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Narradora

Armin caminaba por el patio de la escuela, se adentraba hacia donde habian más arboles pues para el era algo muy tranquilizante.

Ya faltaban pocos pasos para llegar a su árbol favorito, tenía una sombra y humedad perfecta en días de primavera y verano, pero vio que ahí alguien se encontraba... era Jean.

"¿Qué hará aquí?"
Se preguntó extrañado de que estuviera ahí en ese momento.

Se escondió detrás de un gran árbol, veía como los rayos de luz que pasaban por las ramas de los árboles y hacian que el perfil de Jean se viera mejor que de costumbre, los colores que se creaban mientras el parecía pensativo.

Armin decidió ir a ver mas cerca, cuidando que Jean no lo viera. Ya estaba cerca, llegando por detrás de él.

—"¡Jean!"— dijo para sorprenderlo, pero estaba dormido, sin embargo Armin notó algo diferente en él, algo que no tenía todos los días, además de estar tan cansado como para dormir en la escuela se veía que tenía ojeras, no tan marcadas, como si hubiera llorado.

"Ya ha pasado una semana"
Pensó

Armin se sorprendió, no sabía que hacer, así que simplemente se sentó a su lado; mientras Jean dormía, él leería una de sus historias favoritas El ruiseñor y la rosa, de Oscar Wilde.

...

—"¡Ahh!"— despertó Jean de repente, sobresaltado, —"tranquilo"— le dijo Armin sorprendido por esa exaltación tan repentina.
—"¿A-Armin?¿qué haces aquí?" pregunto levantándose de golpe —"Bueno, generalmente vengo aquí para despejar mi mente, es un lugar muy tranquilizante"— dijo mientras se levantaba, contestando de una forma que hacia ver una parte felíz de Armin, como si cosas tan sencillas fueran perfectas para él.

"No sabia eso... que lindo"
pensó Jean

Volviendo a la realidad Jean solo agito su cabeza de un lado a otro —"o, entonces lo lamento, me voy"— dijo mientras rápidamente se agachaba para levantar su mochila e irse corriendo, pero Armin lo detuvo sujetándolo de la muñeca.

—"L-lo-lo siento"— contestó Armin soltandolo rápidamente

"Que acaba de suceder?"
Pensó Armin mientras se volteaba un poco sorojado.

—"B-bueno nos vemos en la clase"— contestó Jean algo sorprendido por lo de recién. Y se fue.

Armin se sentó, intentando pensar en lo que acababa de hacer y el por qué, pero no pudo conseguir una respuesta para si mismo, solo intento seguir su lectura.

...

Ya era hora de entrar, se veía a todos en el salón a excepción de uno, Jean.

"¿Donde está?, dijo que nos veríamos en la clase, quería disculparme por lo que paso...pero...no esta"
pensaba Armin en la entrada de su aula, cuando de repente ve con su vista periférica como alguien pasa por el pasillo antes del salón.

Aún no llegaba ningún profesor, así que decidió ir a investigar que sucedía. Era Jean, se alejaba del salón.

"¿no piensa entrar?"

Mientras se alejaba Armin decidió seguirlo, para disculparse y al mismo tiempo llevarlo a clases.

—"Jeeeaaan"— grito Armin para detenerlo, este hizo caso —"¿qué sucede Armin?¿no deberías ir a clases?"— era cierto, Armin nunca se salteaba alguna clase, lo cual sería extraño si pasara ahora, —"solo, quería hablar contigo, sobre lo que paso, lo siento si te incomodo"— dijo un poco cabizbajo —"... no pasa nada, no es algo por lo que deberías faltar a clases"— dijo Jean acercándose a Armin, acariciando la cabeza de este, le levanto la mirada y dijo —"anda, ya deberías entrar"—
—"¿tu no lo harás?"— contestó Armin, —"no, pero no te preocupes, solo tengo unos asuntos que atender"— dijo Jean con una sonrisa hacia Armin

—"Bueno, nos vemos entonces"— se despidieron así y cada quien tomo su camino.

El día siguiente llegó pero Armin notó que Jean nunca apareció en ninguna clase en todo el día, el siguiente día era igual, y el que seguía también. No tenía una explicación para eso, pero algo le inquietaba.

"Tengo un asunto que atender"
Armin recordó lo que le dijo Jean
"¿Se abra metido en algo peligroso?"
Pensó

Lo mas extraño es que a nadie parecía afectarle la falta de su presencia.

Se acerco a Eren y a Mikasa
—"Chicos han visto a Jean?"—  a lo cual contestaron de forma de negación
—"Ese cara de caballo se debió de meter en algo muy estúpido, solo haciendo lo que se le da en gana"— contestó Eren
—"Iré a buscarlo"— dijo Armin tomando su mochila
—"¿? ¿estás seguro de que quieres salir así?"— preguntó Eren algo sorprendido —"yo te acompaño"

—"No, necesito que se queden aquí para que me cubran, digan algo como que me empecé a sentir mal, además si vienes tu querrá venir Mikasa"
"Bueno" contestó Eren.

...

"¿Donde puedo empezar?"
Se preguntaba Armin ya fuera de la escuela.

Pensó en ir a su casa, estaba un poco retirada, pero era el único lugar que conocía donde podría estar.

Casi llegaba, solo faltaba pasar un parque, muy grande, que contaba con muchos árboles; en cuanto entro ahí sintió tanta tranquilidad. Era muy relajante escuchar el canto de las aves, ver a lo lejos niños jugando, o simplemente oler ese lugar, donde habían tantas flores, todas de diferentes colores.

De repente Armin ve como camina Jean con frustración en su rostro, en cuanto este se percato de que lo miraban buscó en sus alrededores, hasta encontrarse con la mirada de Armin. Al verlo se dio la vuelta para devolverse hacia el lugar del que venía.

—"¡Jean!"— gritó Armin, corrió tras él para alcanzarlo y cuando estaba apunto de alcanzarlo una raíz sobresaliente del suelo provocó que este callera sobre el otro.

—"Ayyyy"— se quejó por lo bajo Armin, mientas que Jean se recuperaba de la caída sobando si cabeza.

Armin se movió un poco, provocando un rozón en la parte baja de Jean, lo cual sintió, esto provocó que un pensamiento extraño pasara por su mente, lo cual hizo que se ruborizara. Se movió rápidamente para levantarse, Armin solo lo veía extraño, como preguntándose ¿qué sucede?. Jean lo ayudó a levantarse y se fue rápido, sin siquiera escuchar algo del porque Armin fue a buscarlo.

Llega Jean a su casa, y va corriendo a su habitación, cerrando la puerta. La casa se encontraba sola, buena señal de que nadie lo sorprendería.

Se recargo en la puerta y se deslizó en ella para sentarse en el piso. Algo no estaba bien, sentía como un bulto apretaba en sus pantalones, tendría que encargarse de eso, pero se pregunta ¿como es que había llegado a esa situación?.

Se desabrocho su pantalón y de su boxer saco una erección que le provocaba angustia del por qué estaba ahí, empezó a bajar y subir, bajar y subir, solo cerro sus ojos y recargo su cabeza en la puerta. De la nada se le vino a la mente una imagen de Armin, imaginaba como se sentirian las manos de Armin sobre él. Se aumentó la velocidad en sus movimientos, esto provocaba más excitación en él. Se oye su respiración agitada hasta que no aguanto más y se vino en su mano. Se limpio, pero era hora de tomarse un baño. Entro en la regadera, se empezó a mojar con el agua fría, puso su mano sobre la pared y recargo su cabeza en ella preguntándose ¿que he hecho?.

Sueños que Matan (Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora