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Danny salió detrás de Rachel, persiguiéndola pero ella simplemente lo ignoró, siguió caminando como si nadie estuviera justo detrás suyo diciéndole no sé que tantas cosas.
Fue a sentarse a una banca y sacó el papel, lo leyó una y otra vez.

“Él es el ángel que yo pedí...”

A

brazó el papel mientras las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos, mojando el papel. Resulta que un par de días atrás antes de conocer a Zack se había estado sintiendo pésimamente, no de salud... Se arrodilló frente a la cama y se puso a rezar.

«—Querido dios... Necesito a alguien que se vuelva mi amigo, tal vez enviame a un ángel —cerró los ojos. —El mejor ángel que tú tengas.»

Esas fueron sus palabras, un par de días después apareció Zack, ella realmente pensaba que era sólo otra persona como cualquiera que había conocido pero se dio cuenta de que detrás de esa apariencia existía un ser puro y que la estaba ayudando más que un terapeuta loco. Pero no quería aferrarse a la idea de que Zack fuera un ángel no después de lo que Daniel le dijo.

No sabía que hacer, ni siquiera sabía que pensar. Todo se estaba volviendo confuso, demasiado confuso.

Pero después de todo... Zack siendo un ángel o no, se había convertido en el mejor y único amigo que Rachel tenía, por lo cual tenía que saber como apreciarlo y quererlo... Era la única persona que había demostrado confiar en ella ciegamente desde aquel día en la iglesia. Ray comenzó a pensar todo eso cuando leyó la carta que decía su nombre, desde ese instante supo que no sólo iban dirigidas para Zack si no que también para ella... Para hacer que mejorara pero comenzaba a confundirse, alguien debía de enviarlas y aún no sabía la identidad detrás de ese anónimo; la incógnita estaba ahí.

—¡Rachel! —apareció Danny detrás de ella después de haber corrido mucho parecía estar cansado.

Rachel se levantó, rápidamente comenzó a correr Danny frunció el ceño y con las pocas fuerzas y aire que le quedaba la siguió. Rachel chocó con alguien, le dolía la cara por el choque.

Cuando esa persona volteó pensó que no podría ser más de verdad sus pensamientos, pero las palabras que Danny le dijo la hacían dudar aún.
"Dios no existe, Zack no es un ángel." Sin quererlo las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, haciendo que Zack, la persona frente a ella se preocupara.

—¿Qué sucede? —preguntó mientras correspondía al abrazo que ella tan fuertemente le había dado —¿fue ese imbécil?

Rachel no podía pronunciar nada, no tenía palabras, no quería aceptarlo.

—¡Rachel! —gritó Danny al verla.

Para la suerte de los tres habían llegando a la calle menos transcurrida por lo cual el show que se aproximaba que harían sería más fácil de disimular. Rachel volteó al escuchar su nombre y rápidamente se puso detrás de Zack, escondiéndose.

—¿No te cansas de molestarla? —preguntó Zack irritado.

—¿Tú no te cansas de que cada que ella no puede hacer nada vaya corriendo contigo utilizandote cómo una herramienta?

Rachel sintió como Zack se tensó, por lo cual lo rodeó con sus brazos dándole un abrazo. Zack volteó a verla y le sonrió, ella también sonrió.

—¿Qué obsesión tienes con los ojos de Ray? —cada vez se irritaba más.

—¿Cómo sabes que es por sus ojos...?

—¡Por favor! —río él. —Te conozco, a ti y a ella y como te conozco... Esta vez salvaré la vida de Ray y te mandaré al carajo —respondió Zack mientras se daba la vuelta y tomaba a Rachel cargándola para después correr con ella.

Daniel simplemente lo vio irse, Zack se encargaría de él luego ahora mismo tenía que cuidar de Rachel.

—¿A qué te referías con salvar mi vida? —preguntó ella.

—Era una suposición, me importas tanto si que quisieras morir no podría aguantar... Nuevamente —murmuró lo último.

—¿Por qué te preocupas tanto por mí?

—¿No preguntas demasiado?

—Lo siento...

Zack suspiró y cuando supuso que estaban lo suficiente lejos la bajó, dejó a Rachel en el piso y la tomó de la mano, era algo demasiado arriesgado para él pero poco le importaba realmente no la iba a dejar ir esta vez, no cuando se está ganando completamente su confianza y con ello su amor.

—¿Qué sucedió? —preguntó Zack.

Ella prefirió no responder, pero aún así siguieron caminando.

—¿Quieres que compremos un helado y veamos la tele? —preguntó Zack mientras se detenía en frente de un minisuper.

—¡Está bien! —respondió Ray ya un poco mejor.

Entró junto a Rachel al minisuper y fueron a buscar helados, cualquiera estaba bien. Cuando Rachel se encontraba eligiendo alguien tocó el hombro de Zack haciendo que este volteara viendo al mismo tipo que le había entregado el primer papelito.

—Ella cambió —dijo con una sonrisa mientras la miraba de reojo, Ray simplemente lo ignoraba como si no existiera.

—¿A qué demonios te refieres?

—Está mejor que antes —Zack frunció el ceño.

Cuando iba a tomar al tipo por la camisa y amenazarlo para que le respondiera como es que conocía a Ray, ella lo llamó haciendo que tuviera que voltear a verla nuevamente.

—¿Qué tal estos dos?

—Me parece bien y llevemos estos otros dos —dijo mientras los agarraba, dio un vistazo hacia atrás para buscar a ese tipo pero no había nadie.

No quería lidiar con más problemas que con Rachel.

Fueron y pagaron los helados, para después volver al ahora hogar temporal de Zack, entrar y dejarlos en la mesa para que Rachel lo sirviera en un plato mientras Zack prendía la televisión y buscaba algún que otro canal.

Rachel un tiempo después se sentó a su lado con los platos de helado mientras le daba uno Zack la miró.

—¿Piensas volver con él? Ya sabes con Danny.

Rachel pensó un poco, no sabía si debía después de lo que le dijo o lo que intentó hacer... La pequeña discusión que tuvo con Zack en la calle le hizo tener un poco de miedo.
No necesitaba de un terapeuta pera vivir como normalmente, necesitaba un buen amigo como lo era Zack, alguien que la quiera y apoye en sus problemas, aceptándola como él.

—Realmente no lo sé... —respondió mientras metía una pequeña cucharada de helado a su boca.

—Sabes que puedes quedarte aquí todo lo que quieras —respondió Zack mientras buscaba algún canal bueno en la televisión.

Tocaron la puerta del cuarto, Rachel volteó a ver a Zack y él a ella.
Ninguno de los dos abriría pase lo que pase, pero se escuchó un papel deslizándose por debajo de la puerta, era una carta.

Tanto Ray como Zack se acercaron y Rachel comenzó a leerla.

Segunda Oportunidad |•Angels Of Death•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora