capitulo 30

7 3 0
                                    

Namjoon estaba muriendo de aburrimiento y eso sólo sucedía cuando tenía que acompañar a su padre a algún evento para dar la imagen de la familia ejemplar. Un hombre que supiera mantener una familia era digno de conseguir la confianza de los votantes, si tan sólo ellos supieran que ese hombre que delante de las cámaras era todo un devoto puesto que visitaba constantemente el templo, el mismo hombre que delante de las cámaras usaba sus tiempos libres para dar de comer en los comedores comunitarios, ese hombres que delante de las cámaras amaba a los animales y todo aquel que se le acercara para saludarlo, ese hombre que frente a las cámaras tenía a la esposa más dedicada y amorosa cuyo amor él correspondía y cuyo fruto de su amor era él, el supuesto hijo ejemplar. Si tan sólo todas esa personas supieran que cuando las cámaras se apagaban su padre blasfemaba de todo cuanto podia, era el mismo que consideraba rebajarse al dar de comer a otro, ese que odiaba a los animales y usaba antibacterial luego de apretar las manos de sus seguidores; su padre, quien mantenía a su esposa infeliz queriendo llenar un vacío que él mismo había causado en una adicción por las compras y el tabaco, que le había generado baja autoestima al hacerla sentir una inútil y que le habia causado la mayor desdicha al tener un hijo fuera del hogar; en cuanto al hijo ejemplar que supuestamente era él, no era más que una deshonra para su padre y viceversa, por mucho tiempo Namjoon intento ganarse el amor del hombre hasta que entendió que únicamente se amaba a sí mismo y tan pronto dejo de anhelarlo empezó a ver todos los defectos que antes pasaba por alto de su padre.

—Quita esa cara de culo y sonríe un poco hijito. —Le susurro sin dejar de sonreír su padre, el candidato a alcalde Kim Dong Hwan.

Namjoon hizo lo propio enseñando sus hoyuelos a las cámaras y un par de asistentes que no estaban nada mal, lástima que pertenecieran al círculo de su padre, Namjoon evitaba relacionarse con cualquiera de ellos.

Estuvo todo el tiempo pensando en Taehyung, en cómo serían las cosas ahora para el chico si su padre nunca lo hubiera ocultado, tal vez le gustaría más llevar una vida de lujos que la que tenía ahora pero allí Namjoon se echaba para atrás, porque él podía gozar de muchos privilegios monetarios pero carecía de otras cosas más esenciales. Si su padre lo hubiera querido en su vida entonces Taehyung nunca hubiera conocido a Jimin, hasta de pronto el niño ni siquiera hubiera nacido; Taehyung no asistiría a esa escuela así que probablemente tampoco hubiera conocido a ese chico bonito que babeaba por él y que aunque no se hubiera dado cuenta aún, también a Taehyung se le caía la baba cuando lo veía; por la misma razón tampoco conocería a su extraño amigo pelirrojo que se ofrecía tan amablemente a cuidar a su hermano o al bajito pelirosa que trabajaba con él y fingía ser rudo pero se le notaba que le importaba el chico. No conocía tanto de la vida del peligris como para saber a quienes más extrañaría pero estaba seguro de que debían haber más.

Eso no sería tan bueno, pero si su padre lo hubiera reconocido Taehyung no tendría que preocuparse por ir a trabajar y podría dormir las horas necesarias, Taehyung podría comer y darse todos los lujos que quisiera, no sufriría de maltrato físico pero seguramente seguiría sufriendo el psicológico y si su asqueroso padre viviera con su madre en vez de la suya tal vez la mujer si lo querría. Esas eran cosas buenas pero Namjoon las coloco en una balanza y estuvo seguro de que si le presentarán a Taehyung la oportunidad de escoger, él no habría dudado en quedarse con la vida que ya tenía, porque a Taehyung no le importaban los lujos ni cosas superficiales, Taehyung era de los que prefería las cosas esenciales.
Namjoon barrio la sala llena de las personas más influyentes de Seul, todas con sus trajes de gala y conversaciones falsas y vacías y reafirmó su creencia de que Taehyung no querría estar ahí, él tampoco quería.

—Si ibas a estar con esa cara mejor no hubieras venido. —Exclamo enojado su padre una vez que estuvieron dentro del carro.

—Tú me obligaste a venir. —Dijo simplemente mirando por la ventana.

El Dolor En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora