La otra cara de la luna.

Capitulo 6 Golpes bajos de la vida.

"Déjame se débil, solo hoy".

Que alegre por fin es Lunes, Sali con Nicky, ese día la Señora bonita no nos acompañó se sentía débil, nosotras nos divertimos tanto, estos momentos son tan preciosos para mí, Nicky es mi confidente, mi mejor amiga de verdad ha estado ahí para mí, sabe lo que hago y no me juzga, Nicky intento ayudarme, pero su papa no me podía pagar lo suficiente para hacerle frente al tratamiento de mi mamá, aunque al principio le horrorizo la idea de que baile en aquel lugar, ahora quiere ir a verme (nunca se lo permitiré).

- Nicky, He estado pensando en el baile y en Steven.

- ¿Qué locura se te ocurrió?

- Dejarlo, creo que no es correcto seguir con él, me siento sucia cada vez que él se me acerca, creo que ya no merezco su cariño.

- Rachell hay algo que te quiero contar desde hace tiempo, pero no se cómo lo vayas a tomar.

- Cuenta, amiga, siempre nos hemos tenido confianza para decir las cosas.

- Jacky la capitana de las porristas, no se le despega a Steven, creo que en vez de pensar en dejarlo debes de estar mas cerca de el para cuidarlo.

Siento que mi corazón deja de latir por un instante, pero luego le digo:

- Si el quiere ser parte de mi vida, se va a mantener fuera del alcance de ella, sino es que nunca debió formar parte de mi vida, no puedes mantener a tu lado a quien quiere irse, si hay amor se mantendrá sabrá respetarme y darme mi lugar.

- Me molesta que tomes las cosas con tanta tranquilidad.

- No hay nada tranquilo en mi vida en este momento y tú lo sabes.

- Rachell la verdad es que tu vida parece la versión mala de una novela mexicana, de todo te pasa.

Me reí, pero por dentro tenía ganas de llorar.

Se fue Nicky y me aliste para salir con Steven. No pensé en reclamarle.

- Hola amor ¿Adónde quieres ir?

- Donde tú quieras, solo quiero salir un rato.

- Te invito a comer, tengo algo que contarte.

Fuimos a un Restaurante muy elegante, con lo que costaba un plato de comida aquí yo podría comprar las medicinas de 3 días para la señora bonita, a eso se había reducido mi vida, a medir en pastillas el costo de la vida, todo giraba en torno al costo de ese tratamiento.

- Quiero que sepas que la universidad esta impartiendo un curso de 6 meses en España.

- Que interesante.

Que lejano de mi vida era eso, parecía que habían pasado años desde que yo iba a la Universidad y menos sacar un curso en el extranjero.

- Si lo mismo pensé yo, mis padres me lo contaron cuando ya me habían inscrito.

- ¿Qué?

- Te estoy diciendo que mis padres me inscribieron para tomar ese curso.

- Oh vaya, que bien por ti me alegro mucho.

Aunque mi cara dijera otra cosa.

- Si te molesta me quedo.

- No, como se te ocurre, no quiero que te quedes en serio deseo que vayas y te diviertas y hagas todo lo que debas hacer.