Love

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Pensar en la palabra felicidad era poco, saber que ya no es un simple sueño si no una hermosa realidad, me mantenía con mi estúpida sonrisa en mi rostro. Dicen que cuando una persona vive un amor real y correspondido mira diferente al mundo cotidiano, incluso ver el panorama de todos los días nos parece algo nuevo e interesante. Pueda que el sol este más brillante, quizá los árboles estén más grandes y verdes, quizá nada haya cambiado.

La única diferencia es nuestra alegría, es tan inmensa que quiere desbordarse de nuestro ser. Yo por ejemplo sentía gran felicidad, sonreía por todo, nada más me importaba porque mi mundo era perfecto. Ella a pesar de no estar cerca se paseaba descaradamente en mis pensamientos recordándome sus labios, su piel, su aliento, aquella mirada pícara y llena de ternura, sus manos abrazándome y sus palabras repitiéndome te quiero, incluso podría decir que estaba viviendo en mis recuerdos. En mi mundo actual apenas escuchaba unas voces que trataban de volverme al presente, pero mi mente caprichosa no quería irse de ahí, quería seguir escuchando esa dulce voz mientras sus ojos me miraban fijamente.

Dani. - ¡¡¡hey...!!! ¡¡¡Deja de estar en la nube!!! Y empieza hablar.

Pao. - Te preparé un café bien cargado mai, más lo que compramos y mira ricas tostadas. ¿Nos cuentas que pasó ayer?

Regresaba a mi realidad, ahí estaban mis dos amigas, la una más intrigada que la otra. ¿Qué iba a decirles? pues en el auto dije todo, que querían oír. Vi una taza de porcelana humeante delante de mí, su aroma era muy reconocido, café molido lo mejor en una mañana y algunas tostadas con mermelada de mora. Debía dejar de pensar en mi novia por unos minutos y poner atención al banquete ante mí.

Ani. - pues qué más quieren oír, ya dije que no pasó nada, solo fueron unos besos y nos acostamos a dormir.

Pao. - Pero mai, ¿desde cuándo pasó? ¿Cómo te diste cuenta de que te gustan las mujeres?

Dani. - ¿Qué sentiste al besarla?

Ani. - pues pasó desde que llegó a la U, nos volvimos amigas y poco a poco me empezó a gustar. Realmente estaba muy confundida y creo que me di cuenta cuando ella iba a verse con su novio.
Fue muy diferente Dani. Sentí un cosquilleo que vino desde la boca de mi estómago y estaba muy nerviosa.

Dani. - entonces ¿te gustó besarla?

Ani. - pues sí. Jamás me ocurrió algo parecido con José u otro chico, pero con ella fue lindo, especial y único.

Pao. – flaca, ¿has pensado lo que implica todo esto? Yo estoy con Jhoselín pero la familia de ella no sabe nada y que te diré de mis padres, solo me envían cheques. No es fácil, a veces los mismos panas se burlan. Claro que nosotras no les damos importancia, pero si duele.

Dani. - eso ya le dije, pero ella dice que no les afecta a ninguna de las dos.

Ani. - creo que eso solo nos debe importar a Gladys y a mí. Mis padres no tienen por qué enterarse siempre y cuando tenga buenas notas en la U, lo demás no importa.

Pao. - Algún momento deberás hablar con tus padres, recuerda que no se puede tapar el sol con un dedo. ¿Por qué nunca nos dijiste que...

Dani. - Ella no lo sabía Pao lo acaba de decir.

Ani. - creo que sí, ella no llegaba a mi vida, jamás hubiera imaginado que me llegaría a gustar una mujer. No sé si me entienden.

El semblante de Paola era aún extraño. Sentía como si estuviera muy enfadada conmigo por no haberse dado cuenta antes que podría llegarme a gustar una mujer. Daniela en cambio se servía su desayuno lanzándole miradas a Pao cada cinco segundos como si quisiera que no hable más de la cuenta. Ya no quería que me sigan preguntando de tal forma que era yo quien les interrogaba a ellas ahora.

CUANDO TE CONOCI #LesbianasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora