―como ser un romántico (y no morir en el intento, con algo de suerte).

paso 4; besos mañaneros.

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YuGyeom despertó con los brazos entumecidos y un peso que le impedía moverse del todo. Estaba algo aturdido y confundido, pues los recuerdos de la noche anterior no llegaban a su cerebro como debían hacerlo por costumbre, apenas sus ojos se abrieran.

Mueve su cabeza hacia lo que le dificultaba sus movimientos y una mata de mechones rojizos choca contra su nariz. No puede evitar aspirar el aroma, champú de frutas y apegarse más a su cuerpo, ignorando lo cansados que estaban sus brazos.  

Mark continua dormido, con el labio inferior hacia fuera y su ceño se fruncía ligeramente sumido en sus sueños. YuGyeom lo observó y se atrevió a pasar su dedo por encima de su mejilla, la cual era suave y se deslizaba con facilidad. El chico se movió ligeramente, aún dormido, para tener más contacto. Acomodó la cobija para que cubriera sus hombros desnudos y con manchas rojizas causadas por, bueno, no hace falta explicarlo. 

Ama como luce dormido, tan pacifico. Sus pestañas tupidas, los suaves parpados, la bonita y delgada forma de su rostro, alargado. Cuando sus caricias empezaron a despertar al mayor, una sonrisa apareció en sus labios, brillante y hermosa.

Y YuGyeom sintió como todo su interior se volvía cálido, solo con al hermosa sonrisa de su pareja.

— Yug, déjame ir. —Fue lo primero que pensó cuando notó como el menor prácticamente lo tenía atrapado entre sus brazos y piernas.

El chico negó contra su cabello.

— Oblígame.

Los padres de Mark le pidieron regresar una semana a América para irse de vacaciones, unas a las que lamentablemente YuGyeom no podía asistir debido a que tenía una audición a la que no podía posponer y necesitaba practicar. Quería aplicar para ser bailarín de apoyo en una compañía bastante conocida. Por supuesto, no era lo ideal, pero no había nada mejor para empezar y abrirse paso en la industria.

Pero, eso no significaba que no extrañaría a Mark y estaba seguro de que sería mucho peor cuando tuviera que ir a la audición y los nervios le jueguen malas pasadas.

— Llegaré tarde al aeropuerto...—Irónicamente, ni siquiera trataba de levantarse o aplicar alguna lucha para alejarse del chico. Hasta podría decirse que se aferraba más a él.

— Mejor así. —Ahora emitió un quejido. — Tus padres pueden secuestrarte luego.

Él comprendía perfectamente que su pareja necesitaba pasar tiempo con sus progenitores y lo aceptaba. No a regañadientes. No podía quitarles sus vacaciones por su audición, aunque ésta fuera importante para él, también lo era aceptar las decisiones de su pareja y aunque temiera lo que pudiera suceder en su ausencia, se esforzaría por sobrevivir solo debido a que no depende por completo de Mark.

Excepto, claro, cuando hay que ir a la tienda de comestibles. La señora que atendía daba miedo y tenía una gran debilidad por el estadounidense, tanto que le dejaba los refrescos a mitad de precio.

— Gyeomie, tengo que levantarme.

YuGyeom besó los labios de su novio, sin importarle el aliento, quería disfrutar el momento antes de que empezara a estresarse por recoger todo  y terminen hasta olvidando darse un abrazo de despedida. Mark le corresponde con la misma intensidad, embozando una s

Va a extrañarlo tanto.

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