primera foto

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Alfred abrió el armario. No sabia que dejarle, cogió un par de camisetas y unos pantalones que tenía ahí de la ultima vez que se quedó Aitana, a la que también consideraba como su mejor amiga. Al final se decidió por una básica blanca y ya esta. Así evitaba que le pudiera gustar o no. Le iba a estar enorme pero seguro que le quedaba bien.

- Toma esto, no se si te va a gustar pero da igual.
- Que más da que me guste, es solo para dormir.
- Bueno da igual, cuando salgas dame la ropa que la pondré para lavar.

Amaia se metió al baño y Alfred cayó en que lo más probable es que se fuera a duchar y no le había dicho nada de donde estaban las cosas y ya pensaba que todo estaba saliéndole mal.

- Oye, que las toallas están en el armario, al lado de bañera - gritó Alfred desde la puerta.
- Vale gracias - gritó Amaia desde dentro.

Tenían que gritar porque no se escuchaba. Alfred se fue a ordenar las cosas de la habitación de invitados, se podría haber quedado en la de Roi, su compañero de piso, porque está mejor ordenada pero si Roi se enteraba iba a querer matarle. Entonces se quedó en la de invitados, la intentó ordenar un poco mientras amaia estaba en el baño, se puso una camiseta negra antigua y unos pantalones de chándal grises, cogió sus otras gafas después de intentar arreglar las otras unas diez veces y se las puso. Amaia salió del baño con una coleta alta, la camiseta blanca que efectivamente le quedaba bastante grande pero le quedaba bien.

- ¿Te importa que los pantalones sean cortos? Es que no tenía otros.
- Yo siempre duermo con pantalón corto, no te preocupes.

Eso fue un alivio para Alfred porque lo podía haber fastidiado todo y no le apetecía. Salió al patio, cogió su polaroid e hizo una foto. Había eclipse y era precioso.

- ¿Te gusta la fotografía?
- Bueno si, hay cosas que me gustan más pero si.
- Jo que guay ¿Cuales son las otras cosas que te gustan?
- Pues otras.
- Bueno vale, no importa
- Perdón si ha sonado muy borde.
- No tranquilo, es normal. No me conoces ni 24 horas - mientras decían eso iban a dentro de la casa.
- Si tienes hambre o algo puedes coger lo que quieras de la nevera o lo que quieras.
- muchas gracias, buenas noches.
- buenas noches.

Estaban una habitación justo enfrente de la otra en la segunda planta del dúplex donde Alfred vivía junto a su compañero de piso. Roi no estaba porque se había ido a Galicia a pasar unas semanas así que podía hacer lo que quisiera durante un par de semanas.

Cuando dijeron buenas noches, cada uno se fue a su respectiva habitación.
Alfred no se sacaba a esa chica de la cabeza aunque aún estaba intentando sacarse a la otra chica de la cabeza, aquella que tanto daño le había hecho. Se puso a darle vueltas a todo y al final se quedo durmiendo.

Cuando se despertó pensó que nada de eso había pasado y que todo había sido un sueño porque el nunca antes había hecho eso de llevar a alguien a su casa después de estar en la piscina de su mejor amigo a las once de la noche, era algo que no solía hacer la verdad. Nada más despertarse, Alfred abrió la puerta de su habitación y Amaia la abrió a la vez. Alfred se sobresaltó un poco.

- ¿Que pasa?
- No, nada. Tranquila. ¿Te apetece desayunar algo o te vas ya?
- Raoul vendrá a recogerme en un par de horas así que si, podemos desayunar.

Alfred hizo tostadas y dos cafés.

- ¿Como sabías que el "bombón" era mi café favorito?
- Te recuerdo que te conocí en una cafetería en la que yo soy el camarero, como fue lo que pediste supuse que te gustaba.

A Amaia le salió una risa tonta, empezaron a hablar de tipos de cafés porque a ninguno de los dos se les ocurrió nada de lo que hablar. Amaia fue a vestirse.

- Bueno, Raoul me acaba de llamar así que, eso, que me voy.
- Adiós.

No sabía como despedirse así que solo levantó la mano como hizo cuando le saludó por primera vez. Supuso que no la volvería a ver igual que también suposo que Agoney no volvería a ver a Raoul y por esa misma razón no vería a Amaia. Dejó eso como un recuerdo más, como una experiencia. Cogió la foto que hizo del eclipse y la pego en la pared donde tenía todas las fotos que había hecho con su cámara.

Al día siguiente, como todos los días, Agoney fue a recogerle para ir al trabajo. Pero no iba solo, Iba con Raoul. Eso le destrozaba los esquemas de no ver más a aquella chica.

- Buenos días - dijo mientras abría la puerta del coche y se subía - ¿Que tal todo?
- No me puedo quejar la verdad.
- Bueno, y tu tampoco - Dijo Raoul seguido de una risa.
- ¿Perdon?
- Bueno, se supone que yo no puedo decir nada pero me se de una chica a la que le llamaste la atención.
- ¿Pero que dices?
- Pensaba que eras más listo, hablo de Amaia.
- ¿Pero no tiene novio? - Raoul empezó a reírse
- Ya le gustaría a ella, siempre ha estado con rollos de una noche con diferentes chico y chicas pero nunca ha llegado a tener nada serio.
- Pues no lo entiendo
- ¿Que?
- No nada, da igual.

Ya habían llegado asi que se bajo del coche y empezó a trabajar. Después de la conversación que había tenido en el coche no se sacaba a esa chica de la cabeza. No sabía nada de ella y casi ni se acordaba de su voz. Estaba ahí y de repente entró Aitana, se sorprendió bastante porque cuando Aitana iba ahí era solo porque había pasado algo importante. Eso no solía pasar, normalmente solía ser algo malo así que se asustó bastante.

- Alfred, esto es muy fuerte - Aitana se sentó en uno de los taburetes de la barra, parecía muy emocionada.
- ¿Que pasa? No me asustes que te conozco.
- A ver, es gracioso ¿Nunca te había hablado de mi amigo Raoul verdad?

(we keep this love in a) photograph; almaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora