Los días pasaron rápidos, mis amigas no me querían soltar en ningún momento, lo cual hacia más difícil las separaciones. Los últimos días juntas lo pasábamos de compras, en el cine, comiendo afuera... en fin, saliendo juntas.
Pero ya había llegado el sábado, el terrible sábado que cambiaría todo, yo no paraba de llorar junto a mis amigas las cuales me abrazaban como si su vida dependiera de ello. Mi vuelo salia a las 6:30 pm, ya tenia todo guardado y acomodado. Las chicas se habían quedado a dormir para estar mas tiempo juntas y, según ellas, disfrutar los últimos momentos juntas en un tiempo.
- Chicas, ya tenemos que ir al aeropuerto -dijo mi madre entrando a la que era mi habitacion.
Nosotras no miramos con lagrimas en los ojos y nos preparamos para irnos, obviamente no sin antes revisar que no se me olvidara nada, una vez en el auto todo era silencio y cada tanto alguien decía algún recuerdo que pasamos juntas.
Al llegar empezamos a hacer los tramites, yo no podía hablar pues se me había formado un nudo en la garganta y no quería llorar frente a ellas, y parecía que estaban en la misma situación que yo. Todas sabíamos que si lloraba una llorabamos todas y nadie lo queria.
Después de un tiempo anunciaron mi vuelo y las lagrimas salieron solas tanto en mi como en mis amigas, el momento más odiado, la despedida llegó.
Mis amigas me abrazaron mientras las lagrimas y los sollozos eran lo único que se escuchaba de nuestra parte hasta que Clark rompió el silencio.
- Prometeme que nos llamaras apenas llegues -dijo sin soltar al abrazo.
- Y que permaneceremos en contacto - se sumo Ele.
- Aunque quiera no me puedo olvidar de ustedes locas -todas reímos.
En ese momento la voz de una azafata anuncia que hay que abordar el vuelo, mis ojos se cristalizan al instante.- Creo que es el adiós -dije entre lágrimas.
- No lo tomes como un adiós, tómalo como un hasta pronto -me secó las mejillas Eve.
Me despedí con un abrazo de cada una y, junto a mis padres, subí al avión. Después de ver el despegue y sacar la típica foto del ala del avión me quede dormida.
(...)
- Brooke -siento que me mueven- Brooke despierta -me sarandea mas fuerte haciendo que abra los ojos lentamente.
-mhmj -solté una especie de gruñido a causa de la interrupcion de mi hermoso sueño.
- Brooke despierta ya llegamos, hay que bajar -me dice mi mamá.
- Okey -contesto mientras me desperezo.
Después del aterrizaje bajamos y vamos a recoger las maletas, una vez con todas nuestras cosas tomamos un taxi que nos lleva hasta nuestra nueva casa.
Era una casa de dos pisos bastante grande y hermosa con un mini-jardin delantero, la casa esta rodeada con una valla que separa el mini-jardin, que rodea la casa entera, de la vereda y de las casas de los lados.
Empezamos a bajar las maletas y los muebles que venían en un camion. Nuestro auto lo traerían la semana que viene, por lo que por ahora tendremos que arreglarnos con los taxis.
Ya casi terminábamos de bajar todas las cosas cuando empiezo a sentir un mirada puesta en nosotros, disimuladamente empecé a mirar a todos lados hasta que vi en la casa de al lado a un chico mas o menos de mi edad, pelo negro con unos hermosos ojos azules, no le pude ver bien el cuerpo ya que estaba adentro de la casa y me miraba desde la ventana pero si pude ver su sonrisa compradora al darse cuenta de mi mirada.
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Te declaro la guerra!
Ficção AdolescenteDicen que las cosas pasan por algo, pero no sé hasta qué punto es cierto... ¿Será que en mi destino estaba mudarme? ¿Quien escribe el destino? Seguro alguien muy malo como para poner a un estúpido como Zack Johnson en mi camino. Te estarás pregu...