3.- Entre sorpresas y sacado de revista...

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Estaba recostada a los pies de uno de los árboles que habian en la escuela, atras de la biblioteca. Esperaba descansar un poco, tenía un fuerte dolor de cabeza y, entonces veo que Ashley se está acercando, tan pronto como puedo meto mis cosas a mi mochila y me levanto, pero es tarde; ya está aqui.

-No esperaba verte aquí, es claro que no debiste volver -decía.

-No fastidies, Ashley -sólo pude decir, no quería empezar una discusión.

-Si sabes que eso no cambia nada, ¿verdad? Dean está mejor sin ti -no sabía porque lo decía, yo no me fuí a ni un lado, yo estaba con él.

-Adiós. -y sin mas la deje parada y fuí a mi siguiente clase.

-¿Me dejaras hablando sola? Debí suponerlo, es lo que siempre haces. Simplemente huyes -escuche que grito a mi espalda. Pero no gire.

Despierto agitada. Recuerdo perfectamente el sueño que tuve. No podía creerlo, hace mucho tiempo que no sabía nada de ella. No entendía porque habia soñado eso, sólo esperaba no encontrarla. O encontrarlos.

Suena mi celular, es Kate.

-¿Hola?

-Jess, sólo llamo para decirte que demorare un poco, pero si pasare por ti.

-Esta bien, de hecho... acabo de despertar -dije sin problemas.

-¿Qué? ¿Dormiste tanto? Falta poco para las 12:00pm -tras que escuche eso mire rapidamente la hora y si, asi era. Gracias a Dios que Kate demoraria, asi podria alistarme y salir decentemente.

-¡Oh Dios! Acabo de darme cuenta, bueno te dejo, entrare a la ducha. Me alistare rápido, sólo no demores mucho -y colgue.

Despues de darme un baño elegí ponerme una mini falda, con una blusa a tiros, y zandalias. Hacía mucha calor, así que amarre mi cabello en una cola y me aplicaba rímel cuando escuche el timbre de la casa sonar. Kate ya había llegado. Me apresuré a tomar mi bolso y bajar las gradas. Saludé a Kate y nos dirigimos a su auto. Definitivamente en estos días me compraria uno.

Acordamos en ir a un restaurante de comida mexicana, cuando estabamos entrando... la ví. No habia cambiado en nada. Seguía siendo la misma chica delgada, de cabello castaño y ojos verdes; típica chica porrista. Ashley estaba con una niña de la mano, era muy parecida a ella, pero no a él. Pero no solo las vi a las dos, tambien estaba acompañada de un hombre. Un hombre simpático. Un hombre que no era Dean Walsh. Él se le acerco y le dio un beso tierno para despues tomarla de la mano y salir. Esto no era lo que yo esperaba, sólo podía significar una cosa. Ahí fue cuando ella me vio, se quedo mirándome fijamente y yo fingí no haberla visto.

Bastante madura, Jess. Bastante madura.

Kate me contaba porque se habia retrasado, al parecer hoy tiene una cena familiar. No le prestaba mucha atención, en estos momentos me debatía entre tocar el tema de Ashley y su familia o no. De todas maneras, ella no habia visto a Ashley salir. Decido contarle mi sueño.

-¡Wow! Eso si que fue raro, pero descuida fue solo eso, un sueño. No hay nada de que preocuparnos, ¿cierto? -sentí que Kate me probaba.

-En realidad, puede que tenga sentido. Acabo de verla salir cuando nosotras entrabamos. Su hija es muy identica a ella -solté, tratando de que mi tono de voz sonara indiferente.

-¿En serio? ¿cómo fue que yo no la vi? No la vemos muy seguido por acá. Lo último que supe de ella es que vive en las afueras de las ciudad. Hace como unos dos años que se casó, su esposo no es de estos lados -lo dijo lentamente.

-Me alegro por ella, es bueno saber que le ha ido bien -no era cierto, yo antes la odiaba. Ni bien dije eso escuche a Kate reirse.

-Jess, bebé -era la única que seguía llamandome asi- creo que no es asi. Aun que bueno, a mi me da igual. No es que sea su amiga -yo asentí y no dije nada mas hasta que nos trajeron la comida.

Stay with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora