CAPÍTULO 1

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Capítulo 1

Capítulo 1

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Nancy:

Llevaba un año esperando a que aquella carta llegase, era algo muy importante para mi, tanto que desde que recibí el aviso de su llegada, no pude conciliar el sueño.

Al tenerla entre mis manos, un gran cosquilleo recorría mi cuerpo, además de los nervios que me carcomian entera. Necesistaba abrirla, pero no podía, no podía porque me daba miedo leer lo que había dentro. Tal vez fueran buenas noticias, pero cabe la posibilidad de que no. Sabía que si la respuesta a mi petición fuera un no, acabaría el resto de mi vida encerrada en mi habitación, depresiva y destrozada. Lo que había dentro de aquella carta era tan importante para mi que o marcaría el principio de una gran aventura o acabaría con los planes de vida que me había formulado.

Acaricié el sobre como si de una mascota se tratase, rezé a Allah. que fueran buenas noticias, aunque tenía más que claro que lo que había dentro del sobre ya estaba escrito y aunque rezara o clamara al cielo buenas noticias, estaba decidido. Seguí acariciado aquel sobre fuera y acerqué mi dedo pulgar a la ranura por donde podría abrir la carta. Presioné, sin hacer mucha fuerza, y lo abrí. Algo me echaba para atrás, algo me decía que no sacará la carta, pero aún así lo hice. Cuando ya tenía la hoja en mis manos, tiré el sobre al suelo. Respiré hondo, intentando calmar mis nervios y abrí la carta que se encontraba doblada en tres partes exactas.

Una gran sensación de felicidad me inundó, tenía la necesidad de abrazar a alguien, me daba igual quien fuera me sentí tan llena al saber que mi esfuerzo valió la pena, que por primera vez en la vida me sentí útil.

En ese momento escuché un crujido en la entrada de mi habitación, la felicidad desapareció cuando choqué con la realidad. Rápidamente escondí la carta.

Mi padre apareció por la puerta, su postura autoritaria le acompañaba y analizaba la habitación, en ese momento se acercó a mi y dibujó una falsa sonrisa en su rostro.

— Hija—. llamó mi atención con su tono serio, asentí con la cabeza y adelanté un paso, intentando tapar el sobre para que no lo viera.

— Padre—. besé su mano y retrocedí varios pasos, llevandome con el pié el sobre. En ese momento sólo desaba que no se hubiera dado cuenta.

— Tengo buenas noticias—. pronunció con un tono irónico, que me daba a entender -como siempre- que sería algo que tuviera que ver conmigo, pero no tan bueno para mi, aunque para él sí. Mi corazón empezó a latir rápidamente, veía venir unas muy malas noticias, y es que la última vez que mi padre me dijo esto fue cuando mama murió.

— ¿Está todo bien? —. pregunté colocando una de mis manos sobre su brazo, él fijó su mirada sobre mi mano y sonrió. Retiré mi mano y esperé su respuesta que no tardó en llegar.

— Te casas, y la boda será en una semana—. lo decía como si estuviera obligada, como si cualquiera de mis palabras no tuvieran valor, como si de una mercancía se tratase. La idea de clavarme un cuchillo y no volver a despertar nunca más, rodaba en mi cabeza. Pero no lo iba a hacer, no iba a tirar la toalla tan temprano, no iba a seguir los pasos de mama, que se quitó la vida sin antes haber luchado.

MI ÁRABE © - @muslima_lettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora