Care.

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Introdujo cada bala en el peine con delicadeza, escuchando las palabras de su compañero que se quejaba de no haber conseguido lo que quería con sus hombres. Sonrió, alzando la vista hasta el castaño, que hacía muecas al tiempo que introducía en su boca un bollo dulce.

—¿Cuándo carajos van a aprender a hacer el trabajo bien? Creo que fue una muy mala idea ponerlos a ustedes dos en esta misión. Ho Seok solo, haría este trabajo con los ojos cerrados— indicó, señalando al pelirrojo del otro lado y levantándose del asiento—. ¡Ahora, lárguense de mi vista!— grito enfurecido y llevó nuevamente otro bollo a la boca, para masticarlo agresivamente.

Ho Seok no podía creer como ese chico no engordaba con tantas chucherías. Esa manía la tenía desde la primera vez que lo vio. Nunca podía estar quieto. Cada que podía, estaba con una bolsa de dulces o frituras en sus manos, o a un lado del escritorio de su despacho.

El menor caminó hasta el mayor con el ceño fuertemente fruncido.

—¿Cuándo vuelves a Busán?— pregunto Jackson, con una mirada atenta a lo que el pelirrojo hacía.

—Dentro de un mes más o menos. Aún no estoy completamente seguro. Sabes que Park es impredecible con respecto a sus hombres— El castaño asintió, mirando a otro lado del espacio.

—Entonces, tenemos mucho trabajo por delante. ¿Sabes algo del gobierno?

—Dicen que está todo más calmado. Aunque estoy por creer que es solo una apariencia para mantenernos al margen— dejó el arma sobre la mesa y fue por la otra.

—Eso es lógico— asintió y sacudió la bolsa sobre su boca—. Kim Seok Jin ha vuelto a molestarnos, pero no quiero ceder a sus insinuaciones. Me fastidia mucho la idea de unir fuerzas con él. Se cree el rey de Daegu solo porque tiene la mitad del territorio. Ese mal nacido...

—No creo que sea mala idea. Ya tienes alianza con el Clan Park. Solo te falta la alianza con Key y Seok Jin— indicó Ho Seok, dejando el arma y conduciéndose  a una de las sillas libres.

—Ni me menciones a ese inepto— resopló el castaño, tomando asiento al igual que su amigo—. Ese bastardo se llevó un cargamento de armas que yo quería. Y para desgracia me dejaron sin municiones, necesitaré encargar para que me las envíen. No lo soporto en verdad.

Ho Seok río fuertemente. Ese muchacho era toda una travesía. Cada que lo conocía más descubría su temperamento rebelde y faceta bastante cómica, aunque la mayoría de las cosas las decía o hacía en serio. En realidad entendía que Jackson fuese tan inseguro. Solo tenía un barrio de Daegu, y la gran parte la poseían Kim Seok Jin y otros Clanes. A parte de que era un simple joven de veintidós años a cargo de una banda. Lo admiraba. Admiraba su habilidad y valentía, a pesar de ser tan llevado por sus impulsos y a veces poco calculador.

—¿No les darás una oportunidad a ninguno?— cuestionó el mayor con una sonrisa aún en los labios.

—Ya quisieran— musitó este con una nota de suficiencia.

Ho Seok miró el reloj en su muñeca, se levantó de su lugar y se dirigió a la puerta, despidiéndose del muchacho. Necesitaba tratar un asunto con Key. A pesar de que sus Clanes no estaban del todo bien. Tenía una misión especial que tratar. Una misión personal.

Salió del vehículo cuando estuvo aparcado frente a la guarida. Al entrar lo registraron, pero el jefe los detuvo, percatándose de quién se trataba.

—¿A qué debo tan inesperada visita?— dijo el mayor, acomodando una pulsera en su muñeca, junto a unos anillos.

—¿Tienes la información que te pedí?— preguntó el pelirrojo, apartando un mechón de cabello a un lado.

—Aún no he podido recopilar lo necesario, pero creo que está con uno de ellos— respondió cauteloso, haciendo un ademán a sus hombres para que abandonaran el salón—. Pero, a todo esto, ¿porqué te interesa tanto saber sobre esta mujer?— curioseó el mayor con una mueca en sus labios.

—Solo necesito que me ayudes, Key. Te ofrezco todos mis servicios por el tiempo que quieras— cambió de tema el pelirrojo.

—Sabes que eso ya está arreglado. No puedo darte nada si no hay intereses de por medio— El mayor, se acomodó en uno de los sofás, sacando de su bolsillo una caja de cigarros. Sacó uno y le tendió a Ho Seok que se negó.

—Cuando tengas todo listo, ya sabes cómo contactarme— soltó Ho Seok, volviéndose para retirarse de allí. No podía entender cómo es que siendo Key uno de los personajes más cercanos al gobierno no había conseguido toda la información en dos semanas. Se sentía extraño, como si este estuviese usándolo solo para su beneficio. No podía ser que eso era lo que estaba tramando. Sería algo ilógico.

Él era el único que no tenía un punto fijo donde estar. Los Clanes se lo repartían sin pensar en la posibilidad de una traición. Se había ganado esa reputación con muchísimo esfuerzo, solo para tenerlos a todos de aliados. Aunque, para su desgracia, el Clan Kim era el único que faltaba en la unión. Solo por el quisquilloso de su jefe.

Ese Seok Jin era bastante intolerante a su parecer, pero esperaba encontrar la manera de involucrarse con ese Clan cómo diera lugar.

Key se quedó en su posición de piernas cruzadas, llevando el cigarro a sus labios para darle una calada. Ho Seok era una persona demasiada extraña en algunas ocasiones, pero no le importaba mientras cumpliera con su palabra. No imaginaba que un muchacho tan joven estara enamorado de una mujer como esa, y más, siendo esposa de uno de los funcionarios más influyentes en el territorio. Eso le producía escalofríos de solo pensarlo.
Aunque quizá podría ser algo más…
Acercó la Mac. Esos asuntos no debían importarle. Solo con investigar la ubicación de la mujer y convencerla de ir a encontrara con él. Cumpliría su pedido y a cambio Ho Seok le serviría como subordinado.

Y eso era todo.

***

Observó el semblante de su amigo. Que llevaba las mejillas llenas y delante unos tazones con guarnición, carne y arroz. ¿De dónde sacaba la fuerza para comer tanto?

—Estoy a punto de encontrarla, Nam Joon. Se que ella está en algún lugar— continuo hablando con la boca llena. El moreno llevó un poco de Kim Chi a la suya.

—Hyeong, ¿porqué insistes en encontrarla? Te aseguro que esto te hará más daño— el moreno se llevó un poco de arroz y continuó mirando al contrario con disgusto. Ho Seok terminaría de la peor manera. Lo sabía y no quería que este saliera herido.

—Solo necesito respuesta de porqué.

Nam Joon quedó en silencio. Sus amigos estaban viviendo situaciones parecidas y él lo único que podía hacer era consolarlos, y darles palabras de aliento cuando le era posible. A veces no comprendía cómo Ho Seok tenía la fuerza para ver el mundo con esos ojos risueños y esa sonrisa en su rostro, sabiendo que su corazón era un lio.

Suspiró. Realmente su personalidad no encajaba con la realidad. Creía que todo era una coraza formada para evitar sacar su verdadero yo, pero por más que tratara de imaginárselo no lo creía. Porque su sonrisa parecía genuina, era tan confuso.

Esto no saldría de la manera en que Ho Seok lo imaginaba. Lo tenía por cierto.

Ambos continuaron con su comida sumidos en sus propios pensamientos. Ho Seok tratando de olvidar la impaciencia que empezaba a carcomerlo y Nam Joon en la idea de que su amigos estaba tomando una mala decisión.

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Hola, Boys and Girls.

Ya más adelante entenderánn algunas cosas.

Hasta el próximo cap, lindos!

Destiny - Jeon Heo SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora