue así.
— Hagamos una cosa— el limpiador se metió las manos en el bolsillo y sacó unas llaves— cuando salgáis cerrad, que yo tengo un estómago que llenar.
El limpiador dejó las llaves sobre la mesa donde estaban los dos con su atención en él. Después, se fue.
— ¿Qué hora es?— Rush esperó a que el limpiador se alejase antes de decir nada.
— Son las...— le tomó un tiempo sacar el móvil del bolso— ...22:05.
— Vale, es más tarde de lo que creía. ¿Quedará alguien más aquí dentro?
— El majestuoso limpiador nos ha dejado las majestuosas llaves a nosotros, ¿sabes lo que eso significa?— por cada palabra que decía Ivonne relentizaba aún más la siguiente.
— ¿Que tenemos todo el edificio para intentar descubrir dónde está Serpiente? — respondió con un tono de pregunta retórica.
— Está bien, el limpiador debería haber salido ya, levántate y vamos.
Al acabar la frase, todas las luces del edificio fueron apagadas. La única luz disponible que les quedaba era la natural, así que Ivonne subió la persiana del despacho en el que estaban.
— ¿Sabes que es de noche y está oscuro, verdad?— Rush intentaba pensar en más cosas.
— Pues como no haya ninguna linterna por aquí...
Rush se giró alarmadamente hacia Ivonne, que estaba enfrente de las ventanas.
— De hecho, sí las hay. Hay un cuarto con linternas y cosas así de emergencia por si no hay luz.
Ivonne se quedó mirándole por un segundo y se dirigió hacia la puerta, pero antes parando para coger las llaves que les dejó el limpiador.
— ¿Crees que esa habitación debería poder abrirse con alguna de estas?— alzó las llaves y todas se desplazaron en la parte baja del llavero.
Rush se mostró indiferente y empezaron a caminar hacia el gran pasillo.
— Bien, estamos en el segundo bloque— caminaban ambos tocando la pared para no desviarse en la gran oscuridad— Si esa habitación existe, es que tiene que estar abajo por lógica, ¿no?
— ¿Lógica?— Rush le respondió al instante— Podría estar en cualquier lado, debería de ser de tres metros cuadrados.
Ivonne, que iba delante, se paró en seco y Rush se chocó contra ella.
— Eh, ¿sabes usar las piernas?
— Cállate, he oído algo— se refería al sonido de un ascensor.
— ¿No era que no había nadie más con nosotros?— Rush bajó el tono de voz.
— ¿Cómo lo voy a saber?— Ivonne gritaba susurrando.
— ¿Y qué tenemos que hacer?
Ivonne intentaba pensar en alguna solución.
— ¿Dónde están las escaleras?
— Si hemos salido del despacho 12, creo que estaban enfrente y a la izquierda— tardó en completar la frase ya que estaba usando su memoria fotográfica.
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Serpiente
Ciencia FicciónEl estallido de la Sala 013 llevó a la desaparición de Serpiente. La empresa tecnológica más avanzada de la humanidad estudia cómo hacer que sus androides sean capaces de sentir hasta el más mínimo cosquilleo, así haciendo que los robots sean capace...