21.- Días buenos merecen ser recordados.

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No creí que el verano sería tan terrible. Demasiado sol, demasiado calor, siento que en cualquier momento me voy a derretir.

Encuentro un lugar que se ve agradable a simple vista, sólo quiero una bebida que me refresque en estos momentos, después revisaria algún lugar para alojarme. Claro, como fue un viaje tan repentino no tuve la idea de hacer alguna reservación en un hotel.

Después de que toman mi pedido, saco mi tablet de mi mochila y aprovecho para buscar algún hotel por un par de días; encuentro uno que está como a veinte minutos del aeropuerto -en vehículo- según google maps. Y a cuarenta minutos de la universidad en la que estudia Jess. Después de todo, ¿por eso estoy aquí, verdad?

Después de hacer la reservación y cancelar la cuenta decido ir por un taxi para dirigirme al hotel, necesito descansar antes de buscarla. Cuando estoy por ponerme las gafas de sol no puedo creer lo que estoy viendo, entra un tipo arrastrando su maleta con una mano y con la otra sosteniendo la mano de una chica castaña, la chica está haciendo algo como un berrinche mientras sonrie.

La misma sonrisa que ví muchas veces antes de besarla. El mismo cabello castaño que acaricié infinidad de veces mientras la abrazaba.

Cierro mis ojos a pesar de estar con las gafas puestas, por miedo a que alguna lágrima salga sin avisar, siento un nudo en la garganta, Jess ya es feliz con alguien más. Pero que esperaba, de todos modos, han pasado dieciocho meses y yo simplemente no puedo aparecerme de la nada para hablar y arreglar todo con ella. Ya no. Ya no, a pesar de que aún la siga amando.
Simplemente decido ir hacia los baños y después salir esperando no ser reconocido.

Jess y el tipo que está  acompañandola se sientan en la misma mesa en la que yo estuve sentado antes, es así que me nace una idea. No debería haberla tomado en cuenta, es más, no debí haber pensado en algo así, meses atras haría todo menos lastimar a Jess, pero ahora ya era tarde. Ella se veía feliz, realmente feliz y yo estaba dolido, sólo queria arruinar esa felicidad por unos minutos. Y si me hubiese arrepentido a último momento igual hubiera sido tarde, ya habia encargado  que le lleven su  jugo de frutas favorito junto con una nota que decía "Los días buenos siempren merecen ser recordados", firmada con la fecha a un lado. Hoy era 29, ésta era nuestra fecha, ella no podía haberlo olvidado.

Cuando la camarera se acercó a dejarle mi encargo pude ver como esa maldita sonrisa se le borraba de su cara y por unos segundos sentí que miró a sus lados, intentando buscar algo, pero después miró a su novio y se encogió de hombros.

Esa fue mi señal, dejé ese lugar, ahora simplemente necesitaba dormir. 

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Después de haber hablado con Will por telefono, él me animo a buscar a Jess para terminar con todo esto, el viaje no seria en vano y asi no salga nada bueno de nuestra conversación sabia que era lo mejor. Ya estaba decidido, iria a buscar a Jess.

Sabía donde vivía, asique solo era cuestión de ir y tocar la puerta de su departamento. Decidí no seguir perdiendo mas tiempo, no esperaría la hora del almuerzo. 

Cuando me encontraba a unos pocos metros de su puerta, siento que alguien está detras de mí, sólo esperaba que no fuera ella. Me giro lentamente mientras trato de mirar sobre mis hombros y era él, el mismo hombre que estaba con Jess. Él se acerca sin dejar de observarme.

-Tú debes ser Dean -asiente sonriendo. ¿Cómo sabía mi nombre? ¿Jess le ha hablado sobre mí?

-Soy yo -le tiendo la mano- ¿y tú eres?.

-Robert -dice, devolviendome el saludo- ¿Viniste a hablar con Jess? -pregunta.

-Si no te molesta, eso es lo que planeaba hacer este momento -sonrío un poco sarcástico.

-Para nada, pero si fuera tú no lo haría -mira ru reloj, está serio- escucha, no tengo mucho tiempo asique seré breve, no molestes a Jess, no sé mucho sobre tí pero con lo que sé me basta. Ella ahora es feliz, está muy contenta con la universidad, entusiasmada con la vida que está construyendo aquí. Asique, ¿por qué llegar e intrometerse en eso? -noto sinceridad en su voz- deberias pensarlo mejor, aún estás a tiempo.

Y ahí estaba yo, parado como un idiota asimilando cada palabra. Todo era totalmente cierto, yo no habia pensado en esto, no habia ni imaginado en que Jess ya tenía otra vida aca. Entonces veo que el tipo saca un juego de llaves de su bolsillo y sin necesidad de preguntar sé que son las llaves del departamento. Este hombre no necesitaba tocar el timbre, sino que tenía copia de sus llaves.

Él tenia razón, yo aquí ya estaba de sobra. Y antes de que pueda ver que tan lastimado me encontraba solo asentí.

-De hecho, yo nunca estuve aqui, verdad? -él captó mi indirecta- adios.

Y me fui antes de seguir viéndome como un perdedor. Esto era todo, en el primer avión regresaria a Georgia.

Y mientras se cerraba la puerta del elevador pude ver como ese hombre entraba a ese departamento y se quedaba en la vida de Jess.

Cualquier atisbo de esperanza que tenía hoy se terminaba. El 'para siempre' no existe, las personas pasan, los sentimientos se desgastan, solo quedan los recuerdos.

Y esta noche, antes de volver a casa yo sólo quería perderme en ellos.

-Hola, necesito algo de pasta, hielo y una botella de ron para la habitación 503.

-Enseguida llegan con su pedido señor, ¿desea algo más? -preguntan al otro lado de la línea.

-No, gracias.

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Tras meses y meses de espera ¡¡al fiiin puedo dejarles un capítulo nuevo!! Algo de pasado para entender la historia de Jess y Dean un poco. Espero que lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo.
Trataré de subir más seguido. Gracias por su apoyo. ❤

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