La vida no es un juego

Capítulo 17

Estuve esperando durante un rato. No veía ni a Ever ni a Lara, lo cual me alegró ya que quería estar solo.
Invoqué un cuchillo para entretenerme, lo lancé al aire un par de veces y luego decidí irme a hablar con Rhaast.
Entré en mi espacio mental y me encontré a Rhaast bailando

—Eh...

—¿¡Que haces aquí!!?

—Me aburría, además es mi mente y puedo entrar cuando quiera

—Tienes razón

—Tengo que decirte una cosa, Rhaast

—Dime

—Bailas muy bien

—Vete a la m... Te están llamando

—Vale, chao Rhaast

—Adiós

Salí de mi espacio mental y vi a Ever pegandome en la cara para que volviera en mí. Sabía que era ella porque ya me había pegado en otra ocasión

—¡¡Despierta!!

—¡Ya voy, pesada!

Miré hacía abajo y luego le mire a los ojos

—Perdón, estaba distraído

Ella me sonrió de forma tierna

—No te preocupes tontín, justo a tiempo

Me puse en pie y miré el centro del círculo de gradas.
El director estaba en medio esperando su turno para hablar, cosa que no le daban

—Por favor, ¿podrían callarse un momento? 

Nadie le hizo caso

—Por favor, solo será un minuto

Seguían sin hacerle caso, entonces invocó una esfera lumínica y la hizo estallar, cegándonos y cortando nuestras conversaciones

—Buen método —susurré— me lo apunto

—¿Qué dices? —me preguntó Ever

—Nada, Ever

Cuando consiguió nuestra atención el director comenzó a hablar

—Si estáis aquí es porque uno: sois muy buenos (cosa que dudo), o dos: porque habéis tenido suerte. Pero lo importante es que pasasteis, algunos con dificultad y otros con facilidad

Me miró, ¿cómo demonios sabía donde estaba si el lugar estaba lleno de gente?

—Bueno, vamos al tema principal. Como ya sabréis, en esta escuela funcionamos con escuadrones o grupos de cuatro personas. El sexo no importa, pero no elegireis vosotros a vuestros compañeros, sino que con las notas que hemos tomado de cada uno de vosotros hemos hecho unos equipos que creemos equilibrados. Cuando nombremos a cuatro personas, les daremos las llaves de su habitación y ellos irán a ella, ¿entendido?

—Sí —dijimos todos al unísono

—Bien, empecemos con los grupos. El grupo número uno estará formado por Leah, Melody y Jake y estará liderado por Ender.

Me quedé alucinado, se suponía que ellos estaban a mi nivel.

Tenía que bajar, pero pasé de las escaleras y viajé por las sombras hasta el centro, no sin antes echarle una mirada a Ever. Estaba triste, lo entendía, yo era la primera persona que no se burlaba de ella y la tenía que abandonar

Lo siento —dije antes de desaparecer

Aparecí en el centro.
Ozpin nos dio unos brazalete, nos dio el código de la puerta y nos señaló la salida.

Cuando salimos mis compañeros estaban muy emocionados, me pareció que eran amigos. Estuvieron hablando hasta que llegamos a la habitación.
Entramos todos, era un mini-apartamento con cuatro dormitorios, un baño y una estancia central. Las puertas de los dormitorios tenían unos letreros con nuestros nombres puestos en ellos.

No dije nada, entré en la habitación y dejé mi espada apoyada en la pared. Alguien tenía que haber entrado, porque todas mis pertenencias estaban dentro. No eran muchas, solo una maleta con ropa y un cuchillo que siempre me gustaba dejar en mi habitación para sentirme más seguro.
Lo miré durante un momento, recordé ese momento en el que lo había usado para cor...

—No, no pienso recordar eso —susurré

Después de eso probé la cama, era bastante cómoda. Me fijé que en una pared había una pantalla con dos botones, uno para cambiar la iluminación de la habitación y otro en el que ponia tienda. Decidí no tocarlo por si acaso, entonces cogí mi espada y me fui a entrenar para pensar un rato