―como ser un romántico (y no morir en el intento, con algo de suerte).

paso 7: palabras de aliento

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Para la proposición, todos habían estado de acuerdo sobre hacer algo grande pero no tan típico para el americano. Cosas como serenatas, aviones en el cielo, shows en restaurantes o una falsa muerte habían quedado descartadas al instante, porque no era parte del estilo de la pareja, la cual era sencilla pero llena de chispas a la vez.

El amor de Mark y YuGyeom era cliché, pero único. La forma en que se cuidaban mutuamente, sus diferencias, sus hábitos, sus rutinas, su conexión única y especial. Tenían algo que simplemente los hacía diferentes a lo acostumbrado y era hermoso, la forma en que el amor actuaba sobre ellos.

Después de debatirlo, miles de post-it de diferentes colores se pegarían alrededor del apartamento, los cuales tendrían mensajes referentes a todo lo que YuGyeom amaba de Mark, sus sentimientos hacia él y lo que esperaba para su futuro como esposos. Y no solo eso, las pegatinas formarían la frase «¿Te casarías conmigo?», mientras el menor se pararía en frente con el anillo en una mini caja de pizza en las manos porque, siendo sinceros, Mark prefería recibir pizza antes que flores. 

Más o menos de esa forma empezaron a salir.

Mientras los demás conseguían más post-it, ya que la docena habían adquirido se había terminado en la primera pared, JaeBeom y YuGyeom permanecieron en el departamento reforzando el pegamento sobre los papeles. Mark volvería al siguiente día, por lo que todo debía aguantar hasta entonces.

— Sí me dice que no —YuGyeom habla después de una larga hora de silencio. —, él quitará todos y cada uno.

— Como si Mark fuese a hacerlo. —JaeBeom bufa, quitando los trozos de papel pegados a sus dedos. — Estoy seguro que no terminará de poner un pie en el departamento cuando ya esté sobre ti diciéndote que sí.

— Me asusta que acepte solo porque sienta la presión de hacerlo por...—Señaló la pared llena de post-it. — esto.

JaeBeom no dice nada, solo lo observa porque sabe que el menor tiene algo más para añadir y lo espera.

— Todo esto me asusta. —Finalmente admite, pero se apresura a añadir: — Pero estoy listo, cada vez que lo veo sé que esto es lo que quiero...

— Pero, no puedes evitar sentirte nervioso. —Añade cuando el menor se traba buscando la palabra correcta.

YuGyeom asiente apenado. JaeBeom lo reconforta con su mano en su hombro.

— Va a salir todo bien, ¿si? —El rubio asiente, volviendo a su labor de retocar el pegamento. — ¿Ya se lo contaste a tus padres?

El envase se resbala de sus manos, haciendo que aterrice sobre el suelo junto con la expresión del chico.

— No lo hiciste. —Dedujo al ver la reacción del chico. —YuGyeom..

Sí bien, los padres de Kim aceptaban su relación con Mark, es no significaba que aprobaban la seriedad de la misma.

Pensaba que era una fase, un especie de experimento que una vez de los resultados que sabrán ellos cuales son, volvería a la normalidad. Como si YuGyeom pudiese borrar toda esa parte de sí mismo solo deseándolo.

Como si en serio todo eso fuera un juego para él.

— Hyung, ellos solo esperan que termine con Mark y me case con una hermosa mujer que ignore por completo que soy más gay que la misma homosexualidad.

— Eso lo sé. —Había estado en los suficientes momentos de angustia del menor como para saber lo que sufría. — Pero, no estarás pensando en alejarlos de esto, ¿verdad?

YuGyeom negó.

— Solo quiero que Mark me de su respuesta para saber que vendrá para el futuro. —Dice agotado, incluso su voz sonaba cansada. — Si tengo que enfrentar a mis padres, lo haré. Pero, quiero demostrarles que esto va en serio, llevandoles las invitaciones y dejándoles más que en claro que es real. —Mira a JaeBeom. — Que mi amor por Mark es real.

El mayor atrae al menor hacia su pecho, sintiendo como su camiseta empieza a sentirse húmeda por las lágrimas que soltaba el contrario.

No será fácil, pero hará todo lo posible para que pase, incluso si debe renunciar a sus padres porque no va a desistir de ser quién es y amar a quien ama.

Y los nervios solo lo estaban empeorando.

— Tranquilo, vamos. —Acaricia su cabello. — Las cosas van a salir bien, concentrandote en los pensamientos negativos solo harán peor la cosa, 

— ¿Y qué pasará si no sale bien?

— Dolerá, no te lo negaré. —YuGyeom se queja. — Pero, ¿sabes el lado bueno? Una vez que despiertes y veas al hombre que amas a tu lado, sabrás que ha valido la pena.

YuGyeom se aleja del mayor y lo mira, con el rostro empapado de lágrimas.

— ¿Lo prometes?

JaeBeom sonríe.

— Lo juro.

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