Capítulo 14

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Desde que Yoongi se habia mudado al apartamento de su hermano mayor, Jungho, se habia acostumbrado a ver un desfile de mujeres entrar y salir como si de un motel se tratara, ¿de donde las sacaba su hermano? Ni idea, pero ninguna le duraba más del mes. Por eso, respondio con una sonrisa el saludo de la chica, porqué sabia que seria la ultima vez que la veria.

—¿Qué comes? —Pregunto Jungho, llegando a su lado en el meson de la cocina; no hubo necesidad de que respondiera porqué el mayor lo supo con sólo dar un vistazo. —Yoongi no creo que se te vaya a caer el brazo si preparas algo para comer. —El tipo siempre estaba regañandolo por sus habitos alimenticios, pero él no era mucho mejor; al menos esta vez Yoongi desayunaba cereales, no creia que eso fuese algo malo. —Deja eso. —Demando apartando el bol. —Como estoy de buen humor, voy a cocinarnos algo. —El pelirosa tomo sus cereales de vuelta.

—¿Tan bien estuvo tu polvo mañanero? —Pregunto sarcastico, pero a Jungho no le importo y de igual forma respondio, no sin antes volver a quitarle el bol, que él no tardo en recuperar.

—Un polvo cae bien a cualquier hora y por tu humor hermanito, algo me dice que estas necesitado de uno, que pasa con Jin que te tiene asi. —El pelirosa perdio el apatito y dejo de lado el desayuno, dedicandole una mala mirada al mayor que le indico que no estaba para sus bromas. —Ya lo entiendo. —Dijo Jungho, con las manos en alto a modo de paz. —Realmente no estas de humor, ¿que paso?

—¿Tú qué crees? —Pregunto poniendose de pie para ir hasta el sofá y tirarse de lleno en el.

—¿Te llamo? —Habiendo tenido una pelea tan resiente con su progenitor por el tema, era facil para el mayor adivinar por donde iba la cuestion.

—Aun mejor. —Ironizó. —Puso a su secretaria. —Su hermano dejo salir un suspiro.

—¿Cual fue la amenaza esta vez?

¿Cómo se suponia que le responderia a su hermano? si bien Jungho y él tenian sus peleas y estaban lejos de considerarse como los hermanos ejemplares, lo cierto era que aunque nunca se lo hubieran dicho, se querian a más no poder y su padre sabiendo eso, no habia dudado en amenazarlo con trasladar a su hermano a la sede de Nueva York y, siendo Jungho un peon más en la empresa del hombre, no ponia en duda sus palabras.

Sus padres eran unos maniaticos del control y por años estuvieron satisfechos con la obediencia de ambos niños, pero Yoongi siempre habia sido un alma libre y pronto empezo a ser una lidia para sus padres.

En su infancia, Yoongi odiaba ser un niño de plata, por esa razon siempre era excluido de los juegos mas divertidos, pero su hermano siempre llegaba a su rescate y como consecuencia su madre los castigaba por ensuciar sus caras prendas de vestir. Yoongi odiaba las largas reuniones a las que tenia que asistir con sus padres para dar una buena impresión y por ello se la pasaba con cara de culo y su brazo terminaba morado de los pellicones que se ganaba de su madre para que sonriera.

En su preadolescia siempre buscaba la forma de huirle al golf y a la equitación, porqué sin importar cuantas veces le dijera a su padre que preferia jugar basketball, el hombre hacia de oidos sordos y lo mantenia por horas jugando "los deportes de la familia". Lo que más odiaba de esa epoca eran sus clases extracurriculares, Yoongi estaba descubriendo para entonces su pasion por la música y esas clases innecesarias le impedian desarrollarla.

La peor epoca para sus padres fue sin lugar a dudas la adolescencia, Yoongi aseguraba no querer hacer parte del negocio y en cambio dedicarse a la música, y pese a que sus padres decian que era una etapa, en el fondo sabian cuan en serio hablaba el joven; no sólo se negaba a seguir con el legado de los Min sino que para ese entonces Yoongi estaba aprendiendo ciertas cosas sobre si mismo, como que le gustaban los hombres, sus padres no lo sabian a ciencia cierta -y de hecho la primera persona en saberlo fue su hermano- pero era obvio que lo intuian, porqué su mamá empezo a organizarle salidas con las hijas de sus amigas y cuando el joven intentaba explicarle las razones por las que se negaba a ir, ella siempre se negaba a escucharlo.

El Dolor En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora