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13 años.

Llegue de la escuela, me quite los zapatos y entre a casa. Estaba animado por que al fin había reunido suficiente dinero para comprar la ropa que realmente me gusta -a escondidas de mis padres, claro.- Subí a mi cuarto, deje la mochila a un lado, tome ropa y me fui a bañar. Salí ya fresco, rompí el chonchito que tenia y guarde todo el dinero en un monedero color rosa pastel. Ese monedero me costo un ojo y no lo digo por el dinero, sino por mis padres que se pusieron como locos, mas mi mamá al ver como era el monedero. Baje, avise que saldría a comprar algunas cosas, me puse los zapatos y me fui. 

Me gustan los niños, nadie sabe, he visto como los demás niños tratan mal a los que no son iguales a ellos, eso se me hace muy injusto y es una de las cosas por las que tampoco he dicho nada.

Regrese a casa con diez bolsas de pura ropa y dos pares de zapatos. Mamá me dijo que mi papa había salido por algo al trabajo.

¿Y que fuiste a comprar cariño? —  pregunto mi madre mientras se sentaba en el sillón, limpiando sus manos en el delantal y tomaba una bolsa.

— Ropa mami—  le sonreí. Saco la ropa y su cara se transformo en algo de horror.
— Jimin... ¿Tienes novia?— me miro con aquellos ojos almendrados que me había heredado.

— No mami, ¿por que? —  pregunte confundido.

Esta ropa es de mujer, ¿tu que quieres con ella? —  creo que debería decirle...
Mami.-. tengo algo que decirte... —  tome aire y me limpie las manos en el pantalón ya que me empezaron a sudar —  Me gustan los hombres, me gusta la ropa de mujer y me gusta vestirme como una —  yo esperaba que se quedara sorprendida pero nunca pensé recibir una cachetada de su parte. Quizá no tuve tacto al decirlo y por eso reacciono así, ¿no?. Sentía como me ardía y dolía mi mejilla. Unas lagrimas salieron, lleve mi mano a mi cachete y la mire. ¿P-por que me pegas? —  pregunte con un hilo de voz y con lagrimas acumulándose en mis ojos.

— ¿Eres un idiota? ¿ERES GAY?, yo no crié un hijo para que se convirtiera en un joto maricón de mierda... JIMIN NO PUEDES SER GAY — grito sin mas — No te quiero en mi casa, no te quiero ver por el resto de mi vida, eres una aberración, nadie te va a querer, le darás asco a todas las personas, te quedaras solo por el resto de tu vida, yo no seré el hazme reír de la gente por tener un hijo como tu... — me miro de pies a cabeza— No, ya no eres mi hijo.

Las lagrimas no tardaron en salir, sentí un dolor en mi pecho, mi propia madre me negó, lo escupió con asco. Subió a su cuarto y azoto la puerta, yo no supe que hacer, ¿y si la seguí y me decía mas cosas?. Me senté en el sillón y comencé a llorar como nunca.

Después de una hora y media, papa llego y claramente me pregunto que por que lloraba, que si estaba bien. Le conté todo y se veía realmente enojado pero no conmigo sino con mamá. Subio a su cuarto y pocos minutos después se oyeron gritos. No me gusta nada de lo que decían así que mejor salí de ahí. Me fui al lago mas cercano, me quede ahí unas 5 horas y después regrese a casa. Sentía mis ojos hinchados y pesados por tanto llorar. Entre, mi papa estaba con los ojos rojos y llorosos, hablando desesperado por el teléfono. Me vio y corrió hacia mi, me abrazo fuerte.

¡¡Joder Jimin!! no desaparezcas así, me asustaste, pensé en lo peor... Dios, no lo hagas de nuevo.dijo mientras me seguía abrazando y su voz se quebraba poco a poco y comenzaba a sollozar.

— Lo siento papi, no lo volveré hacer, estoy bien, no te preocupes correspondí su abrazo. ¿Enserio estaba bien?—  Papi... ¿Y mamá?

Mi mamá se había ido, había escogido vivir en la calle antes de convivir con una mierda como yo.

Mami... Siento no ser el niño que querías.

Esa no es tu ropa (Vmin...?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora