Nadando en Revelaciones

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    Capítulo 5

Mi ritmo cardiaco debe de estar por llegar al límite, y los rostros pálidos de mis compañeros no ayudan mucho.

Escondo muy bien mi piel y mi arma posada a mis espaldas.

Trago saliva y volteo— ¿qué necesita?—pregunto con la cabeza en alto demostrando seguridad.

—oh señorita, yo solo les quería decir que la casa que esta al fondo está ocupada tanto de ropa, como comida, y que aquí hace algo de calor, no es necesario tantos...abrigos.

—sí, solo que somos extranjeros y no sabíamos que traer, de todas formas gracias por avisar.

—estaré aquí si me necesitan, suerte, y señorita...tiene unos ojos de verdad hermosos.

—gracias y adiós.

En cuanto se va suspiramos de alivio.

— ¡Joder!—exclamo Elis—eso estuvo demasiado fuerte.

— ¿enserio?, Pasamos por un tiroteo, y de ahi a otra dimension; y eso fue lo fuerte para ti? –musita gristian con sarcasmo.

—Ya déjala—demanda Josh en modo de juego.

Al entrar a la casa, lo primero que vi fue el suelo de cerámica, por fin algo que no es de madera, de hecho es muy hermoso es una flor rosa, rodeada de miles moradas en círculo, esta amoblada con objetos elegantes, contando con una lámpara en forma de flor.

—Empecemos con la función, quien de ustedes nos contara todo el chisme—exige Elis acostándose en uno de los muebles purpura—hablen queridos.

—primero debemos buscar algo de comer ¿no?—menciono con mi estómago gruñendo.

—Sí, yo voy—me apoya lía.

¿Pero qué piensa? No los perderé de vista.

—Te acompaño—sentencio.

Nos dirigimos a lo que parece ser la cocina y busco en el refrigerador, claro que con un ojo en ella.

—entonces, ¿porque razón me querían llevar?—pregunto con tranquilidad mientras busco.

Qué asco, ¿quién come gusanos?

Ha sí, estamos en otra dimensión.

—Se lo diremos a todos juntos, así no tendré que contarlo dos veces—confiesa sin verme.

—Vamos, solo un adelanto—la miro y esta de espaldas a mí, buscando en los estantes.

—Mira encontré pan—cambia el tema dándose vuelta.

—bien, como quieras—digo entre dientes—aquí hay mayonesa y jamón.

—creo que con eso tenemos.

Elis se nos une, ayudándonos a preparar los sándwiches, Ella y yo tratamos de sacarle información, pero es muy difícil, se negó en todo momento.

Cuando logramos prepararlos todos, avanzamos hasta donde se encuentran los demás, sentándonos cada uno en sillones individuales, pero que son cercanos uno del otro.

—ahora si van a hablar, porque me están hartando la verdad—aclaro mi voz rompiendo el silencio.

— ¿No quieren comer primero?—responde Gael con una mueca.

— ¡No!—exclamamos al unísono los más jóvenes.

Aunque el hambre, estuviera en cada entraña de mi ser, queria saberlo todo

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