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Rachel cerró la carta con rapidez ni siquiera había terminado de leerla.
La dejó a un lado y miró a Zack.

—¿Qué decía? —preguntó Zack algo confundido por las acciones de Rachel.

—No terminé de leerla... —respondió ella negando —sólo decía algo sobre ti pero nada importante.

—¿Segura? —preguntó Zack no tan convencido.

Rachel asintió y acomodándose en el sillón agarrando el helado que se había servido. Le quitó el control a Zack y al no encontrar algo bueno lo dejó en las noticias pero la nota que estaba dando en ese momento no le gustó para nada ni a Rachel ni a Zack.

«“Él realmente es un verdadero demente...”»

Danny en ese momento estaba en televisión, Zack frunció el ceño y siguió escuchando, quería romper en ese mismo momento la televisión.
Rachel volteó a ver a Zack mientras reposaba su cabeza su hombro, lo rodeó con sus brazos llamando la atención de él, correspondió.

La televisión se escuchaba de fondo con ella las miles de mentiras que estaba diciendo Daniel sólo para conseguir los ojos de Ray, Zack escuchó como si alguien tocara la puerta, como si dieran golpes quedos y lentos. No le importó mucho ya que él pareció ser el único al escuchar el ruido, simplemente siguió abrazando a Rachel, transmitiendo los sentimientos que más ocultos que se encontraban dentro de él al no poderle confesar todo, un abrazo que transmitía no sólo la tranquilidad de estar con alguien que amas si no que también era el despertar del deseo de Zack, desde aquel día, en esa iglesia.

Si es que por más que Danny mintiera había alguien, alguien que a pesar de ser imperceptible estaba ahí, ahí cuidando de los dos; brindándole a Zack una segunda oportunidad siendo la única y última que obtendría si fallaba en su intento.

Oyese nuevamente de un tocar en la puerta del cuarto, sin quererlo ni desearlo Rachel se separó del abrazo, siendo ella quien esta vez abriría la puerta, Zack siguiéndola, asegurándose de que su seguridad fuera maxima y no tuvieran preocupaciones. El hombre que de encontraba frente a los dos era realmente extravagante, no era nada del otro mundo pero tampoco se veía como una persona promedio.

—Felicidades —dijo en una sola palabra, haciendo retroceder a Rachel en un súbito temor.

Zack sin percatarse de eso, pregunto en un tono amenazante.

—¿Quién carajos eres tú? —él hombre no sin una sonrisa, hizo una reverencia pronunciando palabras nada audibles.

Pero Rachel comprendió perfectamente lo que decían sus labios.

“Pronto.” Fue la palabra que justamente la hizo pasar el mal rato de su vida, Zack cerró la puerta en su cara dando la vuelta para quedar frente a frente con Rachel. Ella aún seguía atónita, temerosa ya que la palabra hizo que recordara lo mal que se sintió al leer la primera parte de la carta, pero aún siendo Zack tan sincero y honesto con ella no pudo evitar sentir una gran preocupación de lo que podría suceder rn un futuro.

Ni siquiera por la firma de un bromista haciéndose pasar por el nombre de dios, ni mucho menos la afirmación de que todo lo bueno terminaría antes de lo que empezó.

Zack se acercó a Rachel al ver su mirada de desesperación, confundido se agachó y mirándola de los ojos mientras agarraba sus hombros sus labios formaron una curva tan esplendida, una sonrisa perfecta y sincera que no sólo sus ojos comenzaron a derramar lágrimas si no que empezó a sollozar de una forma muy débil y dolorosa.

—¿Qué te sucede? —preguntó Zack mientras se acercaba a ella.

Abalanzándose, sin estar segura le dio el mejor abrazo que pudo dar en su vida...

Zack escuchó unos suaves murmuros pronunciando su nombre, moviéndose lentamente mientras abría los ojos acostumbrándose a la ligera iluminación del lugar, observó la mejor mirada que en su vida pudo haber visto, se trataba de Rachel, había tratado de despertarlo desde hace diez minutos sin exito alguno.

—¡Zack! —dijo ella alegre mientras lo abrazaba, sintió una sensación conocida, admirable.

Un golpe se escuchó en la puerta, Rachel volteó a ver y apunto de levantarse, Zack le impidio hacerlo mientras le tomaba de la muñeca.

—No vayas —fue lo único que dijo y ella volvió a sentarse.

—Me había preocupado mucho... De repente te quedaste dormido mientras veíamos una película y traté de despertarte pero parecía imposible...

Zack sin estar seguro del porque de su sueño, recordó los movimientos del labio del tipo que había tocado a la puerta de su cuarto, recordó como apareció ahí, como consiguió ese cuarto y como fue su primer encuentro con Rachel. Ahí fue cuando todo tomó sentido, no fue un pronto, fue un "En poco tiempo." Pero la confusión era mayor, ¿qué sucedería en poco tiempo?

—Zack... —Ray habló haciendo que el volteara a verla —¿Hay algo que debería saber? Parecer muy inquieto desde lo de el Doctor Danny.

El tono inquieto en la voz de Rachel lo decía todo, entendía que su confianza ahora mismo le pertenecía a Zack, que había logrado ganársela.
Zack no tenía una respuesta clara, ¿qué debería responder? podría simplemente contar la verdad, incluso evadir la pregunta... Pero nunca mentiría de una forma tan vil y descarada.

—Tengo sueño... —pronunció mientras bostezaba.

—¡Duerme en la cama! —insistió Rachel mientras se levantaba mirando a Zack, tenía una expresión tranquila pero feliz.

Él no muy seguro de querer estar solo y volver a soñar lo mismo le hacía preocuparse, desvío la mirada y cerrando los ojos pronunció algo que dejó a Rachel congelada.

—Pero tampoco quiero que duermas en el sofá, duerme conmigo —el tono demandante en las últimas palabras le sacaron una sonrisa inconsciente.

Zack volteó a ver y se encontró con una Rachel asintiendo mientras caminaba a su lado hacia el cuarto.

Zack se movió un poco, sentía algo rodearlo, seguía medio dormido por lo cual no podía darse cuenta muy bien de lo que era que lo tenía atrapado en sus brazos. Sintió las manos que se encontraban rodeándolo eran pequeñas y suaves, comprendió inmediatamente que eran las de Rachel.
Recordando los momentos que vivió junto a ella en un pasado, se dio la vuelta para quedar cara a cara con ella, la abrazó por igual pero atrayéndola hacia él para que quedara pegada a su pecho sintiendo lo cálido que era Zack.

—Te abracé porque te mueves mucho —dijo ella con los ojos cerrados mientras ocultaba una sonrisa.

Algo que normalmente le causaría a Zack un enfado, le dio ternura, sabía que estar al lado de ella era un sin fin de emociones diferentes cada día, pero algo si era claro.

Un juramento será para toda la vida.

Segunda Oportunidad |•Angels Of Death•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora