"Capítulo 2"

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Por JR:

Me encontraba en mi habitación, admirando aquella foto que solo me traía dolor y tristeza, una foto llena de muchos recuerdos, tanto buenos como malos. Llevaba horas contemplándola, y así habría continuado por el resto del día, de no ser porque alguien había entrado como loco a mi habitación. Era mi mejor amigo, y mano derecha, Aron. De solo ver la expresión que traía en el rostro, me arriesgaría a decir que no trae muy buenas noticias.

¡JongHyun!—llamó alterado y un tanto molesto. Definitivamente no eran, para nada, buenas noticias.

¿Qué quieres, Aron?—pregunté igual de molesto. No soporto cuando me interrumpen y menos cuando se trata de mi momento más personal.—¿No me digas que ya vienes a fastidiarme desde temprano?

Pues no vengo a fastidiarte, JR, vengo a informarte de lo que sucedió anoche.—respondió, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño; suspirando fuerte antes de continuar.—Esos malditos cazadores lo hicieron otra vez. Te juro que ya no los soporto.

Por lo visto, esos tipos no piensan darse por vencidos.—mencioné aún más cabreado, realmente esos cazadores ya habían colmado mi paciencia. Es más, de no ser por MinHyun, ya habría acabado con cada uno de ellos.—Dime... ¿Cuántos mataron está vez?

Quince, entre ellos, un niño pequeño y su madre.—comentó cabreado. Sabía de sobra el odio que Aron les tenía a los cazadores, más porque fueron ellos quienes nos arrebataron a nuestros padres y antepasados.—No sé que piensas hacer, pero debes darte prisa. Las familias afectadas están allá abajo, exigiendo que tomes cartas en el asunto. Y si te soy sincero, yo también estoy cansado de que no hagas nada, JongHyun, es momento de poner a esos tipos en su lugar.

Tienes razón, esto ya no puede continuar así.—indiqué, abandonando rápidamente el sofá. Solo para guardar mi más preciada posesión al fondo de mi caja fuerte.—Te encargo que para esta noche reunas a todos en el castillo, creo que por fin llevaré a cabo mi gran festín.

¿¡Festín, acaso te volviste loco!?—gritó furioso y bastante indignado, al parecer no había captado mi plan para esta noche.—¿¡Como puedes festejar después de lo que sucedió!?

Simple, esta noche pienso dar varias noticias y entre ellas, una gran sorpresa.—mencioné para luego sonreír satisfactoriamente. De solo imaginar la cara de los cazadores cuando se enteren de mi festín me siento realmente emocionado. Aunque es una pena que mi hermano no tendrá la misma reacción que los demás.—Eso sin contar que mandaré a preparar y servir mi delicioso platillo especial.

Te refieres a...—intentó adivinar mi pensamiento y por lo visto lo había logrado, ya que no tardó mucho en corresponder mi sonrisa.—Pensándolo bien, no te preocupes, yo mismo me encargaré de reunir a todos y mandar a decorar el salón. Tú solo encárgate de preparar ese delicioso manjar.

Sin más, Aron se fue, dejándome solo y pensativo. Hasta hace un momento estaba lleno de dulces y amargos recuerdos, conteniendo las terribles ganas de llorar. Pero ahora, ahora debía concentrarme en mi reino y en como acabar con esos malditos cazadores. También debía hablar con mi hermano, ya que solo él es capaz de preparar mi gran platillo especial. Podría decirse que MinHyun es el único, aparte de mí, que conoce la vieja receta de nuestra tatarabuela.

Esa receta es toda una antigüedad, pero pese a ello sigue siendo uno de los platillos favoritos de nosotros los vampiros, a excepción de mi hermano y su dichosa "dieta" de humanos. Un poco más animado, salí de mi habitación en busca de mi hermano, y para mi buena suerte, este se encontraba subiendo las escaleras.

¡MinHyun, que bueno que te veo! —exclamé con una gran sonrisa, logrando con esto llamar la atención de mi hermano, quien parecía sumerjido en sus pensamientos.

¿Qué sucede, JongHyun?—preguntó con la mirada entrecerrada, como si tratara de leer mi mente. Mi hermano me conoce tan bien, que no dudo en apostar a que ya sospecha el plan que traigo entre manos.—¿Ya hablaste con Aron?

Sí, justo acabo de hablar con él. Y no sabes cuanto lamento decirte esto Minnie, pero esta vez no pienso quedarme de brazos cruzados.—comenté serio, consiguiendo una mirada desaprobatoria de su parte, sabía que la noticia no le gustaría en lo absoluto.—Está noche llevaré a cabo un gran festín, uno para darle la despedida a los nuestros. Y para ello, necesito de tu ayuda.

¿Necesitas de mi ayuda para preparar el festín?—preguntó encogiéndose de hombros. Sé que a Min se le da bien organizar todo, pero esta vez lo necesitaba en la cocina, preparando la gran cena de esta noche.

No, está vez necesito de ti para que me acompañes al pueblo.—indiqué, solo para segundos después ver como este fruncía el ceño, soltando un gruñido por lo bajo.—Como ya te debes estar imaginando, esta noche quiero que prepares el platillo especial de la tatarabuela, pero para ello debemos ir al pueblo en busca del ingrediente secreto.

¿En verdad tiene que ser ese platillo, no puedes cambiarlo por otro y ya? Sabes que a mí no me gusta...—intentó protestar, por lo que me di prisa en interrumpirle.

Lo siento Min, pero esta vez no lograrás hacerme cambiar de opinión. Esta situación a llegado demasiado lejos y todo por tu necedad de proteger a los humanos.—repliqué de forma poco amable, notando como mis palabras afectaban a mi hermano menor.—Sé que tienes un corazón noble y que estás en contra de la muerte y esas cosas, pero entiende que si no acabamos con ellos, serán ellos quienes acaben con nosotros primero. Además, las familias del reino están demasiado molestas como para no hacer nada.

Pero... Esta bien, como quieras, solo espero que esto no termine aún peor.—indicó no muy feliz, aunque al menos parecía haber entendido la situación, por lo que me abrazó y luego me susurró al oído.—Avísame cuando debamos ir al pueblo, estaré en mi habitación.

Seguidamente se alejó por el oscuro pasillo hasta perderse de vista. A veces me pregunto... ¿Porqué MinHyun tiene ese extraño amor por la vida, y más por los humanos? Es algo que aún no logro comprender. En todo caso, pese al gran amor y aprecio que le tengo a mi hermano, yo no puedo perdonar tan fácilmente a los humanos. Ellos me han arrebatado demasiadas cosas, entre ellas mis padres, a quienes ni siquiera tuve la oportunidad de sepultar, debido a que murieron a manos de esos malditos.

Y luego me la arrebataron a ella, mi hermosa y dulce Renata. Esos bastardos la mataron y eso es algo que jamás podré perdonar. Desde entonces he vivido lleno de ira y venganza, queriendo asesinar a cada humano que se me cruce en el camino, pero no lo hago por MinHyun. Porque sé que eso lo lastimaria mucho y si hay algo que me puede más que mi propio dolor, es la idea de lastimar a mi hermano. MinHyun es lo único que tengo en estos momentos, además de Aron, sin ellos realmente no sé que sería de mí.

Pero todo esto, mi forma de pensar y de ver la miserable vida que llevo, cambiará unas cuantas horas más tarde, justo cuando comience el festín. Justo cuando los cazadores se infiltren con la intención de matarnos a todos, principalmente a mí. Y de no ser por él, ese hermoso y dulce chico, realmente no sé como habrían acabado las cosas. Porque era increíble, como ese chico había llegado justo a tiempo para salvarme de una muerte segura, pero lo aún más sorprendente en todo ese caos, era su parecido, esa inexplicable similitud que tenía con mi difunta Renata.

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