--shh...Jimin-otra vez escuchaba esa voz cerca de su oído, causando que el pequeño Jimin se tensara debido al miedo, si, tenía miedo, asco, y rogaba porque esa tortuosa y desagradable escena parara.
Sintió como lentamente, unas grandes manos recorrían sus muslos, la sensación era asquerosa, fría, repugnante y un completo infierno para Jimin. La sensación fue subiendo hasta sus caderas, su espalda, hombros, y por último, un ligero apretón en su trasero.--Hueles bien, Jimin, hasta cuando duermes...-ese onolvidable y nauseabundo olor a cigarrillos se adentro en sus fosas nasales, dándole mas asco al rubio, su cuerpo temblaba, no podía moverse, quería llorar y gritar, pero de igual manera no podia...solo rogaba, que alguin lo salvara de esa condena que era su vida...
--....-lentamente un desareglado chico rubio despertaba de sus sueños, con gran pezar se levantaba de su cama, quedando sentado en ella, sus cabellos eran un desastre, sus mejillas regordetas con marcas de la almohada, y un hilo de saliva que escurría de la comisura de sus labios hasta su mentón, pero, no era lo único que escurria por el rostro del rubio. Llevo sus dedos hasta sus mejillas notando que estas esaban mojadas, si, otra vez estuvo llorando a causa de sus horribles y tortuosos sueños, aquellos que no lo dejaban en paz la mayor cantidad del tiempo.
--Jimin, cariño, ya estas despiertos?-Una elegante mujer de adentró al cuarto del menor, vestía una camisa y pantalones color pastel, y su cabello rubio hasta los hombros, tenuemente maquillada y joyería en sus brazos y cuello-pequeño dormilón, ya levanta, no puedes faltar al primer día y...-aquella mujer se acercó lentamente al pequeño, notando aquellas lágrimas en su rostro--oh Jimin, que pasó? Por que lloras?--preguntó esta acariciando de manera gentil las mejilas de su preciado hijo.
--m-mamá...yo, es el sueño otra vez...no desaparece...aún recuerdo eso y...-el menor es interrumpido por su madre, la cual mostraba su ceño fruncido.
--Jimin basta, es solo un sueño, eso nunca pasó, tu mente te esta jugando una broma y tu la estas creyendo-dijo esta algo alterada, lo cual no sorprendió al menor para nada.
--...-el menor no respondió nada, sería en vano, cada vez que lo hacía, su madre le creía menos-puedes salir? Voy a vestirme...-Dijo este mientras agachaba su dolida expresión, porque si, le dolía, dolía el saber que su madre no creía es sus palabras, por mas que lo intentara.
--esta bien amor, termina y baja a desayunar, hoy es un gran día, mi niño ya va a tercero de secundaria, estoy tan feliz-dijo esta esbosando una sonrisa de oreja a oreja-te veo abajo, no tardes-y sin mas, salió de ahí dejando al pequeño solo.
Jimin solo suspiró, casi sin ganas se levantó de su cama y se dirigió al baño. Tomó una rápida ducha y cepillo sus dientes. Ya se encontraba seco y frente a su harmario, en busca de que ponerse para su primer día. Finalmente se decidió por unos jeans negros algo ajustados, que resaltaban sus piernas, si, Jimin a pesar de tener quince años tenia la suerte de poseer un buen cuerpo, gracias a los ejercicios y danzas que suele practicar, y para convinar, una remera manga larga y algo holgada, de color blanco con líneas negras y por último unas zapatillas deportivas color negro.
Tomó su mochila revisando si se encontraba todo en orden. Bajó hasta el comedor donde se encontraban su mamá y su hermano menor, Kim Taehyung, saludó con una sonrisa y se sentó en una de las sillas de la mesa, para poder desayunar tranquilamente mientras hablaba con su pequeño hermano._____________________
El rubio se encontraba caminando por los pasillos del complejo, notando la cantidad de estudiantes nuevos, entre los cuales se encontraba su pequeño hermano, quien recién estraba a primer año.
A lo lejos notó a un joven de cabellera oscura, al igual que su ropa, era obvio que se trataba de su mejor amigo.
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■Mi pena■[YoonMin]
Фанфик-Jimin tiene 15 años de edad, es un completo otaku y fudanshi. Su personalidad es la de cualquier chico de su edad, o al menos eso es lo que ven los demás. Su vida es un completo infierno, las pesadillas lo acosan casi todas las noches, recordandole...