Fragmentada

Zona de Villanos

Espero que el capitulo les guste :3

P-D: Solo quiero decirles que aun acepto preguntas para responder :D

-Agh...- Mug dejo escapar un gemido, sintiendo el cuerpo pesado y algo débil. Sin abrir los ojos, tanteo la superficie en la que estaba recostado, gruñendo ligeramente. Se mentalizo, abriendo lentamente los parpados y recorriendo el techo de lo que parecían ser ladrillos grises oscuro. Parpadeo varias veces, para después empezar a sentarse lentamente y mirar a su alrededor. 

-Veo que has despertado- hablo una voz femenina a su lado, haciendo que Mug se volteara en su dirección. El único foco encendido y colgando del techo no iluminaba la habitación entera pero le permitía notar a la coneja de pelaje rosa claro y anteojos sentada a su lado.

-¿Brain?- la reconoció. -¿Qué haces aquí?- pregunto con confusión.

-Me han traído a la fuerza al igual que a ustedes, me temo- ella suspiro.

-¿Donde estamos exactamente?- enarco una ceja, curioso.

-En problemas, como siempre- escucho el gruño de mal humor de su hermano. Mug se volteo, sonriendo ligeramente al ver que ahí estaba su hermano junto al ratón y el conejo, quienes reían ante la mala cara del primero. Estaban sentados en el piso de piernas cruzadas, viéndose tranquilos...demasiado para la situación en la que estaban. -¡Es en serio, dejen de reír!- Cup se cruzo de brazos, mientras los hermanos reían a carcajadas.

-No seas tan exagerado- Oswald rodó los ojos.

-Pero en serio...- Félix se acerco y se sentó junto a Mug, quien no lo había notado hasta ese momento. -...¿Dónde se supone que estamos?- pregunto con curiosidad y algo de preocupación.

-Bueno...- hizo un mueca.

-Si no les molesta que los interrumpa pero...- Brain se acerco con cara de seriedad y las manos entrelazadas tras la espalda, una de sus orejas cayendo por su espalda y la otra por uno de sus hombros. -...si no me equivoco y recuerdo bien, deberíamos estar en el castillo de Bowser-

-¿De Bowser?- enarcaron una ceja.

-Me temo que sí- frunció el ceño, pensativa. -Aunque...aun no encuentro una razón razonable para que nos hayan traído aquí y nos hayan encerrado- se quedaron un momento en silencio, sin saber que más decir.

-Esto es todo mi culpa- suspiro Mickey, enterrando su rostro entre sus manos.

-¿Por qué seria tu culpa?- Oswald enarco una ceja. -Tú no rompiste el corazón de Ink-

-No...- se destapo el rostro, haciendo una mueca y jugando con sus manos de manera nerviosa, mirando hacia el piso fijamente. -...pero esa cosa escapo por mi causa-

-Mickey...- Félix lo llamo pero él no le presto atención.

-Me metí donde no debía...permití escapar esa cosa...deje que llegara al Páramo...deje que los controlara...que contaminara un mundo entero...- miro por un momento a su hermano y luego al gato, bajando nuevamente la mirada. -...deje...deje...- cerro con fuerza los ojos.

-Mickey...- el conejo levanto la mano para agarrar el hombro de su hermano pero este se alejo ligeramente.

-¡Esa cosa debía haber roto MI corazón, no el de Ink!- sollozo, sintiendo las lagrimas salir de sus ojos y correr por sus mejillas. -Es mi...mi culpa-

-No es tu culpa- gruño Oswald, agarrando los brazos ajenos y sacudiéndolo ligeramente, logrando que su hermano lo mirara con los ojos brillantes por las lagrimas. -Tu no obligaste a esa cosa a lastimar nadie o contaminar un mundo entero o buscar venganza. Todo lo que paso después de su escape fue su culpa, él lo hizo por cuenta propia...-

-Y-Yo...- hizo un puchero, queriendo decir lo contrario.

-Él tiene razón- asintió Cup. -No le ordenaste a esa cosa que hiciera todo lo que hizo-

-Si me permiten entrometerme...- vieron a Brain, quien aun estaba de pie y sostenía su anteojo con una de sus manos, limpiando los vidrios con un pañuelo blanco sacado de la nada con aire ausente. -...solo soy una parte mínima de Ink...- se puso los anteojo y parpadeo un par de veces, para después mirar al ratón con seriedad. -...pero te puedo asegurar que todas estuvimos de acuerdo en lo que hicimos y no nos arrepentimos- se encogió de hombros. -Haríamos lo que sea con tal de ninguno de ustedes este herido-

-Oh...- Mickey olfateo, haciendo una mueca y lanzándose para abrazar a su hermano, quien le devolvió el gesto rapidamente. Oswald miro a la coneja, moviendo la boca para darle un silencioso "Gracias". Ella asintió, con una ligera sonrisa. Se mantuvieron en silencio por unos minutos, hasta que unos gritos empezaron a resonar.

-¡Suéltame!- se oía desesperada. Pudieron ver a lo que parecía ser un par de esqueletos de tortugas, las cuales caminaban mientras arrastraban a la coneja fucsia.

-Amore...- Brain frunció el ceño, todos viendo con preocupación como la mencionada se retorcía con fuerza en un vano intento de soltarse.

-¡No, déjenme en paz!- sollozo con algunas lagrimas corriendo por sus mejillas. -¡No quiero ir con ella! ¡No quiero que me hagan lo mismo, por favor!- los gritos se desvanecieron al mismo tiempo que ella se alegaba, hasta el punto de no poder verla o escucharla.

-Tenemos que salir de aquí- murmuro Félix con miedo.

-Y ahora mismo- asintió Oswald.

-¡Hola, mis queridos amigos~!- el demonio emergió lentamente de un charco de tinta que se formo de la nada en medio del pasillo, sonriendo enormemente y moviendo ligeramente la cola. -¿Me extrañaron~?- se encogió de hombros. -Apuesto a que si- rio.

-¡Bendy!- sonrieron al verlo.

-¿Donde estabas?- Cup frunció el ceño.

-¿Preocupado por mi, Copita?- le sonrío con coquetería y diversión.

-¿Sabes que?- gruño, apretando los puños. -Que te...- bufo cuando Oswald le tapo la boca con un poco más de fuerza de la necesaria.

-Estaba atrapado en una caja de plástico- se cruzo de brazos. -Me costo un poco encontrar un agujero o rendija para poder escapar-

-¿Puedes sacarnos?- pregunto Mug con una sonrisa.

-Por supuesto~- sonrío, chasqueando los dedos y formando un gran charco bajo los pies de sus amigos, riendo cuando ellos gritaron al hundirse.

-Podrías haber avisado...- suspiro Félix una vez que emergieron al lado del demonio.

-¿Donde estaría la diversión?- rio ante la mala cara de los demás.

-Busquemos a Kiddo y a Alegría para irnos de aquí- hablo Mickey, señalando hacia las demás celdas que estaban a lo largo del pasillo. Los demás asintieron, empezando a caminar.