Sacó la M99 con calma mientras observaba a los demás pelear en medio de la multitud. Sabia que estaba arriesgando demasiado al haber traído al pequeño rubio, pero el chiquillo se había rebelado contra él y no podía dejarlo solo en esta. Sabiendo de ante mano que uno de los jefes de Clan más importantes estaba a punto de caer y este era el padre de aquel muchacho.
La alarma le había llegado empezada la tarde y no podía creer que estuviese sucediendo algo como eso en ese preciso instante. Todo se estaba complicando demasiado.
Observó a su alrededor como Tae Hyung le imitaba, disparando a sus espaldas y daba pasos hacia atrás, mientras trataban de cubrir a JiMin que se empecinaba en atravesar la puerta principal del edificio.
—JungKook, dime cómo está todo allá delante.— indicó al menor por medio del micrófono que llevaba cerca.
—Esto se está empeorando, Hyeong. Creo que este clan tiene demasiados hombres. No se de donde salen, pero hay muchos.
—¡Rayos!— murmuró, despejando él área un poco más para introducirse en el edificio. Allí un grupo de hombres peleaba, mientras que otros permanecían tirados en el suelo, heridos o muertos.
El mayor volvió su cabeza, sacando de su base la otra pistola, para ver a JiMin propinando golpes y patadas a más no poder. Sus ojos estaban enrojecidos y ya no llevaba el arma que antes tenía. Era como si este no pudiese controlarse, como si estuviese absorto y lo único que podía hacer era repartir su técnica con urgencia. Empezó a buscar el ascensor con los ojos. Y entonces hizo una señal al rubio más alto para que siguiera cubriendo el lado izquierdo.
Se condujeron hasta llegar al ascensor. Seok Jin presionó el botón. A los pocos minutos la caja metálica se abrió, dándole vía libre, pero empezaron a amontonarse los enemigos a su alrededor. Seok Jin en un momento se deslizó entre las balas que soltaba Tae Hyung y disparó a los hombres que rodeaban a JiMin. Lo tomó de los hombre, entregándole la otra que llevaba e indicó que se apresurará a entrar a la caja metálica. El chico por un momento parecía aturdido, pero asintió a su Hyeong y corrió hasta allí.
El castaño temía que le hicieran algo al menor, así que se acercó a la puerta y siguió disparando a un Tae Hyeong que estaba cerca de las puertas de emergencia. El rubio más alto lo observó y asintió, dándole a comprender que pensaban lo mismo. Seok Jin apretó el botón del ascensor. Las puertas empezaron a cerrarse y en ello uno de los entrajeados se escabulló dentro. El mayor accionó su arma dejándolo tendido, y pateó el cuerpo a un lado mientras subían.
Miró el espejo del lugar que ocupaba, notando al muchacho herido en el cuello, los nudillos abiertos y un labio abultado y levemente partido. Se volvió y lo sostuvo de los hombros.
—¿Estás bien, JiMin?— cuestionó analizando al menor que mantenía la cabeza gacha.
—No lo se, Hyeong. ¿Puede uno sentirme bien en esta situación?— cuestionó este elevando su rostro al mayor y lo observó con unos ojos de perrito asustado, a punto de soltar lágrimas de estos. Se sentía impotente. No sabía que hacer más que tratar de consolarle, porque no sabía que pasaría ahora. No sabía si ya Park estaba muerto o no.
Salieron al piso, apuntando sus armas a ambas direcciones del pasillo y caminaron por el. Encontrando a un muchacho de cabello pelirrojo sobre el suelo que parecía estar herido. Seok Jin se acercó y vió al muchacho que mantenía su brazo en una parte vital de su cuerpo. Cuando lo observó con detenimiento, descubrió que era Jung Ho Seok.
JiMin entonces se apartó de Seok Jin y empezó a caminar hasta la gran puerta de madera al final del pasillo. La abrió y observó la escena descabellada a su alrededor. El hombre que tenía como padre estaba postrado en la cama, con un hilo de sangre saliendo de su boca. Una daga atravesaba su pecho. A sus costados una de las enfermeras y sus hombres yacían sin vida al igual que el mayor. La escena era perturbadora. La sangre manchaba todo a su paso en un tinte carmín que ponía los pelos de punta.
El mayor al ver lo sucedido aferró al chico que empezaba a llorar desconsolado.
—JiMin tenemos que salir de aquí.— indicó, llevándolo consigo. El rubio trató de soltarse para volver a la habitación, pero el mayor lo evitó y sin más remedio lo elevó sobre su hombro. Tae Hyung apareció por las escaleras agitando.
—Hyeong...— El chico tomó aire y alzó sus ojos a Seok Jin que llevaba a JiMin sobre él. Este sacudió la cabeza, dándole a comprender que habían llegado tarde. El mayor le indicó que ayudará a Ho Seok que estaba perdiendo sangre. Este lo levantó el suelo y colocó uno de sus brazos sobre sus hombros, para sostenerlo entonces por la cintura.
—JungKook, busca otra salida que no sea el vestíbulo. Necesitamos salir de aquí ahora.— expresó el mayor, pasando la misma puerta.
—Bajen las escaleras hasta el final, allí encontrarán la otra parte del subterráneo. Es el único lugar a salvo.
El castaño entendía que eran demasiados pisos abajo y era posible encontrar a uno que otro enemigo por allí, pero no podía esperar más. Lo primordial era salir de allí. Empezó a bajar con Tae Hyung a sus espaldas.
—¡Date prisa!— dijo irritado.
—Es que no puedo sostenerlo. Él está casi inconsciente.— murmuró el menor. Haciendo una mueca torpe. JiMin estaba quieto parecía haberse quedado dormido sobre su hombro. Así que lo bajo de sí, entregándoselo a Tae Hyung para que lo llevara sobre su espalda, haciendo él lo mismo con Ho Seok.
Le iba a ser difícil enfrentar a alguien de esa manera, pero no podía dejar a ninguno atrás. A pesar de que entendía el hecho de que muchos de sus hombres estaban muriendo del otro lado, él debía dejar a estos con vida. Mientras iban llegando al último piso, avisó a JungKook que anunciara la retirada de sus hombres. Al menos los que quedaban.
Abrió la puerta con fuerza y la atravesó, observando entonces unos vehículos aparcados. Cuando se encaminaba a ellos vió una silueta que llegaba hasta ellos y cómo pudo, elevó su brazo enfundado en su arma. La cabellera castaña clara se asomó.
—Si me disparas te quedarás sin transporte.— dijo un Jackson amenazante, que llevaba todo su traje descompuesto, manchado de sangre y unos cuantos golpes en el pómulo y cejas. El muchacho, le indicaba por donde ir, traspasado algunos cadáveres y otros vehículos, llegaron a otro subterráneo que le parecía conocido, era el mismo que habían tomado en la entrada.
En una camioneta de cuatro puertas, se encontraba JungKook con una portátil sobre las piernas. Sin pensar en otra cosa, se bajo a Ho Seok de encima y se apresuró a entrar primero a JiMin, a lo que Jackson analizaba a su amigo ya inconsciente en sus brazos.
Otra horda de balas empezó a impactar el vehículo. Jackson sostuvo a Ho Seok firme y salió con el del blanco..
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Destiny - Jeon Heo Seok
FanfictionÉl vive de una vida completamente contraria a lo que una vez pudo imaginarse ser, y aunque la vida le quitó cosas que le eran de valor, le regaló a cambio la amistad de las personas más sinceras que pudo haber tenido jamás. Su pasado lo persigue...