Capitulo II

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Cuando reaccioné de aquel grito, todo mi cuerpo dolía al igual que mi cabeza sentía que iba a explotar en cualquier momento.

Al mirar a mi alrededor todo estaba destruido, no sólo había pequeños fragmentos de vidrio sino también había cenizas a mi alrededor.
¿Qué había pasado? ¿Como hice eso? ¿Qué soy yo? Pero lo más importante ¿Quién verdaderamente soy?.

Mil preguntas pasaban por mi cabeza y no tenía la respuesta para ninguna.

Todo constantemente me daba vueltas, no sabía que hacer o cómo reaccionar. Así que respiré hondo hasta calmarme, una vez que lo hice sentí mi cuerpo demasiado raro. Algo andaba mal.
Y en efecto, me pare de lo que quedaba de mi cama y me dirigí al baño, y una vez que entré me miré en el espejo de cuerpo completo y pude notar que había cambiado. Por un momento me quedé detallando me, me veía más alta al igual que más delgada, mi mirada había cambiado ya no se veía tierna ni cálida, ahora se me notaba una mirada más fría y dura, mis facciones eran más finas y delicadas, y ni hablar de mi tono de piel si de por sí ya era blanca, ahora me veía más. Mi figura era muy distinta, el busto me había crecido y la cintura se me marcó más de lo que me gustaría admitir, y eso no era todo. Pues al acercarme más al espejo para detallar mejor mis facciones del rostro, pude notar que se veía un brillo extra en mis ojos.
Era como una pequeña chispa que salía de estos, una chispa de color entre verde y azul, pero sobretodo muy brillante.

No tenía ni la más remota idea de que era lo que me estaba sucediendo, ni por que había tenido ese tipo de sueño. Si, suelo tener sueños raros en los que me veo a mi cuando era pequeña y estoy con las otras familias en las que estuve por que me dieron asilo temporal, aunque nunca me veía a mí despierta o jugando sólo era dormida y con la misma ropa.

Siempre preguntaba por que era así y mis padres no sabían que decirme, hasta que un día los escuché hablar con alguien, que a mí punto de vista era de edad avanzada ya que su voz era muy grave y algo ronca. Los escuché decir que no sabían por qué yo había despertado, que tenía que haber esperado para llegar con la siguiente familia ya que ellos si sabían que hacer.

Recuerdo muy bien ese día, estaba como en un estado de shock.

Nunca les pregunté nada al respecto, no porque no quisiera. Más bien era porque no podía, no sabía cómo hablar con ellos de ese tema y el día en el que al fin me había armado de valor, ellos me dijeron que volverían para hablar de eso, pero no lo hicieron. Por un momento temí que la razón por la que no regresaban era porque me habían abandonado, eso pensé hasta que vi las noticias con mi abuelo...

El recordar lo que pasó solo hace que regrese a dónde me encuentro ahora, y me apresure para preguntarle qué es lo que me pasa.

Al llegar a bajo me encuentro con una escena de lo peor, mi abuelo está sujetado por los brazos por algo que solo se ve como una simple sombra, y hay otra sombra frente a él. Está tiene más forma que la que mantiene lo agarrado, es como una mujer a la que su cabello se le mueve como si estuviera en el agua se le hacen ondas en su cabello. Al acabar de obscurecer el día, ella toma su propia forma, se podía observar como la sombra con forma de mujer se volvia corpórea, ya no era solo una sombra que flotaba, ella era ya de carne y hueso como lo era yo o mi pobre abuelo al que aun mantenían agarrado firmemente.

Escuche como ella le decía al abuelo.

- Donde has escondido a la ni;a?, se que ella ha despertado al igual que su poder. Pude sentirlo asi que no intentes mentirme porque de nada te servirá - el solo se reía y por lo que alcance a notar era que el dejaba de ser una persona anciana para volverse alguien un tanto mas joven. Ella sorprendida solo dio un pase atrás para que la persona a la que yo solía llamar abuelo dejaba de serlo.- Eres un maldito cambiante!

OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora