Capítulo 3

23 6 0
                                    


Seokjin había planeado hasta el más mínimo detalle para que su fin de semana fuera perfecto, después de todo era su segundo aniversario de novio con Min Yoongi y el primero ni siquiera lo habían podido festejar porqué el pelirosa había enfermado justo para esas fechas, y hablando de pelo rosa, Seokjin aún podía recordar el día en que Yoongi se apareció frente a su puerta con ese maravilloso cambio de look; el mayor no se lo esperaba por obvias razones, la primera era que hablábamos de Min Yoongi, chico dulce al que le gustaba aparentar ser frío, la segunda era que estaban peleados cuando el bajito tomó la decisión y la tercera y no menos importante era que Jin le había dicho cientos de veces que el color se le vería genial y su novio nunca lo había querido escuchar. Nada de eso importaba ya porqué lo cierto era que el chico ahora era pelirosa y Seokjin había tenido razón cuando le dijo que ese color le favorecería.

—Jin-ah dijiste que lo habías recogido todo ayer. —Su novio entró a su habitación con los primeros signos de fastidio manifestándose, se sentó en la orilla de la cama mirándolo con cara de somnolencia.

—Y lo hice, sólo me estoy asegurando de no dejar nada. —Yoongi soltó un suspiro y se dejó caer con los brazos estirados.

—Creo que puedo dormir un rato y cuando despierte aún no habrás terminado. —Su comentario hizo activar la alarma del rubio, le había costado doce llamadas perdidas el que su novio por fin escuchara su celular y despertará, y otras ocho manteniendolo despierto para que se alistara.

—¡Me niego! No vas a dormir. —Tomó un brazo del otro he intento levantarlo, pero a pesar de su complexión, Yoongi tenía bastante fuerza y lo único que consiguió fue que lo halara haciéndolo caer prácticamente encima suyo.

—Durmamos un rato. —Estuvo a punto de ceder, pero si quería llegar temprano a su destino no podía permitirlo, porqué si el chico se dormía, eso no sucederia; ese simple pensamiento lo hizo poner en pie de un tiron y esta vez sí logró arrastrar a Yoongi con sigo, de hecho el bajito casi se cae.

—¿Amor podrías al menos intentar mantenerte en pie? —Por mucho que intentará mantenerse serio, no lo conseguía porqué siempre era en parte divertido y en parte tierno, ver a Min Suga haciendo un berrinche.

—¡Seokjin-aaah, durmamos un rato más! —El pelirosa tenía los brazos al rededor de su cuello y estaba ejerciendo verdadera presión hacia abajo, con el fin de tirarse aunque fuera en el piso.

El mayor no pudo evitar la risa escandalosa que soltó cuando el de piel lechosa sumó los pucheros a su número, y no porqué se viera feo, por el contrario era muy lindo, lo gracioso era ver sus intentos por ganar minutos de sueño. Jin depósito un pequeño beso en los labios del otro y lo tomo de la cintura.

—Te prometo que te dejaré dormir cuando lleguemos ¿si? —Yoongi se quedó mirándolo con cara enfurruñada, pero no dijo nada y él aprovechó para volver a darle un corto beso. —¿Mmm? —Nada de parte del menor y otro beso por parte del rubio. —Yoongi-aaah. —Pero el chico mantenía la misma expresión así que Seokjin optó por darle un verdadero beso esta vez.

—Bien. —Fue todo lo que dijo el pelirosa cuando hubieron terminado el intercambio y sin siquiera mirarlo tomo su equipaje y salio de la habitación.

Seokjin tomó el peluche de rana que el otro había dejado seguramente a propósito y lo siguió escaleras abajo; su mamá lo intercerto en la sala.

—¡Oh! Mi bebé grande. —La mujer le dio un breve abrazo y cuando lo soltó, lo hizo acompañado con una frase que lo hizo enrojecer. —Le di a Yoongi un frasco de vaselina y un par de condones.

—¡Omma! —Volteó a ver a su padre buscando que reprendiera a su esposa, pero este fingia que no había escuchado nada mientras se conservaba leyendo el periodico.

El Dolor En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora