Fragmentada

Gris y sin vida

Espero que les guste~

 💕 Los quiero 💕

Estaban caminando por un pasillo, revisando las diferentes celdas de reojo, cuando aquellas cosas aparecieron y les impidieron seguir.  Eran seres pequeños, blancos con detalles en color piel y con ojos muy separados, patas traseras diminutas, una boca grande, sin nariz y sin cola. Uno de ellos tenia una remera rosa con una gran piedra ovalada y de un brillante color azul en el pecho, de ojos azules, con cabello largo rubio y con una pequeña corona dorada con piedras muy bonitas de decoración en la cabeza, sus orejas cortas blancas sobresaliendo por arriba de su cabello, les estaba apuntando con un arma muy rara de color rosa. Quien estaba a su lado no era muy diferente, solo que estaba vestido con un remera verde manga larga que parecía más un vestido de lo grande que le quedaba y con sus orejas sobresaliendo por sobre la gorra algo grande de color verde con una "L" que tenia en la cabeza, entre sus manos tenia lo que parecía ser un yo-yo con un centro muy brillante.

-¿Qué son esas cosas?- Bendy enarco una ceja, mientras los demás miraban a los pequeños seres con curiosidad.

-Son Rabbids...- suspiro Brain con cansancio.

-¿Qué?- se le quedaron mirando con confusión.

-Son básicamente conejos, son de un juego- se encogió de hombros. -Una versión más...actual-

-¿C-Conejos?- Oswald hizo una mueca, mientras que Cup y el demonio empezaban a reír a carcajadas, Félix y Mickey se tapaban la boca para ahogar sus risas. -...me siento algo ofendido...- bajo las orejas haciendo una mala cara.

-N-Nos apuntan chicos...- murmuro Mug con nerviosismo ante el arma de aspecto raro que tenia la Rabbid de cabello rubio.

-Tranquilos ustedes dos- gruño una coneja que se acercaba. Era parecida a Brain pero con el pelaje naranja y sin anteojos, de ojos verdes, vestida con remera verde oscuro sin mangas, shorts negros y botas negras de combate. Los Rabbids obedecieron, guardando sus armas pero los miraron con los ojos entrecerrados.

-¿Crazy?- la coneja con anteojo enarco una ceja.

-¡Brain!- sonrío enormemente, llamando la atención de los toons. -¿Como has estado?- le golpeo de manera amistosa la espalda pero olvidándose de medir su fuerza, sacándole un gemido a la pobre coneja.

-He tenido mejores momentos- gruño con una mueca, le dolía la zona del golpe. -¿Qué haces aquí?-

-Red me trajo- Crazy se cruzo de brazos y frunció el ceño. -Estuve encerrada hasta que estos dos me sacaron- les sonrío los Rabbids, quienes empezaron a balbucear entre ellos.

-¿Has visto a alguna de las demás?- pregunto.

-Solo encontré los cuerpos de Nega, Kiddo y Alegría- señalo hacia una de las celdas que tenia la puerta abierta en esos momentos.

-¡¿Cuerpos?!- se tensaron al instante, asomándose para ver dentro de la celda. Brain hizo una mueca, notando una pequeña figura y y dos figuras más grandes recostadas en el piso.

-Kiddo...- murmuro Mug con tristeza.

-Pobres- suspiro Mickey.

-¿Qué les paso?- pregunto Félix al notar, gracias a la iluminación de un único foco, que las conejas acostadas en el piso eran completamente grises.

-Ni idea, estaban así cuando llegue- Crazy se encogió de hombros, mientras que Brain se acercaba a las descoloridas conejas y se arrodillaba a su lado, mirándolas con seriedad.

-¿Y tú eres?- Oswald miro a la coneja naranja, enarcando una ceja.

-¡Soy Crazy, el lado de la valentía!- sonrío con orgullo, parándose derecha y con las manos en la cintura, sus orejas en alto.

-Y el de la locura también- suspiro la de anteojos.

-¡¿Disculpa?!- Crazy frunció el ceño, molesta.

-Tu nombre significa loca, ¿lo olvidas?- ni siquiera la miro, sus ojos escaneando a las descoloridas conejas. -Eres la valentía y la locura combinados- se levanto, frunciendo el ceño.

-¿Qué les paso?- pregunto el felino.

-Les quitaron sus trozos del corazón- suspiro con tristeza. -Esto se resolverá una vez que podamos repara el daño extenso que tiene el corazón- frunció el ceño. -Sera difícil...-

-Oigan, ¿Qué les pasa?- Cup señalo a los Rabbids, quienes señalaban hacia algún lado y balbuceaban con voz chillona, repitiendo constantemente: "¡Bwah! ¡Bwah!"

-¿Qué clase de idioma es ese?- Bendy se cruzo de brazos, enarcando una ceja. Levantaron la vista al escuchar balbuceos de una voz infantil, pudiendo ver que una pequeña figura se acercaba corriendo y se detenía frente a ellos, jadeando para recuperar el aliento. Era un Rabbid pero mucho más pequeño que el de pelo rubio y el de gorra verde, con el vientre y las manchas de sus cortas orejas de un bonito azul, con un extraño visor en su rostro que hacia ver uno de sus ojos azulados más grande que el otro.

-¿Spawny?- Crazy lo miro con curiosidad. -¿Qué pasa?- el pequeño señalo frenéticamente en dirección de donde había venido, soltando ligeros ruiditos. -Eso no es bueno- hizo una mueca.

-¡¿Puedes entenderlo?!- los toons se le quedaron viendo fijamente.

-Estamos en el mundo de la mente de Ink, ¿recuerdan?- Brain se acomodo sus anteojos.

-Cierto...- ellos suspiraron.

-¿Y que dijo entonces?- pregunto Mug con curiosidad.

-Que Red viene hacia aquí- apenas la coneja de la valentía dijo eso, se empezaron a escuchar pausados y fuertes pisadas resonar por el pasillo, haciendo que todos se tensen. Los toons jadearon, mientras que Bendy silbo con algo de asombro al ver una gran criatura aparecer, parada en cuatro patas y con aspecto muy parecido a un gran lobo de pelaje rojizo, con sus ojos rojos oscuros mirándolos y dejando escapar un gruñido, mostrando unos filosos dientes blancos.

-¡¿Por qué es un lobo?!- chillo Félix, su pelaje erizándose con miedo.

-Clouds y Red aun están juntas- Brain retrocedió un paso, tragando con fuerza. -Puede tener la posibilidad de cambiar de forma- se quedaron quietos, sin saber si moverse o no al ver a aquella gran versión de lobo daba unos paso hacia adelante. Rabbid Peach camino hasta quedar frente al grupo, arreglándose el cabello con un simple movimiento de una de sus manos y sacando aquella extraña arma de manera rápida, disparando y dejando escapar un "¡Bwah!".

-Wow...- Mickey vio con sorpresa como el disparo impacto contra aquel lobo, haciéndolo gruñir y dejándolo cubierto de miel. El lobo rojizo gruño, intentando moverse pero sin lograrlo gracias a que aquella sustancia pegajosa lo mantenía pegado al suelo.

-Buen tiro~- sonrío el demonio, mientras que Rabbid Peach soplaba el humo que salía de la punta de su arma con un sonrisa confiada, al mismo tiempo que Rabbid Luigi saltaba y aplaudía con una gran sonrisa.

-Mejor corramos antes de que se suelte- hablo Cup, recibiendo un asentimiento como respuesta. Miraron por última vez a las conejas grises tiradas en el piso, haciendo una mueca.

-Vamos amiguito- Félix alzo a Spawny, para después empezar a correr con todos los demás. Corrieron por el largo pasillo hasta llegar a un gran cuarto y detenerse en medio, mirando a su alrededor.

-¿Una salida?- Oswald se sorprendió al notar una puerta abierta al otro lado del gran cuarto, el cual dejaba ver el pasto verde y las múltiples flores afuera. Brain llevo sus manos a su pecho, mirando rapidamente hacia el lado contrario de donde estaba la puerta, algo dentro de ella retorciéndose.

-Ustedes tres...- Crazy miro a los Rabbid y a Spawny, sonriendo. -...vallan con los demás y manténganse a salvo- señalo hacia la salida. Los Rabbid asintieron con energía, corriendo tan rápido como sus cortas piernas se los permitían y alejándose entre balbuceos, desapareciendo de sus vistas después de unos segundos que cruzaron la puerta.

-¿Qué hacemos ahora?- pregunto Mickey.

-Aun debemos arreglar el corazón de Ink- Mug apretó los puños, la preocupación por su amiga visible en su expresión.

-Los trozos están por allá- Brain señalo hacia donde estaba mirando.

-Entonces, vamos- sonrío Félix. Empezaron a correr, dejando que las conejas los guiaran.