Aceptalo, Eres Mío (Namjin/Yoonmin/VKook) Omegaverse {+18} (EN EDICIÓN)

004. Nam~

Mi mente no dictaminaba otra cosa que buscar el bienestar del chico, me aparté de él disculpándome innumerables veces por lo que hice. Él ni siquiera hablaba, solo me miraba, sus ojos brillaban y sus mejillas estaban por completo sonrojadas, lindo.

"Seokjin de verdad lo siento, no quería hacerse sentir incómodo después del incidente del idiota y... De verdad lo siento." Él solo me miraba, sus piernas temblaban, su frente tenía un leve rastro de sudor, sus manos jugaban con la orilla de su chaqueta y sus ojos parpadeaban en veces casi nulas, solo entonces fuí consciente de la situación que él me planteaba.

Cuando su aroma golpeó en mis fosas nasales con brusquedad sentí mi mente ser dormida por segundos, y es que olía tan exquisito que yo de verdad dejaba de pensar a momentos, un aroma fresco y malditamente seductor desbordaba cada poro de su cuerpo invitándome a gritos a ayudar en su agonizante necesidad, y me encontraba entre la espada y la pared ahora, porque el chico me atraía tanto, pero no quiero lastimarle.

Cerró los ojos unos segundos después, sus labios temblaban cuando se entreabrieron después de pasar saliva, sabía que mi presencia no ayudaba, pero no podía volver a dejarlo solo, no en celo, al menos yo trataba de controlarme, pero los demás simplemente se lanzarán a él en la primera oportunidad, tal como quiero hacerlo yo.

Miré su rostro, parecía haber sido hecho con un cincel por los mismos dioses, sus labios rosas y brillantes, sus perfectas y definidas facciones, todo en este momento de planteaba en mi contra para no lanzarme sobre su ya tembloroso cuerpo, ganando por mucho en una jugada que desconocía de ser buena o mala.

"Ya no puedo, no puedo, esto no sirve". Fue todo lo que dijo antes de temblar por completo frente a mí, sus manos en un acto desesperado fueron a parar a su entrepierna presionando a momentos, de una manera debía ser dolorosa, trataba de calmarse pero se lastimaba, y yo no podía acercarme más. Me puse de pie en el instante en que mi mente comenzó a nublarse con su aroma, él arqueaba su espalda mientras de sus labios salían pequeños y casi inaudibles quejidos de dolor, su rostro palidecía y se sonrojaba a momentos, alternando el dolor y el placer que debía estar sintiendo. Estaba presenciando frente a mi la jodida imagen del erotismo. Imagen que poco me ayudaba.

Me acerqué a él atraído por todo lo que él decía o hacía, hundí mi rostro en su cuello y aspiré deleitandome de tal aroma, mis manos fueron a parar a su cintura en el momento en que un gemido salió de sus labios, su cuerpo entero comenzó a temblar con más fuerza, y sus uñas se enterraron en sus muslos.

"Dejame ayudarte" Susurré un segundo antes de sacar su chaqueta aventándola a algún lugar de mi habitación, dejando el aroma impregnado en ella, sintiendo más llamativo el aroma que su cuerpo desprendía, sus uñas seguían enterradas y su cuerpo temblaba tanto que pensaba perdería el conocimiento en cualquier momento.

"P-por favor no..." Trague saliva cerrando los ojos un segundo, me alejé un poco mirando su rostro, mi entrepierna dolía como el infierno, y él no quería que siguiera. Mi autocontrol estaba al borde del fracaso a momentos y después llegaba como un golpe. Jamás me había sentido tan frustrado, jamás había pasado esto ¿que sucede?

"Yo.. Lo siento, p-puedo.. Buscar a alguien y.." Y él me interrumpió llevando sus brazos al rededor de mi cuello con miedo en sus acciones, sus ojitos buscaron los míos y sus mejillas se tornaron aún más rojas de lo que ya se encontraban, entonces algo en mi interior se sintió adormecida, por sus acciones y su olor.

"N-no, y-yo quise... Decir que.. Por favor n-no pares." Lamí mis labios antes de tirarme sobre los suyos a devorarlos, no conocía al pequeño chico frente a mí, y aún así no me veía arrepentido de tener algo con él, es decir, algo de él llamó mi atención desde el primer momento, y podía ser su celo o el maldito ambiente, pero me veía totalmente cegado por él ahora, besando aquellos gruesos labios color cereza, probando en ellos la esencia de su piel.