Aceptalo, Eres Mío (Namjin/Yoonmin/VKook) Omegaverse {+18} (EN EDICIÓN)

018. Yoongi

Estos últimos meses ha sido tan agotadores, tratando de mantener a Taehyung alejado de Kookie, tratando de hacer que Kookie no quiera ver a Taehyung, aguantando la miel que derraman el par de enamorados mayores.. Pero sobre todo, pensar en Jimin.

El chico ha invadido cada maldito espacio en mi cabeza desde aquel beso cuando creyó que buscaba a Jungkook.

Esperaba con ansias la oportunidad de que se quedara solo para probar esos hermosos labios suyos.

Y es que el maldito ha logrado llenar mi corazón con su ternura, sus muecas lindas y sus hermosas sonrisas, con su voz dulce pero coqueta, y sobre todo con esos ojitos brillantes.

Golpee la mesa donde frente a mi con mi puño y apreté los ojos no puedo estar sintiendo esto no por ese tierno niño.

Guardaba los papeles en mi carpeta cuando mi celular sonó.

Suspire pesadamente antes de contestar

-Necesito que vengas al cuarto ahora, es urgente, no tardes.

Y cortó la llamada, trague saliva nervioso y termine de guardar mis cosas fingiendo que la llamada de Namjoon no me afectó.

Caminé con rapidez al dormitorio y antes de entrar me encontré con Taehyung, quien me sonrió con un poco de miedo antes de entrar junto a mí.

Namjoon abrazaba a Jin, quien lloraba desconsolado. El primero volteo a nosotros y suspiró antes de hablar

-Es Jimin - Cuando hizo mención de aquel nombre mi corazón dejó de latir un momento antes de latir desbocado de nuevo- No aparece en ningún lado, ha actuado muy extraño desde hace unos días y hoy solo desapareció.

-Tal vez solo quiere tiempo solo - Dije tratando de sonar como si no le diera importancia a aquel hecho, mis piernas picaban por salir corriendo a buscar a aquel pequeño omega. Entonces fue Jin quien me sacó de mi estado de congelación parcial.

-Chicos... Jimin.. Él está en cinta, y puede hacerse daño, él de verdad puede dañarse solo por eso, es urgente encontrarlo antes que haga algo contra el cachorro y lo perjudique a él, él ya ha intentado quitarse la vida tres veces esta Semana, no quiero que lo logre, por favor ayudenme a buscar a mi amigo.

Al terminar de decir aquello apenas se entendían sus palabras ya que el llanto le ganó. Pero no fue eso lo que me hizo sentir una apuñalada en mi estómago, si no lo que había dicho.

"Jimin.. Él está en cinta"

"El ya ha intentado quitarse la vida tres veces esta semana"

"Antes de que haga algo contra el cachorro y se perjudique él"

Mi mente daba tantas vueltas que por un momento mi mente viajó al chico, él no sería capaz de matar una criatura de sus entrañas ¿o si?

Ni siquiera me detuve a pensar en un plan cuando ya había salido del cuarto corriendo hacia el bosque.

La maldita nieve no me dejaba caminar tan rápido como quería, no había más opción, tenía más posibilidad de encontrarlo siendo lobo.

Suspire cerrando los ojos unos instantes repitiendo para mi mismo que era necesario, que era por Jimin.

Comencé a correr y olfatear cada espacio por donde pasaba, el desespero estaba acumulado en mi mente y solo podía intentar buscar su aroma, entonces aquel olor llegó a mi nariz, corrí sin pensarlo hacía el lugar de donde provenía.

Estaba el chico ahí, recostado en la nieve con sólo el rostro fuera de ella, como si hubiese dormido ahí durante la nevada.

Aullé desesperado y comencé a escarbar hasta dejar el cuerpo del chico por encima de la nieve, sus labios teñidos de morado hacían su rostro parecer el de un muerto.

Tomé mi forma humana con miedo a lastimarlo y me arrodillé a su lado, toque sus mejillas, frías al igual que todo en él.

Saqué la camisa que traía puesta desnudando su torso, al mirar su abdomen unas inmensas ganas de llorar me inundaron, desabroche mi chamarra y lo abracé contra mí tratado de transmitirle el mayor calor posible a su frío cuerpo, recargue mi frente en su cabeza y mis ojos no tardaron en llenarse de aquel líquido que tanto odio.

-Estás en cinta- Susurré con voz quebrada y apreté su inerte cuerpo contra mí.

No servía, no servía mi calor, no servía por más que intentaba, los latidos de su corazón se extinguían cada minuto que transcurría.

-No te vallas Jimin, quedate, quedate conmigo, no te rindas, por favor Jimin.

Susurraba una y otra vez tratando de calentar su cuerpo mientras las malditas lágrimas caían sobre su cabellera.

-Si de verdad existe alguien arriba, no lo dejes morir, no dejes morir a la única persona que he amado.

Mi corazón se contrajo al decir en voz alta aquello, era verdad, Jimin era la única persona que había amado, el único omega que lograba hacerme sonreír con tan solo pensar su nombre. Y él moría en este momento junto a la pequeña cosita en su abdomen.

Sollocé abatido y negué al pensar aquello

- Perdoname

Susurré alejándolo de mi cuerpo, mirando su piel pálida, sus ojos hinchados y  sus pestañas con pequeños rastros de nieve. Negué una vez más y lo recoste en el piso.

-Perdoname Jimin

Me puse de rodillas a su lado y levantando su cabeza tomando su nuca lo besé, sus labios no se movían ni temblaban, solo eran fríos, muy fríos.

Me alejé de su rostro y cerré los ojos acariciando su mejilla antes de acercarme a la curva entre su hombro y su cuello y morder ahí.

Me alejé unos milímetros aún con mi rostro enterrado en su cuello dejando leves lengüetazos en la mordida recién hecha y suspire entre un sollozo y quité mi abrigo.

-Eres mío Park Ji Min, y si mueres moriré contigo.

Tomé aire profundamente antes de tomarlo en mis brazos y elevarlo de aquel frío suelo mientras lo envolvía con mi abrigo.

El camino alternado parecía eterno, mis piernas temblaban y temía que mi omega pudiese caer de mis brazos en algún momento.

Al llegar traté de pasar desapercibido, lográndolo sin contar un par de niñas que me observó, no sería problema.

Entré a mi habitación dejando a Jimin en la cama, quité el abrigo de su cuerpo, su zapatos y su pantalón dejándolo en boxer.

Moví la cama de Taehyung juntándola a la mía para tener más espacio y con todas las almohadas traté de hacer un "nido" alrededor de él.

Saqué mi chaqueta y mi ropa quedando al igual que él, tomé aire profundamente antes de volver a tomar mi forma de lobo, subí a la cama y con cuidado de no aplastarlo lo acurruque contra mí, con la esperanza de darle calor, tomé la manta con el hocico halandola cubriendo hasta su cuello, posé su cabeza con cuidado sobre mi estomago, y posé mi cola en su abdomen tratando de calentar ahí. Chillé bajó lamiendo su mejilla.

No volverás a sufrir Jimin. Te lo juro.

...

Ahora si ángeles, último cap de nuestro maratón semanal. Espero les haya gustado tanto como a mí escribirlos.

Que tengan un hermoso inicio de semana y suerte el resto de ella.

Nos leeremos pronto bellezas.

Con amor:

❄Melymaya❄