vii.

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Luna's POV

Me desperté muy adolorida por la noche que tuve con Simón. No lo puedo creer. ¡Lo hice! Estoy muy feliz de que mi primera vez haya sido con el, el chico a quien amo con todo mi corazón. Creo que en este momento tengo una enorme sonrisa dibujada en mis labios...

Escuché un ronquido así que me volteé y lo vi a el, dormido alado mío. Se ve tan tierno. ¡Ay! ¡Lo amo tanto! 

Puse mi mano sobre su mejilla, acariciandola. No puedo evitar preguntarme cómo llegamos a enamorarnos. ¿Que loca es la vida, no?

Pensar que antes nos odiábamos y nos tratábamos de la peor manera, y ahora estamos mas juntos que nunca y enamorados. ¿Que mas puedo pedir? Lo tengo a el y eso me basta para ser la chica mas feliz del mundo.

Después de tanto pensar me levante de la cama, no sin antes depositar un beso en la mejilla de Simón, intentando de no despertarlo.

Baje hasta la cocina para empezar a preparar el desayuno. Pocos minutos después siento como unas manos me abrazan por la cintura y enseguida supe quien era.

Me volteé quedando cara a cara con Simón, quien tenía todo el cabello despeinado. Me causo mucha ternura verlo así. Le regale una sonrisa y el hizo lo mismo para luego dejar un beso corto en mis labios.

— Buenos días, princesa. — dijo abrazándome

— Buenos días, dormilón. — dije soltando una risita

— ¡Hey! Yo no soy un dormilón, eh. — dijo haciéndose el ofendido

— Sí, sí claro. ¿Quien fue el que se levantó más tarde? — dije arqueando una ceja

— Bueno, está bien lo acepto. Soy un dormilón. — dijo besando mi cabeza

— ¿Cómo dormiste? — le pregunté separándome del abrazo

— Muy bien porque dormí contigo. — dijo besando mis labios a lo que yo me sonroje - Eres tan linda cuando te sonrojas. - dijo acariciando mi mejilla

— ¡Ay! ¡Que pena! — dije tapando mi cara con mis manos

— ¿Por que te da vergüenza? Me encanta saber que yo soy el único que puede causar esa sensación en ti. Te amo. — dijo quitando mis manos de mi cara

—Yo igual — dije mirándolo con una sonrisa tímida

— ¿Y que hacías? — preguntó mirando hacia el plato donde se encontraban los panqueques

— Preparaba el desayuno, ¿quieres? — dije mostrándole el plato de panqueques

— Obvio, me muero de hambre. — dijo a lo que yo me reí — ¿De que te ríes? — preguntó confundido

— Nunca vi a una persona tan desesperada por comer. — dije riendo

— Hay muchas cosas que no sabes de mí. Como que ahora mismo te voy a atrapar en una guerra de cosquillas. ¡Ven acá! — dijo a lo que yo salí corriendo de ahí

— ¡No me alcanzarás! — grite mientras corría lo más rápido posible

— Claro que sí — dijo corriendo detrás de mi

Estuvimos corriendo por toda la casa hasta que yo me tropecé con algo y caí al suelo. Como Simón venia detrás mío, el también se tropezó y cayó encima de mi. Era una posición muy incómoda ya que el pesa mucho y eso hacía que me sintiera un poco aficionada.

El lo noto así que se separó un poco de mi para luego levantarse y extender su mano para ayudarme a párame para acto seguido sentarnos en el sillón ubicado en el living.

¿ODIO O AMOR? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora