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Otro día comenzaba, y como toda mañana semanal rutinaria Jimin se levantaba perezosamente de su cama, estirando sus brazos, revolviendo su pelo, soltando sus ultimos bostezos y repasando sus manos en su adormilado rostro, para así quitarse el sueño. En la noche había podido dormir de lo más bien, sus pesadillas no lo habían acosado esa vez y eso era algo que agradecía.
El rubio se quedó algunos pocos minutos observando un punto fijo en la habitación como si este fuera lo más interesante del mundo, pensando en lo que había pasado hasta ahora, ya había transcurrido un mes de clases pero parecía una eternidad y en ese momento se puso a cronometrar todas los exámenes, trabajos y exposiciones que tenía, cielos, ya se estaba preocupando por su tiempo.
Casi sin ganas se levanta de su cama para dirigirse al baño, tomó una corta ducha de unos 10 minutos y volvió a salir, con solo una toalla elvolviendo su parte inferior, dejando la superior al descubierto, la que aún seguía húmeda.
Abrió su armario para buscar su vestimenta del día la cual no tardó en encontrar, esta consistía en un jean negro, camiseta gris holgada y unas zapatillas tambien negras, algo casual y decente, pues se dirigía a la escuela.

--te ves bien...Jimin-dijo para sí mismo mientras se observaba al espejo y acomodaba sus rubios mechones, porque si, a Jimin le gustaba verse bien.

--si tan solo...-y nuevamente volvió a observarse en aquel espejo, esta vez con mas detenimiento, tocando con sus manos la zona de su cuello, mejillas, nariz y por último llegando casi a su pecho. Las pesadillas de Jimin volvieron, golpearon los pensamientos del rubio con fuerza, provocando una punzada y presión en su pecho. Era claro que nunca olvidaría, era claro que esos recuerdos lo seguirían atormentando hasta el último de sus días. Sus ojos comenzaban a arder, gritando el querer derramar aquellos mares de lágrimas que Jimin quería contener, no quería llorar, no queria verse mas miserable de lo que ya era.

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Jimin ingresaba al colegio otro día mas, abanzando por los pasillos con la cabeza baja, no quería que alguien notara lo rojizo de sus ojos, rápidamente llegó a las puertas de su salón, esperando que este esté vacío ya que era algo temprano, pero se equivocó. Ahí, en una de las mesas del fondo se encontraba un chico de piel blanquecina, ojos gatunos y pelo negro, hasta parecía un cadáver recostado en la mesa, pero tal parece que esta durmiendo.

--hum...-Jimin no dudó en acercarse y comenzar a sacudirlo un poco para que despierte--oye Yoongi--no obtuvo respuesta--Yoongi, despierta--de nuevo--CARAJO MIN YOONGI!!, LEVANTATE DE UNA PUTA VEZ!!--golpeó con leve fuerza en hombro del pelinegro.

--ESTÚPIDA, MI SUEÑO, IDIOTA!!-reprochó Yoongi, retregando sus manos en su rostro y limpiando el hilo de saliva que escapaba de la comisura de sus labios, lo cual le causó algo de gracia a Jimin-ya ni en la escuela se puede dormir en paz...-dijo para luego estirar sus brazos y soltar un sonoro bostezo.

--el colegio no es para dormir, que no tienes casa o algo?-preguntó Jimin mientras se cruzaba de brazos.

--cállate, tuve una pelea con mamá, y preferí salir temprano...aunque dormí pésimo anoche.

--Dios, siempre estas durmiendo, no sabes hacer otra cosa?-preguntó el rubio.

--tsk...que falta de respeto-volvió a reprochar Yoongi-soy tu hyung, muestra respeto mocoso.

--solo por un año, además...el respeto se gana.

--oshh...Jimin, ven aquí-demandó el mayor, señalando una silla que se encontraba a su costado.

--me estas ordenando?-Jimin seguía llevando la contraria, pero aún así hizo caso y se sentó en donde le indicaron-listo, ahora qu...eh?

Jimin no continuó su frase, simplemente se quedó observando como aquel pelinegro recostaba su cabeza sobre sus piernas.

■Mi pena■[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora