¿ODIO O AMOR?

xv.

Luna's POV

Después de esa pequeña discusión con Simón y Daniela, decidí que lo mejor era que me fuera de ahí, ya que no quería seguir discutiendo sobre algo que no tiene importancia.

Camine hasta mi casa, a pasos apresurados, pues quería llegar a casa lo más pronto posible.

Cuando al fin estuve frente a mi casa, me acerqué a la puerta de entrada y adentré la llave en la cerradura, abriéndola para después adentrarme en ella.

Entre a casa, cerrando la puerta detrás de mi para luego subir las escaleras e irme directamente a mi habitación.

Ya estando en mi habitación, me encamine hasta mi ropero para buscar mi pijama y después colocarla sobre mi cama.

Me adentre en el baño para darme una ducha fresca para así poder relajarme y olvidarme de todo lo que está pasando. En días de estrés una buena ducha me haría bien.

Minutos después, salí del baño con una toalla rodeando mi cuerpo. Me acerqué a mi cama, cogiendo mi pijama para luego ponérmela.

Llevaba puesto una remera de tirantes, blanca y unos shorts, negros que hacían resaltar un poco mi trasero.

Me saque la toalla que llevaba en la cabeza, secándome el cabello para después caminar hacia mi tocador y colocarme el cabello en una coleta.

Baje las escaleras hasta llegar a la cocina y me dirigí a la cocina para prepararme un sándwich, ya que me estaba muriendo de hambre.

Cogí dos rebanadas de pan, mayonesa, jamón, y un poco de queso. Yo se que un sándwich no es la gran cosa, pero es lo menos que me puedo preparar, ya que no se cocinar tan bien.

Estaba apunto de empezar a hacerme el sándwich, pero mi acto fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.

— ¿Ni siquiera un sándwich puedo hacer sin que nadie me moleste? — bufé, frustrada

Me volteé en mis talones en dirección hacia la puerta, dejándome ver a Simón mirándome con una sonrisa de lado.

Claro, se me había olvidado que el también vive aquí.

Ignore su presencia y solo me volteé para continuar con mi tarea. Pero como la vida me odia tanto, mi acto fue interrumpido de nuevo al sentir una mano agarrándome del brazo.

Me volteé esta vez mas frustrada de lo que ya estaba y para mi sorpresa me encontré con Simón, cara a cara frente a mi.

Cruze mis brazos, rodando los ojos para después decir;

— ¿Me vas a seguir molestando o me vas a dejar tranquila? — dije molesta

— Primero cambia ese tono porque no tienes derecho a ser tan cortante conmigo. Se que me lo merezco, pero no es para tanto. — dijo apretando más su agarre

Aquí vamos otra vez.

— ¿No es para tanto? ¡Ja! Mira como me río. — dije en un tono burlón

— No le veo el chiste. — dijo sin expresión alguna

— ¿Eres tonto o te haces? ¿Enserio quieres que te diga porque soy así contigo? Creo que ya te lo sabes de memoria por tantas veces que te lo eh dicho. — dije soltándome de su agarre

— Haber, explícamelo de nuevo. — exigió

— Bueno, empecemos con lo idiota e imbecil que eres. — dije desafiante

— ¿Como me llamaste? — dijo molesto

— Idiota e imbecil — respondí

— Cuida lo que dices porque te puedes arrepentir, ¿eh? — dijo acercándose un poco a mi