Capítulo 3 - Vitya Nikiforov I

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Calles oscuras, en ellas me encontraba, eran mis favoritas por medio de ellas podía esconderme de aquellos que decían ser fuertes y recordarles su mortalidad. Malditos riquillos, son tan lindos cuando creen en ti y luego se dan cuenta que han cometido su peor error.


— ¿Ehh? ¿De nuevo esos viejos? —Dije aquello con cierta pereza al ver mi celular, estaba fastidiado de hacerles favores calientes, pensaba que uno de ellos me iba a invitar a una de sus Suites para hacerlos gemir como vacas y así decirme que era lo mejor que les había pasado, pero no fue así, el viejo conocido como Vladimir el líder de la mafia rusa y de todo lo que se moviera era quien había mandado a uno de sus estúpidos y bobalicones empleados para que exigiera mi presencia en el Aquarium. — Uhm... Seguro, allí estaré. — Respondí con esa sonrisa que me gusta hacer, esa que te hace creer que eres lo mejor para mí, alistándome, tome mi vestido rojo favorito y me maquille un poco, me daban más dinero cuando esos hombres me veían así luciendo similar a una chica, peine mi cabello con cuidado y guarde un poco de polvo de ángel, esta noche vería de qué forma escaparme de esos estúpidos, para tener una buena noche en el Aquarium, siempre que iba era para sentarme al lado de ese idiota, ya quería algo diferente, aun recordaba cuando me colaba en aquel antro para disfrutar con mi hermano Andrey, pero desde que ese imbécil me vendió, no pudimos disfrutar más tiempo juntos... No importa aun así lo amo más que a cualquiera.



Así que luego de alistarme, me fui hacia aquel lugar, camine entre la gente notando que nadie tropezaba conmigo, quizás sabían que un mal paso podía significar la muerte, así que solo sonreí y subí tranquilamente por las escaleras para irme a los palcos VIP, en donde estaban aquellos cerdos esperando por mi, siempre me pregunte en qué momento los mataría, pero... No podía arriesgarme estúpidamente, sin considerar las terribles consecuencias... Así que por esa noche y quizás muchas otras más no me quedaba de otra que adaptarme y fingir que sin ellos, yo no sería nada, lo primero que dijeron era que me veía hermoso, uno de ellos pidió que me acercara a su lado para así poder tocar una de mis piernas hasta mi muslo, subiendo su mano un poco más y yo persuadiéndolo con una copa de alcohol, para que se divirtiera más. —Asqueroso. —Pensé mientras le regalaba una sonrisa seductora a quien debía ver como mi dueño solo por ser el más fuerte y me preguntaba cómo podían hacerle eso a un chico de 18 años como yo... Bueno, no me quedaba de otra que sentarme a su lado, porque si estaba de pie me tocarían de más.



Paso alrededor de una hora y media y ya estaban cogidos con la bebida, me levante diciendo que bailaría un poco y baje de aquellas escaleras que me hacían sentir como si bajara al mismísimo infierno, comenzó a sonar mi canción favorita Blood Sport de Sneaker Pimp y lamente cuando acabo I feel Love de Adassa porque definitivamente amaba esa canción. Sin embargo no me quejaba de Blood sport pues la disfrutaba hasta el último segundo, acaricie mi cuerpo de acuerdo al ritmo de la música, fui feliz por un rato o por lo menos creía que aquello era felicidad... Pues podía ser yo mismo, liberarme de aquellas cadenas que me tenían puestas aquellos hombres, en especial Vladimir, sin embargo... Vladimir y su dinero se esfumo de mi mente, mientras bailaba, ya que al abrir mis ojos, pude ver a dos preciosos jovencitos observándome fijamente, uno más escondido que el otro. —Un rubio y pelinegro, eh... ¿Les gusta cómo bailo? Que precoces Jaja. —Reí para mis adentros, mientras me divertía provocándolos, moviendo lentamente mi trasero para acariciar mi cintura y cuello, terminando aquellas manos pecadoras entre mis cabellos, mientras movía mi cabeza y caderas de acuerdo al ritmo, sumándole los hombros. Pero la canción acabo y eso significaba que debía perderme de allí o seguramente Vladimir bajaría y querría llevarme con él a un hotel. — Que pereza dormir con el otra noche. — Así que me fui al baño para esperar que las horas pasaran, me sentí sobre el lavabo y encendí un cigarro, mientras revisaba un dólar que siempre atesoraba para guardar mi droga y sacaba de el un poco de polvo de ángel, para untarme en los orificios de mi nariz y alrededor de mis encías, eso seguramente que me haría cambiar las cosas y podría reír un poco más. Saben... El polvo de ángel era lo mejor que podías meterte en una situación así de buena o incluso en las peores, te hacía pensar y sentir que toda la mierda tenía buen sabor.


Pero mientras me iba más allá de mis ilusiones, al abrir mis ojos estaba uno de esos chicos, el cabello azabache al parecer. — Que atrevido cariño... ¿Quieres que te castre aquí? —Pensé mientras sonreía, pero al ver lo que me había respondido, pensé que sería divertido regalarle un buen polvo, el mejor de su vida, después de todo seguramente era uno de esos niños de sociedad que venían a jugar a ser malos, abrí mis piernas y el tonto entendiendo se adentró a ellas, así que lo consentí un rato, notando lo rápido que era y como me tomaba de mi brazo luego de besos y caricias para llevarme algún lado... Ya sabía para que, todos eran lo mismo, parecían una grabación rayada al grado que aburría, pero por buen sexo entretenía.

Me subí a su carro, ya les dije que le daría el polvo de su vida y observe la ventana, planeaba reírme demasiado si veía su cara de excitación y emoción o quizás se me saldría lo recolector de órganos y lo dejaría en una bañera llena de hielo, quien sabe... Mejor lo dejaba gozar un poco para jugar con él. Así que al llegar al motel y entrar a aquella habitación comencé a disfrutar de todo, del buen ambiente y el silencio que solo permitía sonar el contacto entre nuestros cuerpos, el chico estaba tan emocionado y se detuvo perplejo al notar que yo era un chico, que no pude evitar burlarme de su terrible situación ¿Sería de los fresas que solo se tiraban a mujeres? Bueno ya estaba por retirarme, parece que mi juego había llegado a su fin pues estaba demasiado drogado como para sacarle algún riñón, así que pensé que hubiese sido mejor venir con el rubio, pero luego este me atrapo de nuevo entre sus brazos. — Vaya, decidió romper el hielo y experimentar su lado homo, tranquilo... te ayudare, niño. — Así que de inmediato pude sentirle, dentro de mí, como me penetraba con tanta fuerza, que logro hacerme mojar de más, creo que el acostarme con muchos viejos me había afectado, pues al sentir la juventud y fuerza con la cual me penetraba, me hacía verlo atractivo, así que le regale mis gemidos, mientras dejaba que disfrutara de mi cuerpo.

Para mi sorpresa luego de varias penetraciones se corrió, no demoro tanto, que aburrido, pero si la tenía algo medianamente grande, así que eso lo compensaba, estaba agitado y perdido en placer y orgasmo, estaba perdido en mi... Parece que si había sido el mejor polvo de su vida y pensar que no había tenido que hacer mucho.  


¿Así que esta es toda mi vida...? Parece que nunca sera diferente, que más da. 


"Cara de ángel, figura de muñeca y una mirada endemoniada que te hace pecar, fuerte e imponente con esa bella sonrisa con la que caes de prisa en su juego de falsedad, hombre peligroso pero vanidoso que igual sufre cuando el alma le destrozan, malo por fuera pero nadie se ha dado cuenta, de lo vació por su vida tan violenta."





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Bueno, es todo por hoy ¿Qué pasara con Yuri y Yuuri?  TARAAAN, okno. 
Para mañana habrá otro capítulo. nwn 

"Amar es más difícil que matar..." [PLOV/Vikturio] [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora